IndyCarFerrari sigue en conversaciones con Penske para ser el tercer motorista
El presidente de Penske Corporation asegura que la categoría sigue conversando con Ferrari de cara a su posible incorporación. La permanencia de Honda y Chevrolet hasta 2026 se percibe como aliciente adicional de estabilidad. La categoría busca un compromiso para 2023, año de introducción de los híbridos.
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Publicado: 13/10/2020 14:30
En medio de la situación global más precaria de los últimos 70 años, a raíz del tsunami económico y sanitario de la pandemia del COVID-19, son muchas las marcas que se han replanteado su futuro en el automovilismo, bien derivándolo hacia nuevos objetivos o alejándose de partes importantes del mismo. Por ello es tan importante para la IndyCar Series haber podido confirmar la pasada semana la continuidad de Honda y Chevrolet como suministradores de motores. Dicho acuerdo abarca, según se ha conocido recientemente, hasta 2026, aún con la incertidumbre económica de los próximos años.
Una vez que Roger Penske y compañía han conseguido cerrar ese aspecto, con la concesión de retrasar las nuevas unidades híbridas a 2023, toca atajar el más delicado, el 'Pedro y el lobo' particular de los monoplazas americanos desde la fallida experiencia de Lotus en 2012: un tercer motorista. Conocidas son las fallidas negociaciones del pasado con marcas como BMW o Lamborghini, o el desinterés absoluto por parte de una Ford cuyo propietario no quiere saber nada de monoplazas desde el fin de la Champ Car.
Todo apunta, no obstante, a que el acercamiento por parte de todo un gigante como Ferrari es la mejor opción que se ha tenido hasta la fecha. Esta sensación está reforzada por el hecho de que es la primera negociación al respecto desde que Penske se hizo cargo de la categoría el pasado invierno. Así lo cree al menos Bud Denker, presidente de Penske Corporation, que asegura en declaraciones a RACER que las conversaciones iniciadas con el acercamiento de la marca italiana, reportado por primera vez el pasado mes de abril, continúan en progreso
«El diálogo continuo entre Roger y Ferrari es la mejor oportunidad, porque ese diálogo continúa. Y cuando me refiero a quién está teniendo ese diálogo, es al propio Roger Penske», afirma Denker, que preside la Corporation desde agosto de 2017. «Considero que tiene el gran mérito de haber desarrollado esas conversaciones, las cuales continúan. Hay otros interesados, sí, pero creo que la conversación más material sigue siendo con Ferrari. Con Roger Penske al mando, le doy una credibilidad bastante buena». Nótese la repetición de conceptos, algo muy usual cuando el entorno de Penske quiere recalcar algo.
El interés de Ferrari estaba motivado principalmente por la potencial necesidad de reubicar a una parte significativa de sus empleados, en el contexto del límite presupuestario que la Fórmula 1 aplicará a partir de la temporada 2021. Son varias las veces que la marca italiana se ha aproximado a la competición americana desde sus fallidas incursiones en las 500 millas de Indianápolis en los años 50, pero esta nueva situación, en la que Ferrari "solo" tendría que comprometerse a la fabricación de motores sin un chasis propio de por medio, resulta más propicia que nunca. Siempre y cuando, claro está, no se anteponga un potencial programa en el Mundial de Resistencia con un Hypercar.
Por supuesto, Denker no descarta hablar o trabajar con más motoristas, pero ese interés tendrá que darse de forma renovada con el nuevo tablero de juego: «El hecho de que hayamos anunciado un horizonte temporal significativo es importante, nos da un margen de seis años para planificar, asentar la categoría, traer a más equipos... Para tener más equipos, tenemos que tener más motoristas, y estamos en ello. Ese margen permite que otros sepan que tenemos dos grandes marcas, que tienen más oportunidades para entrar, tener tiempo de desarrollo, un motor competente y la tecnología adecuada para ser parte de la categoría».
En ese aspecto, Denker aseguró que el acuerdo con Honda y Chevrolet estuvo cerca de ser firmado «a principios de año», antes de que la pandemia obligase a reevaluar los términos, incluyendo el menor interés de Chevrolet en el concepto híbrido, los costes de dicho proceso y los detalles de la producción del sistema de recuperación de energía cinética, que seguirá estando estandarizado para ambos motores. Hasta qué punto esto será suficiente para convencer a Ferrari, o si los contactos iniciales han influido en los términos negociados, es algo que aún está por ver.
Fuente: RACER