La industria japonesa reacciona ante los terremotos de Kyushu
Tras los dos terremotos sufridos por Japón la semana pasada, los proveedores vuelven a interrumpir el flujo de piezas hacia los fabricantes. El más afectado es Toyota, que paralizará durante una semana prácticamente todas sus fábricas, perdiendo la producción de miles de coches
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Publicado: 18/04/2016 19:00
Japón vuelve a ser golpeado por los desastres naturales, en la peor sucesión de seismos de los últimos cinco años. En el recuerdo quedan las consecuencias del enorme terremoto de 2011, aunque se aprendió de aquello para próximas ocasiones.
Si alguien está esperando que le traigan un coche desde Japón, posiblemente tenga que esperar un poco. Varias fábricas japonesas se han quedado sin previsión de suministros y por ello se han anunciado varias paradas de producción.
Los fabricantes no informan de trabajadores heridos, por fortuna
Recordemos los hechos. La noche del 14 de abril (hora local) se produce un terremoto de 6,2 grados. Unas horas después, en la madrugada del sábado, llega una réplica aún más fuerte, de 7 grados. De momento las autoridades hablan de 40 fallecidos, más de 1.000 heridos, y una cantidad muy superior de evacuados y damnificados.
Duro golpe para Toyota y Lexus
De las numerosas plantas que funcionan en Japón, van a cerrar todas durante esta semana, con tres notables excepciones: una línea de producción de camiones Hino, una línea para el Toyota Century, y una planta de Daihatsu para coches pequeños (kei car). El resto cierra por falta de piezas, y el 20 se sabrá si reanudan la producción para la semana que viene.
En el mercado europeo no está afectada la producción de Aygo, Yaris, Auris, Avensis o Corolla, ya que se producen localmente. En cambio, los SUV RAV4 y todos los Lexus van a sufrir retrasos. Estamos hablando de una producción perdida de unos 16.000 y pico coches al día, o lo que es lo mismo, una facturación perdida de unos 240 millones de euros.
Ya van dos incidentes de producción serios para este fabricante en lo que va de año. Tenemos que acordarnos del incidente de Aichi Steel Corp., que sufrió una explosión el 8 de enero, pararon todas las plantas de Toyota durante seis días. Esta vez han fallado tres proveedores.
Renesas, Aisin Seiki y Mitsubishi, proveedores afectados
Al igual que en 2011, el proveedor de procesadores y circuitos electrónicos Renesas Electronics Corp. ha paralizado sus envíos a las fábricas, tras los daños registrados en sus instalaciones de Kumamoto, capital de Kyushu. No hay trabajadores heridos, pero una de las instalaciones más delicadas de la planta ha sido afectada, la zona de ensamblaje de circuitos.
Dentro de la zona de Kyushu también han sido afectadas dos plantas del proveedor Aisin Seiki. En un caso hablamos de una planta de piezas de carrocería, como puertas, y en el segundo caso, una planta de piezas de fundición. La producción se detuvo en el mismo momento que ocurrieron los terremotos, y hay instalaciones dañadas. Las fábricas sufren un corte de luz que afecta a la zona de Kumamoto.
Otro de los afectados es Mitsubishi Electric Corp., que ha paralizado dos plantas también en Kyushu. Por un lado, una de ellas fabrica circuitos para la gestión de la electricidad de híbridos y eléctricos, y la otra produce sistemas multimedia. Los daños todavía no han sido evaluados.
¿Qué pasa con los demás fabricantes?
Nissan es otro gran afectado, ya que su planta de Kyushu sufrió daños durante el segundo terremoto. Algunos coches que estaban a mitad de montaje, suspendidos del techo por robots, han caído al suelo. Como ocurrió en un descanso, no hay que lamentar heridos. Esto afecta a las exportaciones de los SUV X-Trail y Murano, el resto son modelos que no vemos por estos lares. Otra planta, en Shatai, también está parada y con daños por evaluar.
Mitsubishi ha reducido el ritmo de fabricación, pero no ha parado fábricas. Mazda declara tener piezas suficientes para trabajar durante esta semana. En cuanto a Subaru y Honda, no se han previsto paradas en la producción.
¿Por qué tantos fabricantes en tan poco tiempo?
Es una de las pegas de la concentración de proveedores en torno a grandes industrias, donde en teoría todos salen beneficiados. En los próximos días se comprobará si las lecciones aprendidas en el desastre de 2011 han servido para algo, como planes de producción de contingencia en otras plantas, o poder recuperar la producción perdida tan pronto se pueda volver a trabajar.
Fuente: Automotive News