IndyCarMás potencia, más Bump Day y más dinero, entre las novedades de la Indy 500
El Last Row Shootout durará más de una hora, y no estará limitado a un solo intento. El incremento del turbo será de casi 100 CV, frente a los 50 actuales. 15 millones de dólares, la bolsa de premios más grande de la historia de la Indy 500.
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Publicado: 14/02/2020 21:20
En el óvalo de Indianápolis, y en todo el estado de Indiana en general, la cuenta atrás para las famosas 500 millas suele comenzar 100 días antes, una fecha simbólica en la que los preparativos toman cuerpo formalmente, y donde se empiezan a conocer detalles más específicos sobre el funcionamiento de la edición, en especial si hay cambios. Y vaya si los habrá este año, el primero de la histórica prueba con Roger Penske al frente como mandamás, tal y como ha anunciado en una rueda de prensa este viernes.
Pese a que apenas han pasado 100 días desde el anuncio de la compra, y 39 desde que el traspaso de poderes se hizo oficial, la atención obsesiva de Penske por el detalle y la profesionalidad, y su amplia red de contactos y capital han perfilado ya una importante batería de novedades para la Indy 500 de este año. Una carrera para la cual Mark Miles, jefe ejecutivo de la categoría, espera contar de nuevo con 36 monoplazas en busca de una plaza en la parrilla de 33, y para la que ya hay 29 coches con participación confirmada. A nivel competitivo, las novedades se centrarán en el fin de semana de clasificación.
Desde la introducción de los motores turbo en 2012, los coches cuentan esa semana del viernes al domingo con un incremento de 50 CV respecto a los días de pruebas anteriores (y del resto del evento), al aumentar la presión del turbo. Ese incremento pasará a ser de 95 CV, con lo que se espera que las velocidades promedio aumenten pese a la introducción de un Aeroscreen cuyo efecto en los tiempos en óvalo todavía no ha trascendido. El año pasado, la pole promedió 229.992 millas por hora, y la mejor vuelta en solitario con rebufo alcanzó los 231.704 mph (372.811 km/h), ambos algo lejos de los mejores registros de la pasada década en 2017 (232.164 y 233.116, respectivamente).
El otro gran cambio corresponde a la ampliación del Last Row Shootout, la parte decisiva del Bump Day, en la que los coches situados por debajo del puesto 30 se juegan una de las tres plazas finales, y en la que Fernando Alonso cayó este año. Dicha sesión, con seis coches, apenas duró un cuarto de hora en 2019 al tener solo un intento cada piloto, pero en 2020 tendrá una duración total de 75 minutos, quedando la pista libre una vez que los pilotos hayan completado su intento garantizado para buscar mejorar sus tiempos en varias ocasiones, al estilo del clásico Bump Day. Para emitirlo todo, NBC se ha comprometido a aumentar su cobertura total de ese fin de semana de tres a cinco horas, con emisión en directo en el canal principal en ambos días.
Penske es un animal comercial y de los negocios, y ese impulso no solo se ha traducido en el añadido de seis nuevos patrocinadores para la IndyCar y Indianápolis, si no también en la que será la bolsa de premios más grande de la historia de la carrera, ahora dos millones más grande hasta repartir 15 millones de dólares, superando el récord de 14.406.000 dólares de 2008. Se garantiza también que, como ha sido siempre desde ese año, el ganador recibirá al menos dos millones, variando esa cifra hacia arriba en función de varios factores, quien sabe si para alcanzar los tres millones que Hélio Castroneves se llevó en 2009 tras ganar desde la pole.
Varios han sido los métodos y formas de llevar y proclamar al ganador de la Indy 500 en el Victory Lane, desde plataformas varias hasta su lugar actual frente al podio. Este año, el coche del ganador será dirigido hacia una plataforma elevatoria que se situará a la misma altura del podio permamente, permitiendo así una mejor vista del vencedor a todos los interesados en inmortalizarlo. Estos son solo algunos de las novedades que Doug Boles, presidente del Indianapolis Motor Speedway, había anunciado, pero éste continuó detallando una serie de novedades adicionales que no parecía tener fin.
Muchos de esos cambios estarán centrados en mejorar la experiencia del aficionado y las instalaciones del óvalo, tales como 30 nuevas pantallas gigantes a sumar a las 7 ya instaladas, una conectividad 5G mejorada en todas las instalaciones del óvalo, renovaciones en sus más de 125 baños, nueva iluminación LED en los accesos, mesas de picnic para uso familiar y la instalación de 230 banderas con temática de competición en todo el complejo. Todo ello, complementado con mejoras varias en los puestos de venta, carreteras aledañas, accesos y puentes de entrada, así como en el vallado externo del complejo.
Fotos: IndyCar Media