IndyCarJ. R. Hildebrand y Ed Carpenter, confirmados para las cinco carreras de óvalo

Con motivo de la primera cita oval de la temporada en las 375 millas de Texas el próximo 20 de marzo, la parrilla de IndyCar contará con dos novedades respecto al Gran Premio de St. Petersburg que dio el pistoletazo a finales de febrero. Dos pilotos estadounidenses, J. R. Hildebrand y Ed Carpenter, tendrán la oportunidad de subirse al tercer coche de sus respectivos equipos, A. J. Foyt Racing y Ed Carpenter Racing, en un rol que ocuparán durante las cinco carreras de óvalo que completan el calendario de 2022, incluídas las 500 millas de Indianápolis.

Este viernes se ha producido el anuncio oficial de Hildebrand, veterano de 34 años, como piloto de óvalos del coche #11 de Foyt, dando el relevo a una Tatiana Calderón que firmó un programa centrado en las carreras de circuito permanente y urbano para su temporada de debut. El piloto californiano, campeón de Indy Lights en 2009, está considerado un especialista en óvalos; ha obtenido los tres únicos podios de su trayectoria en este terreno, y acumula once participaciones consecutivas en la Indy 500, cita que estuvo a punto de ganar en su primer intento en 2011 hasta su famoso accidente en la última curva, por el que cruzó la meta segundo tras el malogrado Dan Wheldon.

De hecho, desde un fracturado 2013 en el que perdió su asiento tras accidentarse en la cuarta vuelta de la Indy 500, sus únicas apariciones más allá de Indianápolis datan de un frustrante 2017 como piloto a tiempo completo de Carpenter. Acabó 15º en la general, la misma posición que ocupó el año pasado en Indianápolis, donde ya fue tercer piloto de Foyt al volante de un coche con el número #1 en homenaje al 60 aniversario de la primera de la cuatro victorias de su dueño A. J. Foyt. Además de su nuevo rol, Hildebrand planea rescatar este año su proyecto para competir en la mítica Subida a Pikes Peak con un Dallara IR18 moderno, abortado en 2021 por problemas logísticos.

Una semana antes, Ed Carpenter Racing había formalizado que su fundador y propietario, Ed Carpenter, estaría al volante de un tercer vehículo en todas las carreras de óvalo. Una circunstancia habitual, pero que había quedado en el aire cuando Conor Daly fue anunciado como piloto a tiempo completo del segundo coche con el que Carpenter, de 41 años, ha competido en todos los eventos ovales desde 2014. Hasta este año, su formación solo había podido permitirse alinear una tercera máquina en la Indy 500, pero los nuevos apoyos económicos de sus pilotos han dado luz verde finalmente a esta expansión parcial, que no tendrá réplica en los circuitos ruteros.

La gran ambición de Carpenter desde su infancia es conseguir cruzar la meta primero entre los 33 competidores de la Indy 500. Con ello en mente, su coche llevará precisamente el número #33, que encaja también con su cumpleaños (3 de marzo) y con el número de victorias y poles (3) que ha obtenido en sus 191 carreras de IndyCar desde 2003. La gran mayoría de sus apariciones han sido en óvalo debido a su bagaje previo en los óvalos de tierra, aunque hasta 2013 no terminó de tirar la toalla. Carpenter no ha fallado a ninguna Indy 500 desde su debut en 2004, y este será su 19º intento en pos de la gloria que tan cerca tuvo en la edición de 2018, en la que acabó segundo tras su tercera pole en este evento.

El año pasado volvió a gozar de un coche competitivo, saliendo cuarto y terminando quinto en el que fue su único top 10 de la temporada en las cuatro carreras que disputó. Por lo pronto, sabe lo que es ganar en Texas, donde obtuvo su última victoria en 2014. Tras este evento y el de Indianápolis, que este año se celebrará el 29 de mayo, tanto Hildebrand como Carpenter participarán en la doble prueba de Iowa los días 23 y 24 de julio, y cerrarán su temporada el 20 de agosto en la Gateway 500.

Con estas confirmaciones, la parrilla de IndyCar contará en todas las citas de óvalo con un total de 27 efectivos, uno más que en circuito, rompiendo con ello varias estadísticas modernas para las carreras en óvalo fuera de la Indy 500. Desde la introducción del actual chasis en 2012, ningún evento 'normal' de óvalo había pasado de 26 coches, siendo las últimas referencias superiores las de las citas finales de 2011, con 29 coches en Kentucky y 34 en la trágica y abortada carrera de Las Vegas. De hecho, en los últimos ocho años (desde 2014), ningún óvalo más allá de Indianápolis había superado siquiera la cifra de 24 pilotos. Una buena señal para el potencial renacer de una disciplina necesaria para la identidad del campeonato.

Fotos: IndyCar Media