Previo y horarios del Gran Premio de Road America de IndyCar 2022

Culminando una racha de cinco semanas consecutivas de actividad en pista, la IndyCar Series se desplaza al estado de Wisconsin para disputar su octavo evento de la temporada en Road America, uno de los mejores circuitos del mundo y el trazado mejor valorado de todo el calendario, situado en las inmediaciones de la ciudad de Elkhart Lake. De nuevo, cambio de paradigma total para pilotos y equipos, que han atravesado el estilo europeo del Indy GP, la desaforada velocidad de las 500 millas y la tecnicidad bacheada de Belle Isle antes de enfrentarse a una montaña rusa que representa lo mejor y más variado de las carreras de circuito americanas.

En una competición acostumbrada a circuitos relativamente cortos por debajo de los 4 kilómetros, y con la ausencia de trazados más largos como Austin o Watkins Glen, destaca positivamente el perfil de Road America, cuya longitud de 6.515 metros da lugar a las vueltas más largas del año y a todo tipo de desafíos. Sus largas rectas y su fluido diseño, que no ha variado lo más mínimo desde su inauguración en 1955, propicia claras oportunidades de adelantamiento en la curva 1, en la 5 (con opción de contra-maniobra en la 6) y en la 12 (esta última conocida como Canada Corner).

Para los pilotos, no obstante, lo realmente disfrutable de Road America es la relativa ausencia de curvas lentas, las velocidades punta de hasta 315 kilómetros por hora, sus desniveles de hasta 46 metros, la combinación de las rapdísimas curvas Carousel y Kink, y el escaso margen para el error, con escapatorias de gravilla que penalizan cualquier pequeña excursión. Asimismo, su asfalto ha aguantado bastante bien el paso de los años, aunque este será el último año de la actual superficie antes de un reasfaltado en 2023 que debería suponer una mejora notable de los tiempos por vuelta.

Construido para reemplazar un popular circuito urbano de la época, Road America ha sido desde siempre escenario habitual de carreras de resistencia, y la Formula 5000 abrió la veda para los monoplazas en los años 70. Tras acoger dos pruebas mundialistas de resistencia a principios de los 80, entró en el calendario de IndyCar en 1982, espoleado por la invasión de equipos de Can-Am en el certamen. Se mantendría de forma casi ininterrumpida hasta 2007, con la excepción de 2005 debido a la menor asistencia y patrocinios. La prueba fue víctima de la reunificación de 2008, y solo la salida del venerado óvalo de Milwaukee pudo facilitar un regreso que ha sido todo un éxito desde 2016.

El líder de la general Will Power ganó aquella edición, y es el piloto más experimentado en Road America con nueve carreras, las mismas que un Scott Dixon que acumula dos triunfos en este trazado. Por el contrario, no han deparado ninguna victoria las ocho visitas de Graham Rahal y Simon Pagenaud, quien no se ha subido siquiera al podio en este trazado. Desde su retorno, incluida la cita doble de 2020, han estado también en todas las carreras Josef Newgarden y Alexander Rossi, ambos con una victoria en el zurrón, además del sempiterno Takuma Sato.

La nómina de vencedor en Road America la completan Felix Rosenqvist, que no pudo defender el año pasado su victoria de 2020 por lesión, y el vigente ganador del evento, Álex Palou. El piloto español, al que rodea ahora una importante rumorología sobre su futuro destino en base a los movimientos de su equipo Ganassi y los de McLaren SP, está en busca de su primer triunfo de la temporada, el cual le situaría casi con toda seguridad al frente de una general en la que ocupa la cuarta posición, a escasos 14 puntos de Power.

La parrilla de este evento tendrá 27 coches, uno más de lo habitual (y la más grande en Road America desde 1998), gracias al debut en pista en este 2022 de Paretta Autosport. El equipo de Beth Paretta, que compitió en la Indy 500 el año pasado, inicia en este trazado su asociación con Ed Carpenter Racing para alinear un monoplaza en un mínimo de tres pruebas con la intención de asentar un programa más sólido en 2023. Al volante estará Simona de Silvestro, que regresa a un circuito rutero de IndyCar siete años después. Compartirá pista con Tatiana Calderón, siendo esta la primera presencia femenina doble en parrilla desde la Indy 500 de 2015; en circuito no ocurría desde la última carrera de Sao Paulo en 2013.

El otro cambio del evento corresponde al retorno de Callum Ilott tras su lesión en la mano derecha, ocupando de nuevo su asiento en Juncos Hollinger Racing tras suplirle Santino Ferrucci en la cita de Detroit. La programación del evento también presenta una importante novedad, ya que la duración de los primeros entrenamientos libres se extiende de 45 a 75 minutos, la que hasta 2018 era la longitud habitual de estas sesiones. El cambio se efectúa por petición de los equipos para aprovechar mejor el tiempo en pista, y a modo de prueba con vistas a una posible implementación en otros circuitos el resto del año.

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Fotos: IndyCar Media