IndyCarFoyt aparca el coche de Tatiana Calderón por la falta de pago de su patrocinador

Con el regreso del Honda Indy Toronto a la vuelta de la esquina tras una ausencia de tres años en las calles canadienses, la IndyCar Series presentará su parrilla menos numerosa de la temporada, con solo 25 coches en el compacto pit lane. Por desgracia, las dos sustracciones con respecto a los 27 de Mid-Ohio afectan a los coches pilotados por dos mujeres. La ausencia de Simona de Silvestro era ya conocida, ya que Paretta Autosport solo disputa tres carreras este año, pero el varapalo ha llegado para el equipo A. J. Foyt Racing y para una Tatiana Calderón que no competirá desde este fin de semana.

La piloto colombiana, que se encuentra en su primera temporada en el certamen con un programa centrado en las carreras de circuito, ha visto su programa paralizado de cara al futuro inmediato tras haber disputado siete carreras, con un 15º puesto en el Gran Premio de Indianápolis como mejor resultado. El motivo, según ha confirmado el equipo Foyt, reside en la falta de pagos de su principal sponsor ROKiT, cuya financiación impulsó directamente la ampliación del equipo a un tercer coche con el número #11 para este 2022.

La compañía de telefonía móvil ya estuvo presente en el equipo el año pasado como patrocinador principal del coche #14 de Sébastien Bourdais, un rol en el que han repetido este año con el novato Kyle Kirkwood además de su presencia en el vehículo de Calderón. Sin embargo, en los últimos dos meses, esta empresa ha presentado importantes retrasos o ausencia de pagos, que ya estuvieron a punto de dejar a pie a la colombiana en el pasado evento de Mid-Ohio antes de que un pago de última hora le permitiese competir. Allí sufrió su primer abandono del año por un problema mecánico.

En palabras de Larry Foyt, principal responsable del equipo, ROKiT ha manifestado su intención de proseguir el patrocinio lo antes posible, aludiendo a unas 'dificultades temporales'. Se desconoce si esas dificultades están o no relacionadas con la cuantiosa suma de 35 millones de dólares que fueron condenados a pagar en enero de 2022 por la ruptura unilateral de su patrocinio con el equipo Williams de Fórmula 1. Por lo pronto, esta situación no afecta a Kirkwood, que ya lució otro sponsor en la última carrera y cuya seguridad financiera depende más del acuerdo de cesión firmado con Andretti Autosport que del patrocinio de esta compañía.

Tanto en las 500 millas de Indianápolis como en el óvalo de Texas, el coche #11 fue pilotado por el veterano J. R. Hildebrand, quien mejoró en ambas citas el mejor resultado de Calderón. Debido a la proximidad de la cita doble en el óvalo de Iowa para los días 23 y 24 de julio, es de esperar que Hildebrand no compita en este evento, y que la ausencia de la piloto colombiana se extienda al menos hasta el Brickyard Grand Prix y el Gran Premio de Nashville, todos ellos en las semanas siguientes de forma consecutiva. Tras ello, solo tenía previsto competir en Portland y en Laguna Seca en el mes de septiembre. Pese a ello, Foyt ha descartado de plano subir al coche a potenciales interesados como Benjamin Pedersen (piloto de Indy Lights), confiando en poder resolver esta situación eventualmente.

Mientras dure esto, Calderón continuará con el equipo desde los pits, aunque no viajará a Toronto este fin de semana. Aúnque este hecho les obligará a reducir plantilla si se extiende en el tiempo, tener un coche menos en liza alivia un poco la carga de trabajo de un equipo un tanto sobrepasado con tres vehículos. Este año, el décimo puesto de Kirkwood en el Gran Premio de Long Beach ha supuesto el único top 10 de la formación, un hecho solo equiparable al de las peores temporadas de la histórica formación en 2003 y 2004. El joven estadounidense, al menos, ha mostrado algunos 'flashes' de brillantez; Dalton Kellett, por el otro lado, acumula ya 33 carreras en esta competición con un solo top 15 en su haber.

Tatiana Calderón llegó a IndyCar este año tras un exitoso test en julio de 2021, impulsado por un sponsor que invirtió en diferentes iniciativas y mecenazgos para apoyar a las mujeres piloto, tanto en la W Series como en otras competiciones. A las esperadas dificultades que ha encontrado a nivel de rendimiento, la piloto de 29 años se ha enfrentado también a una situación nada envidiable, en el peor equipo de la parrilla, sin test previos y sin casi experiencia en las pistas en las que compite- A falta de ritmo, aspecto en el que Simona de Silvestro ya le había superado pese a sus siete años de ausencia, Tatiana mostró una gran entereza en el coche, sin causar incidentes innecesarios. Por ahora, su curva de aprendizaje queda en suspenso.

Fotos: IndyCar Media