Indy 500Penske domina un velocísimo primer día, con problemas para Alonso

Por fin, los coches comenzaron a rodar en Indianápolis durante el primero de los cuatro días de entrenamientos oficiales, antes del fin de semana de clasificación. En él, se ha podido observar en condiciones normales que los cambios aerodinámicos efectuados sobre los coches permiten que éstos se sigan más de cerca que en 2018, pero lo más destacado han sido las altísimas velocidades alcanzadas en esta primera jornada.

Fernando Alonso, por desgracia, no pudo experimentar esas velocidades. Tras un inicio lento pero seguro, terminando de superar el rookie test que no pudo pasar el 24 de abril, el piloto de McLaren llegó a completar un promedio de 224.162 millas por hora en su mejor vuelta, antes de que un gran problema eléctrico en su monoplaza le hiciese volver a baja velocidad a los pits. El piloto asturiano regresó a pista brevemente para dar vueltas de instalación durante la sesión vespertina, pero el equipo terminó retirando el coche camino de los garajes con 50 vueltas completadas, y el 30º mejor tiempo del día.

En la primera media hora, el favorito local Ed Carpenter y el tri-vencedor Hélio Castroneves marcaron vueltas por encima de 228 mph a rebufo de otros coches, un registro que cerca de una decena de coches alcanzaron durante todo el día. No obstante, el equipo Penske fue finalmente quien dio el verdadero golpe de efecto durante la sesión libre de la tarde, con Will Power y Simon Pagenaud rozando las 230 mph de promedio. El vigente ganador de la prueba terminó el día al frente con una vuelta de 229.745 mph (39.173 segundos, 369,7 km/h de promedio), una marca 4 millas por hora más veloz que el mejor registro del primer día de 2018.

Entre los pilotos que rodaron en velocidades competitivas, Colton Herta mantuvo las buenas sensaciones del test y terminó en quinta posición como el mejor piloto con motor Honda, por delante de Sébastien Bourdais. No obstante, el estadounidense protagonizó el único incidente destacado de la jornada a falta de una hora para el final, con un trompo saliendo de boxes en la curva 2. El equipo Andretti, en general, también mostró músculo, con Zach Veach, Alexander Rossi y Marco Andretti superando también las 228 mph, y con Rossi dejando grandes sensaciones rodando en tráfico.

Completó el top 10 Ed Jones, el tercer piloto de Carpenter, quien tuvo el honor de ser el más veloz sin rebufos con un giro de 224.542 mph. Mucho más atrás terminaron los pilotos de Foyt y de Schmidt, equipo que sigue en busca de la velocidad que perdió en Indianápolis el año pasado. Ésto se escenificó en el caso de Oriol Servià, confirmado en la jornada de ayer, y que tampoco gozó de mucho rodaje. Tras 45 vueltas, su vuelta de 222.555 mph le situó en la peligrosa antepenúltima posición, fuera del top 33.

Entre los pilotos que participaron en la sesión destinada a novatos y pilotos del refresher test, destacó la labor de Kyle Kaiser, pilotando un monoplaza completamente blanco después de que el equipo Juncos se quedase sin sus dos patrocinadores hace tres días. Kaiser compensó esto con el mismo buen hacer del año pasado, rozando el top 20 pese a la falta de preparación del equipo. En el otro extremo de la baraja, Ben Hanley fue quien más sufrió para obtener velocidad, y Patricio O'Ward, que sufrió una rotura en la caja de cambios, no ha superado todavía el Rookie Test, aunque intentará hacerlo mañana en una sesión especial a las 16:20, previa al inicio de los entrenamientos.

Fotos: IndyCar Media