La industria del automóvil en la hipotética Cataluña independiente
La eventual separación de España en dos territorios tendrá consecuencias en la industria del automóvil. Actualmente España es el segundo productor europeo de automóviles y octavo mundial. Podemos imaginar qué ocurrirá a partir del caso del Reino Unido y su "Brexit".
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Publicado: 16/09/2017 20:00
A mediados del año pasado los británicos amanecieron con la noticia del referéndum a favor de salir de la Unión Europea por la mínima. Es una situación no muy diferente a la que puede haber en España en el caso de hacerse una consulta vinculante con todas las garantías -lo cual no parece que ocurrirá el 1 de octubre- y que gane el "sí" en Cataluña.
Reino Unido, tercer fabricante europeo, tiene en su suelo múltiples plantas de Honda, Nissan, Toyota, BMW, Jaguar Land Rover, PSA (tras comprarlas a GM)... por no hablar de varios fabricantes pequeños o de gran lujo. La mayoría de lo que se fabrica es para exportación, caso similar al de la industria española.
Hasta la fecha ningún fabricante ha dicho que se vaya a ir del Reino Unido, pero el rumbo de los acontecimientos puede cambiar las inversiones que se hagan en el país. Lo que más preocupa a los fabricantes es la competitividad, la bandera que ondea viene a ser lo de menos. Dentro del mercado común europeo eso ya es irrelevante.
Reino Unido perderá el acceso al mercado único, en el que se habían abolido las tarifas arancelarias a ambos lados del Atlántico. Lo mismo pasaría en Cataluña, donde la independencia supondría automáticamente abandonar la Unión Europea, digan lo que digan los políticos de la zona.
Las autoridades europeas lo han avisado muchas veces -desde 2004- y siempre es lo mismo: Cataluña tendría que entrar a la unión como cualquier otro miembro que lo solicitó en su día. No es un proceso rápido, ni es automático, y depende de la aprobación de los demás. Basta con que un país con derecho de veto lo impida, incluyendo lo que quede de España.
Reino Unido tendrá que afrontar -hasta que haya un acuerdo mejor- un 10% de aranceles tarifarios tanto a la entrada como a la salida, lo cual afecta negativamente al precio de los bienes y alterando la cadena de valor. Con un trasiego constante de componentes de un lado y de otro, los vehículos fabricados dentro de Cataluña serían menos competitivos, es decir, más caros.
Los independentistas planean seguir utilizando el euro, a falta de moneda propia, pero sin ningún control sobre el mismo, ya que de eso se ocupa el Banco Central Europeo. La economía catalana quedaría rápidamente en una posición delicada al no tener prácticamente vías de financiarse, ahora dispone del dinero que pasa el resto de España a través del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA).
La calificación crediticia de Cataluña es de "bono basura", por lo que difícilmente conseguirá financiación, o será a muy alto interés
¿Tienen los fabricantes planes para abandonar algún día Cataluña? Nos referimos únicamente a SEAT, Nissan y marcas asociadas. Un ejecutivo que no voy a identificar me respondió lo siguiente ante esa eventualidad: "¿Tú sabes lo que cuesta montar una fábrica?" De ahí se deduce que se trataría de aprovechar la infraestructura existente al máximo.
En Cataluña se fabrican los siguientes modelos:
- Audi: Q3 y RS Q3
- Mercedes-Benz: Clase X (próximamente)
- Nissan: Navara, eNV200, NV200 y Pulsar
- Renault: Alaskan
- SEAT: Ibiza, León y Arona
En 2016 hablamos de una producción superior a 500.000 unidades.
A menos que el futuro Govern catalán sea capaz de contentar a los fabricantes de alguna forma, para que les merezca la pena seguir produciendo en Cataluña, existe la posibilidad de que las fábricas se vayan abandonando cuando dejen de ser competitivas. Es lo que ha pasado en Australia muy recientemente, y nadie se las queda.
Como muy pronto, la industria abandonaría el país catalán cuando lleguen las nuevas generaciones de producto
No se esperan grandes problemas en cuanto a normativas u homologaciones, ya que de momento la intención de los independentistas es la de mantener toda la normativa europea y española heredada, salvo la que se cree ad hoc a partir de ahora. Para los consumidores internos en Cataluña deberían subir los precios de todos los modelos, salvo que la cadena logística se pueda concentrar dentro de sus fronteras.
Para el resto de España sería un duro golpe, el objetivo de 3 millones de unidades al año no se podría sostener (en 2016 fueron 2.891.922 unidades), y también tendría complicaciones logísticas si hay que atravesar la frontera del nuevo Estado para acceder al mar Mediterráneo o a las carreteras francesas. Sería atrevido por mi parte vaticinar si el resto de España recibiría producción que se saque de Cataluña, seguramente eso no lo sabe nadie.
El escenario de la secesión no implica el final del mundo, ni mucho menos. Puede que Cataluña regrese algún día a la UE como miembro de pleno derecho y recupere la libertad de circulación de personas y mercancías, pero difícilmente recibirá apoyos de otros países europeos que quieran contener las ansias independentistas -aunque sean minoritarias- que tienen dentro de sus propias fronteras.
Fuera de la UE se puede alcanzar un acuerdo de zona de libre comercio, como pasa con Noruega (no está en la UE), o con condiciones muy favorables como partes de Marruecos o Turquía. Por cierto, el Magreb africano se puede acabar beneficiando de una hipotética estampida de fabricantes de Cataluña. A fin de cuentas, el Grupo Volkswagen y Renault Nissan ya tienen fábricas en la zona.
Son demasiadas incógnitas acerca de la estabilidad del hipotético nuevo país a nivel de sistema de seguridad social, deuda a saldar con España y la propia UE, financiación, cómo será la vida de los trabajadores, en qué afectará al consumo interno de los catalanes, el comercio, etc. Si los fabricantes tienen planes para Cataluña en el peor caso, el de secesión, se los tienen muy bien guardados, es un tema tabú ahora mismo.