IndyCarCoyne prescinde de Sébastien Bourdais por falta de presupuesto

El veterano tetracampeón francés se queda sin asiento debido a la pérdida inesperada de un gran sponsor. Bourdais, que supo de la noticia tras su primera prueba con el Aeroscreen, correrá en prototipos en el IMSA. James Hinchcliffe aspira a ocupar el asiento como compañero de Santino Ferrucci.

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Publicado: 22/11/2019 21:30

El periodo de descanso invernal en IndyCar continúa dejando auténticas bombas informativas casi cada semana, ya sea en relación con la categoría, los equipos o los pilotos, en especial en este último caso en lo referente a salidas totalmente inesperadas de hombres cuya presencia en la parrilla de 2020 se daba prácticamente por segura. A las tardías incorporaciones de James Hinchcliffe y Spencer Pigot a la lista de agentes libres se ha sumado la de Sébastien Bourdais, uno de los veteranos más ilustres del certamen.

El piloto francés apuntaba a iniciar su cuarta temporada con Dale Coyne Racing en 2020, toda vez que su contrato concluía al término de dicha temporada, y el pasado día 5 de noviembre, hace menos de tres semanas, participó en los test oficiales de homologación del Aeroscreen con el coche del equipo. No obstante, y para sorpresa de todos, el propio Dale Coyne ha confirmado este viernes que Bourdais no continuará en la formación la próxima temporada, alegando una inesperada falta de patrocinio que ha tumbado por completo los planes presupuestarios para contar con Bourdais, que era piloto a sueldo.

"Dejar ir a Sébastien es triste, y no tiene nada que ver con otros pilotos (...), si no con un problema de financiación", ha alegado Dale Coyne en declaraciones a Motorsport.com, donde ha explicado el motivo de la decisión forzosa. "Algo muy importante colapsó hace dos semanas y media, y las malas noticias nos llegaron justo antes de los test en Sebring. Se lo desvelamos a todos aquella noche. Es muy triste, él es una víctima de unas circunstancias que estaban absolutamente fuera de nuestro control".

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Por fortuna para él, Bourdais no se ha quedado quieto durante estas semanas, y el mismo viernes se confirmó a posteriori que el campeonato IMSA americano será su nuevo destino a tiempo completo. Allí correrá con un Cadillac DPi-V.R del equipo JDC-Miller, con el portugués Joao Barbosa como compañero todo el año, y con el francés Loïc Duval como tercer piloto en las pruebas de resistencia. Bourdais regresa así a los prototipos, un terreno que no frecuenta desde 2015, después de haber sido piloto oficial de Ford en la clase LMGTE-Pro (GTLM en el IMSA) en las grandes citas anuales de resistencia durante cuatro años.

El francés, que pilotó en Fórmula 1 en 2008 y 2009 tras ganar cuatro títulos consecutivos en la extinta Champ Car, llegó a Coyne a principios de 2017. Parecía casi una medida desesperada para seguir en parrilla, toda vez que el equipo ha sido siempre de los más modestos de la categoría. El francés acababa de perder su asiento tras la desaparición de KV Racing, equipo para el que había pilotado durante tres años, pero se adaptó de forma increíble a su nueva situación, iniciando su nueva etapa con una victoria en St. Petersburg y un segundo puesto en Long Beach.

Sin ir más lejos, Bourdais iba camino de la pole en las 500 millas de Indianápolis ese año, hasta que un brutal accidente le dejó fuera de combate durante tres meses, librándose de lesiones más graves. Al año siguiente, repitió victoria en St. Petersburg y firmó su mejor temporada desde su regreso en 2011, terminando séptimo. Su 2019 no fue tan provechoso, e Indianápolis se saldó con su segundo abandono seguido por accidente con un coche rápido, pero aún así logró terminar undécimo en la general, batiendo por poco a su novato compañero Santino Ferrucci con un podio y nueve top 10.

En adelante, Coyne, que no tiene pilotos confirmados para 2020, confía en la continuidad de Santino Ferrucci, así como la del ingeniero de Bourdais, Craig Hampson, y de los co-propietarios del que era su coche, Jimmy Vasser y James Sullivan, quienes facilitaron la obtención de su principal patrocinador los dos últimos años. Candidatos no faltan a ese asiento libre, pero las cantidades necesarias para una temporada completa (entre seis y ocho millones de dólares) son un freno sustancial, en un invierno que se está haciendo muy cuesta arriba en ese aspecto para muchos de los implicados a ambos lados de la ecuación.

El nombre de James Hinchcliffe, con quien se especuló durante el verano con un posible trueque con Bourdais, ha salido a la palestra, pero no es de descartar que la necesidad de financiación sitúe en primera plana a algún piloto del organigrama de Honda, con vistas a encontrar al futuro sustituto de Takuma Sato. Con todo, Bourdais asegura que su trayectoria como piloto de IndyCar no ha llegado todavía a su fin del todo, por lo que una presencia en las 500 millas de Indianápolis o un posible regreso futuro entran aún en las cartas. Difícil a sus 40 años y por su falta de recursos, pero no imposible

Fotos: IndyCar Media

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