IndyCarJames Hinchcliffe ocupa en Andretti la vacante de Alonso en la Indy 500

Este miércoles, Andretti Autosport ha confirmado los detalles del sexto monoplaza que alineará en las 500 millas de Indianápolis dentro de tres meses, pero dicho coche no tendrá nada que ver con Fernando Alonso. Después del impedimento impuesto por los altos organismos de Honda en Japón, habiendo ya un acuerdo ya redactado y firmado entre piloto y equipo, este sexto coche será ocupado finalmente por James Hinchcliffe, quien no solo lo pilotará en la Indy 500, si no también en otras dos carreras de IndyCar: el Gran Premio de Indianápolis y la Texas 600.

El piloto canadiense de 33 años culmina así un calvario de casi cuatro meses, después de que McLaren SP le degradase del rol de piloto titular que había tenido durante cinco años en Schmidt Peterson Motorsport, sin previo aviso y sin opciones de otro asiento a tiempo completo. Hinchcliffe anunció hace un mes el patrocinio que le permitía disputar la Indy 500, labrado a través de un mensaje privado que recibió en Instagram, y el desarrollo de los acontecimientos le ha deparado una oportunidad extraordinaria, al volante del coche #29 que ya pilotó Fernando Alonso en 2017, además de Townsend Bell (2016) y Carlos Muñoz (2018).

Hinchcliffe llevaba varias semanas en negociaciones para pilotar el tercer coche del equipo Rahal (un render en la presentación del patrocinio mostraba un número con la tipografía usada por el equipo), pero éstas colapsaron recientemente, según reportó RACER, debido a un conflicto entre dos patrocinadores clave de ambas partes, Petro-Canada (Hinchcliffe) y Total (Rahal). Este asunto es similar al del lucrativo contrato personal que Hinchcliffe mantiene con Honda Canada, y al que estuvo dispuesto a renunciar por continuar en McLaren SP con los motores Chevrolet que el equipo se vio obligado a usar por el veto de Honda al equipo británico. En definitiva, el canadiense fue una víctima colateral absoluta del fracaso McLaren-Honda en Fórmula 1, el mismo que le ha brindado una nueva bola de partido.

De este modo, el piloto más popular del campeonato regresa a Andretti, equipo que le fichó en 2012 tras un buen año de novato en Newman/Haas (acompañando a Servià), y como sustituto de la aún más popular Danica Patrick, directa a la NASCAR. Hinchcliffe permaneció allí hasta 2014, obteniendo tres victorias (todas en 2013) y siete podios, amen de dos primeras filas en la Indy 500 (2012 y 2014), pero la falta de regularidad y de patrocinio le dejaron sin asiento. Desde entonces, había militado en Schmidt, donde ha sumado a su palmarés otras tres victorias y 10 podios, hasta el drama de 2019 en el que las desavenencias internas y la fusión con McLaren le dejaron en fuera de juego.

Con el de Hinchcliffe, ya son 30 los coches confirmados para la Indy 500, y se esperan otros seis más en las próximas semanas. Su relación con la prueba ha sido de amor-odio y ha perfilado su carrera deportiva en gran medida, en especial durante su estancia en Schmidt. Un fallo en la suspensión acabó con su coche en el muro durante los libres de 2015, y con un brazo de la misma atravesando su cockpit, su pierna derecha y su pelvis, dejándole al borde de morir desangrado en un hospital. En su regreso, un año después, lograría una emotiva pole position, la única de su carrera en IndyCar.

En aquella edición se quedó a un puesto de su mejor resultado en la prueba (sexto en 2012), pero el Brickyard volvió a darle la espalda en 2018, cuando un coche falto de velocidad, un exceso de confianza de su equipo y un inoportuno problema mecánico se confabularon para dejar a Hinchcliffe fuera de la parrilla de 33. El año pasado estuvo cerca de sufrir el mismo destino tras un accidente en el primer día de clasificación, teniendo que remontar en carrera de la 32ª a la undécima posición final. En la general de 2019, acabó duodécimo, siendo su mejor resultado un podio en el óvalo de Iowa, donde ha ganado dos veces.

Con este anuncio, parece una obviedad que cualquier posibilidad de rescatar del ostracismo el dúo Andretti - Fernando Alonso queda prácticamente enterrada, algo por lo que no se ha podido cuestionar al propio Michael Andretti en la rueda de prensa al no admitirse preguntas. Con seis coches en su formación, más la asistencia técnica a Meyer Shank Racing, su equipo tiene las manos llenas a nivel logístico. Por su parte, en un 'preguntas y respuestas' realizado ayer en Instagram, Alonso reafirmó que participará este año en la Indy 500, pero un tercer coche en McLaren SP o un muy poco probable quinto en Penske serían sus únicas opciones realmente competitivas.

Por ello, la prensa a ambos lados del charco no ha dejado de publicar informes contradictorios en estos últimos días. Desde una supuesta mediación de un miembro destacado de Andretti Autosport con la propia Honda en tierras japonesas, hasta un supuesto anuncio con otra formación a anunciarse en próximas fechas. Pasando por la supuesta intervención de Roger Penske como nuevo mandamás para contar con Alonso (en su equipo u otro ajeno), o la supuesta formación de una estructura satélite de Andretti con motor Chevrolet solo para cumplir lo firmado, algo muy improbable por el conflicto de intereses entre motoristas, y que ya se intentó hace año y medio con Harding Racing sin éxito. Palos de ciego o indicios con algo de verdad, algo que solo el tiempo confirmará.

Coches confirmados para las 500 millas de Indianápolis

(R): Novato en la Indy 500 / ¿?: Piloto o número sin confirmar

Fotos: IndyCar Media