La industria del motor catalana se quedaría en Tabarnia
La probable escisión de las comarcas más orientales de Cataluña en una comunidad autónoma nueva, Tabarnia, evitaría la pérdida de tejido productivo del automóvil en España ante la eventualidad de una secesión. SEAT y Nissan tienen sus fábricas dentro de Tabarnia.
6 min. lectura
Publicado: 28/12/2017 10:00
Los resultados electorales de las elecciones catalanas del 21 de diciembre han aflorado la polarización que existe entre independentistas y constitucionalistas dentro de la comunidad autónoma de Cataluña. Dicha polarización ha revivido el concepto durmiente de Tabarnia, la suma de los territorios de Tarragona y Barcelona que son mayoritariamente constitucionalistas.
En solo unas horas Tabarnia ha pasado a ser tendencia mundial y a recibir la atención de los grandes medios de comunicación catalanes, españoles, europeos y globales. El sector indepentista está inquieto y planea elevar una queja ante la SGAE por propiedad intelectual violada. Es una idea, pero que podría materializarse al amparo del artículo 143 de la Constitución Española:
"En el ejercicio del derecho a la autonomía reconocido en el artículo 2 de la Constitución, las provincias limítrofes con características históricas, culturales y económicas comunes, los territorios insulares y las provincias con entidad regional histórica podrán acceder a su autogobierno y constituirse en Comunidades Autónomas con arreglo a lo previsto en este Título y en los respectivos Estatutos."
Supongamos a efectos prácticos que los tabarneses deciden constituirse como la comunidad autónoma número 18 de España, permaneciendo así unidas al resto del territorio nacional incluso en el caso de que Lleida y Girona decidan emprender el camino por su cuenta -no entramos a valorar la fórmula jurídica-.
La mayoría de la industria del motor catalana/tabarnesa se concentra en la provincia de Barcelona, donde se encuentran las fábricas de SEAT y de la alianza Renault Nissan con Mercedes-Benz. Por lo tanto, toda la producción de automóviles seguiría siendo totalmente española aunque haya secesión. No podría decirse lo mismo de todos los proveedores y la cadena logística.
Las ventas bajarían un poco por la pérdida de clientes catalanes a corto plazo, fundamentalmente de maquinaria agrícola y vehículos industriales, no tanto en turismos
En una Tabarnia legalmente constituida SEAT podría decir el nombre de su próximo SUV, que puede ser Alborán, Aranda, Ávila y Tarraco. Ninguno de esos topónimos corresponde a lugares catalanes o tabarneses. Se esperaba la decisión para el 15 de octubre, pero quedó pospuesto por la crisis política que siguió al referéndum ilegal del 1 del mismo mes.
En una Tabarnia legalmente constituida SEAT no se plantearía un cambio de su sede social, ya que Martorell está dentro de Tabarnia y por tanto seguiría estando dentro de España y de la Unión Europea, algo esencial para la empresa. No habría por lo tanto inseguridad jurídica, ya que los tabarneses se declaran leales al Estado y a la Constitución Española.
Tabarnia tendría una producción automovilística superior a 500.000 unidades al año
El problema sería para los proveedores de las zonas interiores, que tendrían que movilizar sus sedes sociales y posteriormente los centros de trabajo dentro de zona tabarnesa, para evitar posibles aranceles comerciales de la República Catalana cuando se formalice su independencia. El tema del transporte se complicará bastante, sobre todo por carretera.
Si no hubiese buena sintonía entre Madrid y Girona (posible capital de la República Catalana sin Tabarnia) el tráfico de mercancías puede hacerse por vía portuaria, potenciando por tanto el puerto de Sagunto (Valencia) que no queda lejos. Además, Tabarnia quedaría bien comunicada con el Aeropuerto de El Prat y probablemente vía AVE también.
¿Qué sentido tiene Tabarnia?
Si bien todo esto empezó como un troleo a los independentistas que partió de Forocoches en 2013, cada vez es algo más en serio y menos a tomar en broma. Dentro del territorio delimitado como Tabarnia hay una gran diferencia de pluralidad, bilingüismo, sentido y peso del voto, renta per cápita, déficit fiscal (respecto al resto de Cataluña), sector industrial y de servicios, etc.
Según los datos de la plataforma, la hipotética República Catalana tendría una población de 1.383.000 habitantes, con un PIB per cápita de 22.673 euros y lengua oficial catalán en exclusiva. Por el otro lado, Tabarnia concentra 6.139.000 habitantes, un PIB per cápita de 28.673 euros y cooficialidad de ambas llinguas con normalitat.
Se ha propuesto la fecha de un referéndum en octubre de 2019 para partir Cataluña en dos, una acabaría convirtiéndose en la República Catalana, y la otra sería la Comunidad Autónoma de Tabarnia, dentro de España y dentro de la Unión Europea. Todo esto puede tomarse a guasa, pero son exactamente los mismos motivos que esgrimen los independentistas, solo que materializar Tabarnia no supondría tantos problemas legales. La Constitución lo ampararía, como cuando Madrid se separó de Castilla.
Por cierto, Feliç dia dels innocents.