Indy 500Servià clasificó a la primera, y saldrá 19º: "No ajusté nada en el coche"

Antes del inicio de la primera jornada de la clasificación, todo apuntaba a un doble drama español en Indianápolis, en el que tanto Fernando Alonso como Oriol Servià tendrían que salir a cara de perro para intentar imponerse a sus rivales y clasificarse para la carrera. El primero no lo consiguió, pero Servià no solo cumplió el objetivo, si no que lo hizo con notable alto.

El sorteo del día anterior para determinar el orden en el que cada piloto efectuaría su intento garantizado le había dejado en un poco ventajosa 25º lugar, con las esperadas temperaturas al alza y el agravante de un viento que complicó la vida a más de uno. No obstante, el veterano piloto catalán hizo gala de todos sus recursos y respondió con una tanda muy consistente que solo flojeó en el giro final. Su promedio, de 227.991 millas por hora, le garantizaba una posición en la parrilla de salida, inicialmente en 16ª posición y finalmente en la 19ª posición, compartiendo la séptima fila con Charlie Kimball y J. R. Hildebrand.

Sin prospecto alguno de Fast 9, Servià se conformó con lo obtenido, alabando la gran labor de su equipo: "Honestamente, no puedo estar más impresionado con mis ingenieros, con lo difíciles que estaban las condiciones de calor y viento. No ajusté absolutamente nada en el coche durante las cuatro vueltas, así de bueno era el coche. Se mantuvo muy consistente. En general, estoy muy feliz. Todo el esfuerzo y el mes han sido geniales, así que estoy deseando que llegue el 26".

Aunque el problema de drag del coche parece estar bastante solucionado, al menos en configuración de clasificación, la relativa falta de potencia sigue siendo un quebradero de cabeza pensando ya en la carrera, como reconoció en los micrófonos de Movistar F1: "La verdad, tal y como estaban las condiciones, con mucho viento y mucho calor, a estos coches les afecta mucho. Es difícil tener cuatro vueltas consistentes, y el coche estuvo lo más consistente. Quizá nos faltan unos cuantos caballitos, pero el coche en si, la puesta a punto, estoy muy contento con ello".

Siendo un ingeniero titulado con una década de experiencia al volante en Indianápolis, pocos entienden el efecto de esos intangibles tan esenciales, como el efecto del viento: "Afecta mucho, (en especial) en la recta si te viene por detrás o por delante. Estos motores tienen un régimen muy pequeño de funcionamiento; si se saca un poquito de donde está la curva de potencia, cambia mucho el vuelta a vuelta. Estamos yendo tan al límite con la aerodinámica para ir rápido en la recta, que llegas a la curva y (el coche) casi se va. Cuando te viene un poco de viento, te pasa como a Hinchcliffe, que te vas al muro. Por eso es importante tener un coche con buen agarre".

Sobre el papel, Servià se ha clasificado para su undécima Indy 500, lo que le convierte en el segundo piloto europeo más veterano de la historia de la carrera tras Arie Luyendyk. No obstante, su situación para la carrera podría variar en las próximas 24 o 48 si James Hinchcliffe, el piloto principal del equipo, no lograse clasificarse por segundo año consecutivo, después de accidentarse el sábado y recurrir a un coche reserva. Dado que lo que realmente se clasifican son los coches y no los pilotos, Schmidt tendría la opción de sustituir al piloto español, quien compite a través de una asociación con Team Stange Racing, y sin aportar más patrocinios. Dicha situación no se presentó el año pasado, entre otras cosas, por el tercer piloto Jay Howard, quien traía sus patrocinios propios.

Fotos: IndyCar Media