IndyCarPrimer test para Kyle Kirkwood, la gran promesa estadounidense de Andretti

El campeón de Indy Lights, récordman de las fórmulas de promoción americanas, debutó en Sebring al volante del #26 de Colton Herta. Compartió cartel con Devlin DeFrancesco, principal candidato para ser el 4º piloto de Andretti en 2022. Los planes de Kirkwood siguen en el aire: 5º coche, cesión... o sustituir a Herta.

Primer test para Kyle Kirkwood, la gran promesa estadounidense de Andretti
Kirkwood charla con Michael Andretti, propietario de Andretti Autosport - IndyCar Media

8 min. lectura

Publicado: 16/10/2021 19:00

En las últimas semanas, Andretti Autosport ha sido más noticia por sus coqueteos con la Fórmula 1 que por su actividad principal en IndyCar, donde la competición terminó hace casi un mes. El equipo, sin embargo, sigue mirando de cara a 2022 y ha efectuado esta semana un test en el circuito corto de Sebring con Kyle Kirkwood y Devlin DeFrancesco, dos jóvenes pilotos de su programa de Indy Lights que, casi con total seguridad y a falta de oficialidad, formarán parte de sus planes el próximo año en la categoría principal.

Casi toda la atención estuvo puesta sobre el desempeño de Kirkwood, que a principios de mes se proclamó campeón de Indy Lights en la ronda final de Mid-Ohio. El piloto de Florida, que cumplirá 23 años la próxima semana, llega con la vitola de haberse convertido en el competidor más exitoso de la historia de las fórmulas de promoción estadounidenses, ganando todas las competiciones en las que ha participado. Desde 2017, Kirkwood ha conquistado las tres categorías del Road to Indy (U.S. F2000, Indy Pro 2000 e Indy Lights), añadiendo por el camino dos títulos FIA, la Fórmula 4 estadounidense y la Fórmula 3 Americas.

En las 87 carreras disputadas en esos certámenes durante ese periodo, Kirkwood ha ganado 55, con un descomunal porcentaje de triunfos del 63%. Este último año, el estadounidense ha obtenido 10 triunfos en Indy Lights, igualando con ello el récord establecido por el malogrado Greg Moore en 1995, dejando atrás a un David Malukas que también cuenta con buenas opciones de competir en IndyCar este año. Es por ello que su primer test al volante de un Dallara IR18 había generado una gran expectativa, en medio de la cadena de rumores sobre un asiento en 2022 que aún está lejos de ser definido.

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Ni la lluvia que mantuvo a ambos participantes aparcados durante buena parte del día redujo su entusiasmo. «El coche lo hace todo fenomenal, pero no fue abrumador. En mi cuarta vuelta solo estuve a nueve décimas de mi mejor tiempo del día; fue como si al subirme al coche, tuviese la comodidad necesaria para ir rápido de inmediato. Eso no fue un problema, fue increíble de pilotar», afirmó Kirkwood, cuyo mejor crono de la jornada fue de 52.49 segundos tras un total de 50 vueltas. «El mayor cambio tecnológico que noté es el desarrollo de los amortiguadores que IndyCar tiene, ya que los equipos tienen libertad ahí para hacer lo que quieren. El coche lo absorbe todo muy bien. Es el mejor coche que he pilotado de largo».

Kirkwood llevó a cabo su test al volante del coche #26 que Colton Herta ha pilotado este año, y que podría llegar a ser su volante si Herta acaba haciendo las maletas rumbo a la Fórmula 1. Junto a él, las voces habituales de la radio de #26, el ingeniero Nathan O'Rourke y el ex piloto Bryan Herta, encargado de las estrategias. «Bryan me ha dado los mejores consejos sobre como afrontar el test desde dentro del coche. Anoche nos dijo a mi y a Devlin: "Os podría decir que salieseis con calma para acostumbraros a todo, pero honestamente, no queremos que tengáis que perder tiempo yendo lento. Así que salid ahí fuera y pilotad a fondo desde el principio. Eso es lo que esperamos de vosotros". Ese fue un consejo perfecto».

Por su parte, DeFrancesco se quedó a algo más de tres décimas de Kirkwood en su mejor vuelta (52.85 segundos). El canadiense de 21 años, habitual de las fórmulas de promoción europeas entre 2016 y 2019 hasta adentrarse en el Road to Indy, ha terminado sexto en su primera temporada de Indy Lights, donde sus dos podios de la primera ronda fueron los únicos del año. No obstante, sus importantes apoyos económicos le han situado como principal favorito para sustituir a James Hinchcliffe en el coche #29, el mismo que pilotó en el test bajo la batuta del ingeniero Ray Gosselin.

«Fue super agradable de pilotar. Con los frenos de carbono, puedes atacar las frenadas muy agresivamente. Es un coche super sofisticado en todo respecto a cualquier cosa que haya pilotado», aseguró DeFrancesco, cuyo mayores logros han sido su 3º puesto en el EuroFormula Open de 2017 y su subcampeonato de Indy Pro 2000 el año pasado. «Creo que Indy Lights es un buen entrenamiento porque, en varios aspectos, es un coche más difícil de pilotar que un Indy car. La sensación posterior es de mucha felicidad. Todo ha estado a la altura de mis expectativas, y hay mucho que aprender y asimilar. Solo estoy lleno de motivación para seguir avanzando y mejorando. Hay cosas que fueron muy bien, y cosas en las que tenemos que trabajar».

Kirkwood y DeFrancesco volverán a subirse a un Indy car el próximo 25 de octubre en Barber, en un test privado en el que Andretti Autosport dispondrá de cinco coches. En ellos se podrá ver la más que probable formación del equipo para la próxima temporada, con Colton Herta en el #26, Alexander Rossi en el #27, el recién incorporado Romain Grosjean en el #28 y Devlin DeFrancesco en el #29, mientras que Kirkwood pilotará un #25 para el que Michael Andretti está buscando los recursos para alinearlo a tiempo completo la próxima temporada. Si esto no resultase, y si Herta se queda definitivamente, la opción de colaborar con otro equipo mediante una especie de 'cesión' sería la única salida para evitar que Kirkwood disputase solamente las tres carreras (incluida las 500 millas de Indianápolis) que le garantiza su beca de 1.25 millones de dólares.

Fotos: IndyCar Media

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