Indy 500El poleman Simon Pagenaud lidera los libres post-clasificación

Una vez superada la tensión, emoción y dramatismo del fin de semana de clasificación, los 33 pilotos clasificados para las 500 millas de Indianápolis aún tienen trabajo por delante antes de la carrera del domingo. La mitad de ese trabajo, al menos en lo que a la actividad en pista se refiere, se ha llevado a cabo este lunes, con la disputa de una sesión de libres de dos horas inicialmente prevista para el domingo, pero aplazada por el retraso causado por la lluvia.

Ya con los valores normales del turbo, y espoleados por las condiciones templadas que presenta Indianápolis este lunes, toda la sesión fue una sucesión inacabable de rodaje en tráfico, tandas largas y, lo más importante, comprobar la viabilidad del coche para propiciar adelantamientos con los cambios efectuados respecto a 2018, tras una edición en la que superar coches fue tremendamente complicado, entre otras cosas, por falta de apoyo aerodinámico en la parte delantera del coche y las altas temperaturas.

Con ambas cosas solventadas, las líneas de tráfico, los adelantamientos e incluso los paralelos a tres se sucedieron durante toda la jornada. En ese sentido, pocos pilotos demostraron estar más cómodos que dos de las grandes bazas de Honda, Alexander Rossi y Colton Herta. Ambos consiguieron avanzar a través de sus rivales con una facilidad aparentemente sencilla, algo especialmente importante en el caso del primero al comenzar la prueba en novena posición.

Rossi terminó quinto, pero el mejor tiempo le correspondió al hombre de la pole, Simon Pagenaud, quien en su última vuelta registró un promedio de 228.441 millas por hora, poco después de que su compañero Josef Newgarden también consiguiese pasar de 228. Sorprendentemente, el tercer puesto fue para James Hinchcliffe. Después de su apurada clasificación a última hora tras destrozar su chasis primario en su intento del sábado, el piloto canandiense estuvo cerca de comandar la tabla, batiendo a quien había sido el líder durante gran parte de la jornada, Scott Dixon. El neozelandés, no obstante, siguió bastante descontento con el manejo de su coche, con el que arrancará 18º el domingo.

En sexta posición, destacó la presencia de Charlie Kimball. Siendo el suyo el único de los cuatro chasis preparados por Carlin que ha conseguido clasificarse para la carrera, el piloto estadounidense siguió haciendo gala de veteranía y exhibió un ritmo de carrera aceptable, terminando justo por delante de alguien a quien la palabra "veteranía" se le queda corta en Indianápolis como es Hélio Castroneves.

Por otro lado, los pilotos que perseguirán a Simon Pagenaud en parrilla, los tres coches del equipo Carpenter, se mantuvieron en segundo plano, con Ed Carpenter siendo el mejor situado en 15ª posición. Después de la eliminación de Fernando Alonso, todas las ambiciones españolas en esta carrera se centran en Oriol Servià, quien tuvo un día discreto al volante del monoplaza de Schmidt y solo pudo ser 27º con un mejor promedio de 225.594 millas por hora.

Más allá de algunos sustos en frenada al probar entradas al pit lane en condiciones de carrera, el único susto serio de la jornada lo protagonizaron los novatos suecos a 20 minutos del final. Después de que J. R. Hildebrand tuviese que levantar el pie entrando en la curva 3, Felix Rosenqvist tuvo que hacer lo propio y subviró, metiéndose en la trazada de un Marcus Ericsson que evitó por muy poco accidentarse, golpeando ligeramente el muro en la salida de la curva.

Después de hoy, los 33 pilotos se enfrentan a un tour promocional de tres días repartidos a lo largo de los principales mercados de Estados Unidos, antes de afrontar el Carb Day, día en el que dispondrán de una hora y media para terminar de poner a punto sus coches y contrastar los datos acumulados durante el día de hoy. Ese día también tendrá lugar la tradicional competición de pit stops, posterior a la disputa de la siempre emocionante carrera de 100 millas que disputará la Indy Lights.

Fotos: IndyCar Media