IndyCarBrillante podio de Alex Palou en la segunda de Iowa, dominada de nuevo por Josef Newgarden

El hecho de que Josef Newgarden volviese a ganar este domingo en el óvalo corto de Iowa, como ya hizo el sábado, parecía una evidencia inevitable, un acontecimiento que solo un imprevisto ajeno a su voluntad podía impedir, y esto no se produjo. Que saliese séptimo esta vez era lo de menos. Lo que no entraba en las quinielas era que Alex Palou, en una carrera en la que pintaban bastos antes y durante, lograse rescatar un podio desde su 12º lugar de salida.

La salida de la carrera destacó por las espectaculares arrancadas de Marcus Ericsson, que pasó del décimo al tercer puesto, y de Pato O'Ward, cinco puestos más hacia el sexto. Palou aprovechó también el momento para ganar dos posiciones y alcanzar la octava en la vuelta 20, pero para entonces todos los focos estaban en un Newgarden dispuesto a no esperar tanto como el sábado para ponerse líder.

El piloto de Penske ya había alcanzado la tercera plaza en la vuelta 26 y aprovechó un ataque infructuoso de Scott McLaughlin sobre el poleman Will Power para pasarlos a ambos en la vuelta 31, imprimiendo desde ese momento un ritmo imparable que solo McLaughlin podía aguantar a una cierta distancia. En sucesivas vueltas, Scott Dixon fue progresando hasta el cuarto lugar a costa de David Malukas antes de las paradas.

Antes y después de las paradas, Power cayó del tercer al sexto puesto, cediendo la iniciativa de la persecución a Dixon, O'Ward y Ericsson. Más atrás, Palou sufría al repetir la estrategia de alargar su primer stint, que le hizo perder posiciones, y en su segunda tanda cayó al duodécimo puesto a la par que intentó durante muchas vueltas que Newgarden no le doblase, llegando a repasarle antes de perder finalmente la vuelta del líder.

El 'Partido Powerista' no consiguió consolidar su poder pese a las dos poles.

En estas llegó un toque ligero de Agustín Canapino contra el muro en la vuelta 88 y la cuestionable primera bandera amarilla, que se alargó casi 20 vueltas mientras se reorganizaban las posiciones. Power volvió al top 3, pero la guerra se libraría detrás suya, saliendo ganador tras la resalida Dixon mientras Ericsson primero, y O'Ward después, perdían terreno y posiciones a costa de sus gomas. Este fue el punto más bajo de la carrera de Palou, cayendo hasta el puesto 13 tras Colton Herta, los McLaren y Callum Ilott, y en este momento perdía hasta 36 puntos con Newgarden.

El primer movimiento que cocinó las opciones del español de salvar los muebles llegó en la vuelta 145, cuando fue el segundo piloto en hacer su tercera parada después de O'Ward. Pasar a la ofensiva con el 'undercut' funcionó, al situarle octavo tras terminar la ventana de paradas, al igual que al mexicano con su cuarta posición. El segundo movimiento llegó con bandera amarilla, causada por una rueda errante del coche de Sting Ray Robb que varios pilotos estuvieron cerca de golpear.

Habiendo solo 13 pilotos en la vuelta del líder, Palou paró de nuevo para montar gomas nuevas, como hicieron también McLaughlin desde el segundo puesto, y Pato O'Ward desde la cuarta, amén de Kyle Kirkwood y Romain Grosjean. Palou usó la diferencia de ritmo a su favor para pasar al mexicano y ponerse después séptimo tras sus compañeros, mientras Newgarden mantenía a raya a Will Power.

La sorpresa era la aparición en tercera plaza de Rosenqvist, quien se había ubicado séptimo antes de las paradas y dejó en la estocada a Dixon y Herta tras la resalida para ser el principal perseguidor del duo de cabeza. Con las últimas paradas entre las vueltas 190 y 198, Palou ganó dos posiciones más sobre Ericsson, al que casi pasa en pista, y Dixon, a la par que Rosenqvist se puso segundo sobre Power por tener que esperar éste a que Ericsson hiciese su detención.

Sabiendo que era todo o nada, Rosenqvist llegó a tener el interior en la curva 1 sobre Newgarden, pero la superioridad del americano en la calle superior era incontestable. Cuando la carrera se dirigía a un plácido final, Ryan Hunter-Reay la alteró con un pequeño choque y una amarilla cuando quedaban once vueltas, siendo Palou el último piloto en la vuelta del líder en quinto lugar. Eso sí, nadie pudo jugársela a montar gomas nuevas.

Dirección de Carrera determinó que no había tiempo suficiente para dejar pasar a los doblados, abrir pits y ordenar después los puestos, así que se limitó a hacer solamente lo primero para poder relanzar a falta de tres vueltas para el final. Palou sacó petróleo una vez más rebasando a McLaughlin y a Rosenqvist, que había sido adelantado en la resalida con Power. De este modo, el piloto de Ganassi se hizo con un inesperadísimo podio que despertó la admiración del mismísimo dominador del fin de semana.

Newgarden acumula ya cinco victorias seguidas en óvalos, cuatro de ellas este año, en una racha que solo tiene reflejo en las siete de A. J. Foyt en 1964 y las cinco de Al Unser en 1970. Su doblete este fin de semana le sitúa como claro perseguidor de Palou, pero la diferencia de 80 puntos es más grande de lo que podría haber sido, y da a Palou algo más de margen de error, en especial con otro óvalo corto por delante como Gateway.

Dixon terminó finalmente sexto sobre un Herta que acabó en el lado positivo del yo-yo de su carrera, un Malukas que sumó buenos puntos para Coyne y un Ericsson que perdió demasiado terreno en su última parada, mientras O'Ward cerraba el top 10 sin haber sacado partido a la estrategia alternativa como sí hizo Palou. En el lado contrario de la baraja, el cuarto puesto en parrilla de Ed Carpenter se deshizo como un azucarillo con un problema al final del primer stint, y el sexto de Graham Rahal se destruyó por parar antes de la amarilla de Canapino. En dos semanas, más acción en las calles de Nashville.