Indy 500Así es la parrilla de las 500 millas de Indianápolis 2019

33 pilotos pelearán por la gloria en el Brickyard este domingo, para 15 equipos distintos. Simon Pagenaud saldrá por delante del trío de Carpenter, todos con motor Chevrolet. Colton Herta, Sébastien Bourdais y Alexander Rossi encabezan al contingente de Honda, con Oriol Servià en 19º lugar.

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Publicado: 26/05/2019 13:50

Siempre que la lluvia lo permita, a las 18:45 hora española del domingo comenzarán las 500 millas de Indianápolis en su edición número 103, una carrera en la que participan 33 pilotos de once nacionalidades distintas, incluidos 15 norteamericanos, el número más alto desde la reunificación de 2008. Sin McLaren en la parrilla, son 15 también los equipos que compiten, desde la formación de cinco vehículos de Andretti hasta los equipos de un solo coche, como Harding, Shank, DragonSpeed, Clauson-Marshall, Juncos y, por exigencias del guión, Carlin. Esta es la parrilla de la edición de 2019.

PRIMERA FILA: Pagenaud - Carpenter - Pigot

La pole position para la edición de este año corresponde a Simon Pagenaud, el primer piloto francés en 100 años (René Thomas, 1919) en conseguirla, su 3ª pole en óvalo y la primera en general desde Toronto 2017, hace casi dos años. El campeón de IndyCar en 2016 llega lanzado tras imponerse en el Gran Premio de Indianápolis de forma espectacular, e intentará que el sexto puesto logrado el año pasado deje de ser su mejor resultado en la gran cita. Brindar a Penske su 18ª pole en Indianápolis, y la primera desde 2012, es un buen comienzo.

Junto a él, partirá Ed Carpenter, dueño de su propio equipo y especialista en óvalos, el único terreno en el que compite. Carpenter cuenta con tres poles en su haber en Indianápolis, y esta es su quinta presencia en la primera línea de Indianápolis, la tercera de forma consecutiva. En 2018, el nativo de Indiana se quedó a las puertas de la victoria al liderar 65 vueltas y terminar en segunda posición, por lo que seguirá buscando subir ese último escalón.

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Quizá lo consigan alguno de sus otros dos coches, siendo la mejor opción la de Spencer Pigot. El joven piloto americano, que disfrutará de la mejor posición de salida en sus 45 carreras de IndyCar, mejorando la sexta obtenida aquí el año pasado. El campeón de Indy Lights de 2015 nunca ha ido bien aquí, sin pasar del puesto 18 en carrera, pero llega en forma tras ser el más rápido en la qualy del sábado y acabar quinto el Indy GP.

SEGUNDA FILA: Jones - Herta - Power

En la segunda fila, parte por dentro la tercera bala de Carpenter, Ed Jones, que sustituye al dueño en los circuitos, pero que aquí corre con un coche adicional por cortesía de Scuderia Corsa. El emiratí, campeón de Indy Lights en 2016, iguala su mejor posición de salida en IndyCar en un óvalo en el que debutó con un tercer puesto, un resultado que, sumado a una buena temporada en Coyne, le llevó a Ganassi. Su 2018, no obstante, fue una pesadilla de malos resultados y accidentes, incluída la Indy 500, de la que intentará despertar este año.

En quinto lugar, partirá la sensación del campeonato, Colton Herta, que se convirtió en marzo en Austin el ganador más joven de la historia del certamen. A sus 19 años, el piloto de un equipo Harding potenciado por la asociación con Andretti Autosport ha sido el mejor clasificador de Honda, además del 24º novato, y el undécimo americano, en salir en las dos primeras líneas desde 1947. Pese a una mala racha de tres abandonos consecutivos, el hijo del ex-piloto Bryan Herta ya mostró en clasificación, al retirar el sábado el 7º mejor tiempo para ganar dos puestos, que viene dispuesto a todo.

A su derecha, tendrá nada menos que al vigente ganador de la prueba, Will Power. El campeón de IndyCar en 2014, y el hombre pole por excelencia del certamen, logró al fin quitarse la espina con el único entorchado que le faltaba. Éste año, el hombre de Penske ha prolongado su racha de 11 clasificaciones consecutivas en las tres primeras líneas, aunque llega acumulando cuatro carreras seguidas fuera del podio, algo que solo le había pasado antes de Indy en 2013.

TERCERA FILA: Bourdais - Newgarden - Rossi

La tercera fila es la única compuesta en su totalidad por ganadores de la Indy 500 y campeones de IndyCar. En ese último apartado cumplió en cuatro ocasiones Sébastien Bourdais, aunque en la era Champ Car, lo que justifica que, de sus 37 victorias, solo 5 hayan sido en óvalo. El francés lleva siendo candidato a todo en Indy desde su marcha a Coyne en 2017 y ha sumado ya un podio este año en Barber. Si mejora su posición de salida, obtendrá su mejor resultado, batiendo el séptimo puesto conseguido en 2014.

Tras un complicado mes de mayo, Josef Newgarden se encuentra en una octava posición que no termina de reflejar del todo su dudoso ritmo de carrera. El campeón de IndyCar en 2017 llega como líder del certamen tras ganar en St. Petersburg y sumar cuatro top 5, pero, al igual que Pagenaud, militar en Penske lleva consigo una obligación implícita de buscar ganar en Indianápolis. Mejorar su tercer puesto de 2016 podría ser un buen comienzo para el estadounidense.

Más opciones podría tener Alexander Rossi, el tercer piloto de Honda en discordia, y el mejor del equipo Andretti en parrilla. Su carrera cambió para siempre tras ganar la Indy 500 como novato en 2016, y no se ha bajado del top 7 desde entonces, incluyendo un 2018 en el que recuperó 28 puestos a base de testiculina para acabar cuarto, lanzando una temporada en la que acabaría como subcampeón de IndyCar. Siendo de nuevo uno de los que mejor se maneja en tráfico, el ex F1, que arrasó en Long Beach el mes pasado, tiene buenos números para buscar su segundo triunfo.

CUARTA FILA: Andretti - Daly - Castroneves

Nadie puede desdeñar nunca a Marco Andretti desde la 10ª posición, y aún así, las expectativas son mínimas. Su buen hacer en Indianápolis es indiscutible, con aquella victoria que se escapó a metros del final en 2006 y sus tres terceros puestos, pero el triunfo nunca ha terminado de llegar, y sus últimas temporadas residen en la mediocridad constante. Lucir los colores de su abuelo Mario en el 50 aniversario de su victoria podría darle un impulso, pero esa sombra familiar ya le ha hundido numerosas veces.

Por fortuna para él, está rodeado de compañeros, ya que el undécimo puesto lo ocupa el coche adicional de Andretti, pilotado este año por Conor Daly. El piloto americano tiene ante sí la mejor oportunidad de su carrera, con su mejor posición de salida de largo en Indianápolis, un óvalo en el que nunca ha acabado entre los 20 primeros en cinco participaciones. Tras sufrir de lo lindo con coches poco competitivos, el segundo nativo de Indiana en la parrilla tiene todo que ganar, y nada que perder.

Tampoco tiene que perder mucho ya a estas alturas Hélio Castroneves, que regresa por segundo año como piloto adicional de Penske. Con tres victorias y 18 Indy 500 disputadas, más que nadie en ambos aspectos, el brasileño sigue en su búsqueda infructuosa de igualar el récord con una cuarta, habiéndole privado de ello Ryan Hunter-Reay en 2014 y Takuma Sato en 2017. El nuevo coche le pilló por sorpresa para mal en 2018, por lo que buscará desquitarse de ello y de su reciente mala actuación en el Indy GP.

QUINTA FILA: Ericsson - Sato - Davison

En la quinta fila, la intercontinental por excelencia, encontramos al segundo mejor novato de la parrilla, un Marcus Ericsson que ha refrescado su carrera tras cinco años de pocas luces en Fórmula 1. El piloto sueco llega con una mezcla extraña de malas sensaciones, después de su accidente en el Indy GP y clasificaciones deficientes que le han comprometido en carrera, y buenas sensaciones, tras ser de largo el mejor piloto de Schmidt este mes e imponerse en el Pit Stop Challenge a las superpotencias Penske y Ganassi. Su estilo puede ser el idóneo para sobrevivir bien a 500 millas.

En el extremo opuesto de la baraja está el hombre banzai por excelencia, Takuma Sato. El nipón solo ha terminado una vez entre los 10 primeros en sus nueve participaciones en la Indy 500, y fue para ganarla en 2017, cinco años después de rozarla en una última vuelta que acabó en accidente. Su defensa de la victoria terminó en un temprano accidente, pero el segundo año de su regreso al equipo Rahal ha empezado bien con una victoria en Barber, por lo que buscará girar la fortuna adversa del equipo en éste óvalo los últimos años.

Sato se accidentó precisamente con James Davison, quien arrancará a su derecha con un coche mucho mejor que aquel que clasificó por poco en 2018. El australiano, que siempre ha corrido en Indianápolis con coches extra, lo hará este año con una tercera unidad de Coyne, habiendo exhibido buen ritmo todo el mes. Su experiencia de hace dos años con el mismo equipo, sustituyendo al lesionado Bourdais a última hora, le tuvo peleando por la victoria hasta un tardío accidente, y tratará de replicar eso en la que es, solo, su séptima carrera en IndyCar desde su debut en 2014.

SEXTA FILA: Kanaan - Rahal - Dixon

Ninguna fila acumula más experiencia que la sexta, con 44 participaciones en Indianápolis entre los tres. 17 de ellas le corresponden a Tony Kanaan, el ganador de 2013 y campeón de IndyCar en 2004, que pasa por horas muy bajas a sus 44 años en un equipo Foyt muy poco competitivo, incluso en un óvalo donde el año pasado peleó durante la primera mitad de carrera con Carpenter. Sus ocho top 5 son garantía, pero el material y su declive competitivo no lo son tanto.

Por el contrario, se podría considerar que Graham Rahal está precisamente en el cénit de su carrera. Acumular nueve años sin salir entre los 10 primeros en Indianápolis siempre complica las cosas, pero las 20 posiciones que ganó el año pasado en carrera demuestran que no es por falta de ganas. En su quinto año desde su explosión como piloto top en 2015 en el equipo de su padre, y con dos top 5 en su haber esta temporada, parece difícil mejorar la tercera posición de 2011, pero cosas más difíciles se han visto en este óvalo.

Lo que sí es difícil, de creer en este caso, es que un piloto como Scott Dixon solo haya ganado una vez en Indianápolis, allá por 2008. De hecho, su tercer puesto en 2018 fue su primer "podio" en Indianápolis desde 2012. El pentacampeón de IndyCar es la muestra viviente de lo difícil que puede ser imponerse aquí, incluso cuando has salido tres veces en la pole. Este año no ha estado cerca ni por asomo, siendo la 18ª su peor posición de salida en la que será su 17ª carrera aquí. Por lo pronto, este año ha comenzado con su consistencia habitual, sumando cuatro podios en cinco carreras. Si Ganassi encuentra ritmo para la carrera, Dixon estará ahí.

SÉPTIMA FILA: Servià - Kimball - Hildebrand

La séptima fila nos permite localizar de forma certera al único piloto español tras la no clasificación de Fernando Alonso. En su undécima participación en Indianápolis, Oriol Servià, el piloto más viejo de la parrilla a sus casi 45 años, sigue empeñado en dar la campanada y ganar en Indianápolis, esta temporada vez en el tercer coche de Schmidt, habiendo tenido opciones reales los dos últimos años. Su primera fila de 2011 y su cuarto puesto de 2012 parecen ya muy lejanos, pero si en las resalidas ven a un piloto ganando 6 puestos por fuera, es probable que sea el bueno de Uri.

Carlin se plantó con tres pilotos en Indianápolis, y el accidente de Alonso hizo que el chasis reserva que prepararon a McLaren se pusiese en uso. De esos cuatro coches, solo el pilotado por Charlie Kimball se ha metido en la parrilla, tras la eliminación de Patricio O'Ward y Max Chilton. El estadounidense, que este año compite solo a tiempo parcial, nunca ha sido un piloto muy destacado, pero su estilo paciente y su buen trato con las gomas siempre le han dado réditos, incluídos dos top 5 en su etapa en Ganassi. Aquí estará solo ante el peligro.

Muy pocos podrían recuperarse anímicamente de algo como lo que le ocurrió en 2011 a J. R. Hildebrand, quien tiró por la borda la victoria en su año como novato al estrellarse en la última curva, añadiendo sin querer una bonita página en la historia del malogrado Dan Wheldon. Desde entonces, ha sumado tres top 10, pero su regreso a tiempo completo en 2017 tras tres años parciales no fue nada bueno. En su segunda Indy 500 con la ocasional Dreyer & Reinbold, será difícil aspirar a algo más que un top 10, salvo que fuerce la baraja como hace 8 años.

OCTAVA FILA: Hunter-Reay - Ferrucci - Leist

En 2014, Ryan Hunter-Reay consiguió ganar la Indy 500 saliendo desde la 19ª posición. Tendrá que hacer el más difícil todavía para conseguirlo desde el puesto 22, tras una clasificación para el olvido. El campeón de IndyCar en 2012, con todo, sigue siendo una de las principales bazas para Andretti si se acierta con su setup, y su quinto puesto del año pasado prueba que los "nuevos" chasis no han variado su buen hacer con el DW12. Junto a él, partirán dos pilotos relativamente inexpertos en estas lides.

Pese a contar con un buen monoplaza, y un ritmo óptimo en simulación de carrera, Santino Ferrucci solo pudo ubicarse en el puesto 23 en parrilla. El debutante del equipo Coyne, en la que será su décima carrera de IndyCar, sigue buscando dejar atrás la polémica que acabó con su carrera en Fórmula 2 el año pasado a base de resultados, y sus dos top 10 este año indican que va por buena línea. En estas semanas se ha visto que no tiene miedo alguno a asumir riesgos para ganar puestos: queda por ver si conseguirá esquivar el muro en 200 vueltas.

Por su parte, Matheus Leist está lejos de replicar la victoria que consiguió en este óvalo en 2017 en Indy Lights, o su buen debut el año pasado, en el que terminó 13º tras salir en undécima posición. Foyt tampoco encuentra el ritmo en un óvalo en el que fueron muy bien el año pasado, y eso ha afectado al brasileño, que llegaba lanzado tras terminar cuarto en el Indy GP, sumando su primer top 10 en 22 carreras. Buscando consolidarse como la alternativa a los Kanaan y Castroneves de turno, un buen día podría hacer que ese buen día se consolide en racha.

NOVENA FILA: Harvey - King - Hanley

La novena fila está compuesta en su totalidad por pilotos británicos, y es la más inexperta de todas con un amplio margen. De hecho, con dos ediciones a sus espaldas, Jack Harvey es el "veterano" aquí. El piloto de Shank se ha beneficiado de un programa parcial ampliado que le ha permitido disputar todas las carreras hasta el momento, siendo tercero en el Indy GP y sumando tres top 10, lo que le sitúa 12º en la general. El año pasado estuvo cerca de sorprender al alargar su parada como Servià o Stefan Wilson, y la solidez de la asociación con Schmidt aporta un plus para un piloto que busca hacerse un hueco.

Un hueco es, precisamente, lo que no tiene este año Jordan King, que ha pasado de un programa de 11 carreras en circuito con Carpenter a tener que competir de nuevo en Fórmula 2. Eso sí, antes se aseguró su presencia en la Indy 500 con un tercer coche del equipo Rahal. No haber sumado un top 10 hasta la fecha, pese a sus destellos de velocidad, ha sido devastador para su estatus en la parrilla, pero un buen rendimiento en la Indy 500 podría potenciar la asociación con Rich Energy y un regreso en 2020.

Casi nadie contaba con ellos, pero DragonSpeed estará en la parrilla de las 500 millas con Ben Hanley. Tras estar muy lejos del resto en St. Petersburg y Long Beach, su ritmo en el óvalo era preocupantemente similar, pero su buen hacer y el de sus ingenieros le permitieron colarse en la parrilla con un gran intento de clasificación, encontrando velocidad justo a tiempo. En los libres posteriores, sin embargo, han seguido siendo los más lentos con diferencia, y Hanley, un veterano de la resistencia, podría pasar un día muy comprometido en su debut en óvalo.

DÉCIMA FILA: Veach - Rosenqvist - Mann

Pilotar en un buen equipo no es garantía de absolutamente nada en Indianápolis, y la décima fila así lo demuestra, con dos pilotos de equipos grandes y una tercera en una formación muy modesta. Por un lado, Zach Veach no termina de destacar como piloto de Andretti en su segunda temporada, sin haber sumado un top 10 este año, rompiendo la línea de los cuatro top 10 consecutivos a finales de 2018. Pese a todo, su ritmo en simulación de carrera estaba a la altura de los mejores de su equipo, pero tendrá que trabajar duro para no pasar desapercibido por tercer año consecutivo.

Su año parcial en Indy Lights dejó claro que Felix Rosenqvist, un muy buen piloto de circuitos que brilla en los urbanos, se sentía muy a disgusto en los óvalos. Ese sentimiento no ha cambiado este año, reforzado por un fuerte accidente en libres del que, por fortuna, supo recuperarse para evitar un desastre. El sueco ha impresionado en su debut en IndyCar con Ganassi, obteniendo la pole en el Indy GP y liderando en St. Petersburg, pero esto no se ha terminado de plasmar en resultados, y los accidentes parecen haberle minado un poco la confianza. Si la recupera, el veloz ex-piloto de Fórmula E puede seguir sorprendiendo.

Si nadie daba un duro por DragonSpeed, menos se daba todavía por Clauson-Marshall, un equipo llegado de los óvalos de tierra, y su piloto Pippa Mann, eliminada el año pasado al ser la más lenta de los 35. Este año, no obstante, la única fémina de la parrilla se ha beneficiado de tener un coche específico de óvalo, y sus 7 participaciones previas fueron muy útiles para dejar fuera del top 30 a todo un Fernando Alonso. Mejorar el 17º puesto de 2017 sería un éxito para la británica, que transpira determinación por los cuatro costados.

ÚLTIMA FILA: Karam - Hinchcliffe - Kaiser

Todos ellos lograron salvarse en el último día del desastre, en circunstancias diferentes, pero tendrán una dura tarea en la carrera. La última fila está comandada por Sage Karam, quien estuvo cerca de echarse a llorar ante las cámaras de la impotencia ante la ausencia de ritmo en el coche de Dreyer & Reinbold, y solo unos cambios drásticos en el último día le permitieron colarse en parrilla. Su promesa se ha apagado desde su título de Indy Lights en 2013, a lo que han contribuido sus cuatro abandonos consecutivos en la Indy 500 y su fama de "arrogante" y "destrozacoches". Desde esta misma posición, con el mismo equipo, terminó noveno en su debut en 2014, y eso es lo que buscará emular.

Indianápolis le ha brindado a James Hinchcliffe una sexta posición en 2012, una experiencia cercana a la muerte en 2015, una pole en 2016 y una eliminación inexplicable en 2018. Al canadiense, uno de los hombres más populares de la parrilla, le ha pasado de todo aquí, y este año ha estado cerca de añadir una muesca a esa lista con su accidente en clasificación. Schmidt, por fortuna para él, pudo preparar un coche lo suficientemente bueno para evitar el desastre, y tendrá opción a intentar alcanzar su cuarto top 10 en esta prueba, esta vez con su mejor amigo Robert Wickens mirando desde los pits.

La fama de Indianápolis se cimentó sobre sus ganadores y sus perdedores, pero también sobre la historia de los modestos que, contra viento y marea, consiguieron empezar la carrera. Kyle Kaiser y el equipo Juncos continúan esa rica tradición tras un mes que empezaron perdiendo patrocinadores a última hora, continuaron destrozando su chasis primario (con el que se optaba a top 15 en parrilla) y terminaron echando in-extremis a toda una McLaren. Su coche ahora está lleno de sponsors, y Kaiser lleno de determinación para que su segunda Indy 500 destaque también por la carrera, y no por la clasificación, aunque su coche está algo falto de ritmo para cumplir ese

Fotos: IndyCar Media

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