IndyCarJuncos busca sobrevivir a la falta de patrocinios con el dinero de Sting Ray Robb

Uno de los objetivos a medio y largo plazo con el nuevo sistema de franquicias, o 'charters', impulsado por IndyCar a partir de 2025 radica en aportar un valor tangencial a la presencia de sus equipos en el campeonato, lo cual les pueda facilitar también obtener patrocinios a aquellos con mayores dificultades, en especial tras el aumento de costes por la adopción del sistema híbrido. Este es un aspecto en el que Juncos Hollinger Racing ha sido incapaz de hacer progresos significativos desde que regresaron a finales de 2021 pese a la considerable inversión de Brad Hollinger, y lo que les ha llevado a una elección de piloto no muy popular para ocupar uno de sus dos coches.

El equipo propiedad del argentino Ricardo Juncos ha confirmado este miércoles la incorporación de Sting Ray Robb, piloto estadounidense de 23 años que disputará su tercera temporada con su tercer equipo distinto, tras haber pasado por Dale Coyne Racing y A. J. Foyt Racing. Robb es un viejo conocido del equipo, donde compitió en las fórmulas inferiores entre 2019 y 2021, siendo con ellos campeón de USF Pro 2000 en 2020. Pese a dar el salto con un subcampeonato de Indy NXT bajo el brazo, Robb ha arrastrado casi desde su debut una reputación de 'piloto de pago', a tenor del gran contraste entre las cuantiosas cantidades que sus patrocinadores están dispuestos a pagar y una falta de resultados casi total.

Robb ha culminado sus dos temporadas en los puestos 23 y 20 de la general, pero los puntos obtenidos en los Entrant Standings (la 'clasificación de coches', incluyendo aquellos compartidos por dos o más pilotos) dejó a sus dos máquinas en los puestos 26 y 24, quedándose en ambos casos fuera de los 22 puestos que permiten obtener el millón de dólares por vehículo del programa Leader's Circle. A excepción de un noveno puesto en la Gateway 500 el año pasado, y un duodécimo en la última prueba de 2022 en Laguna Seca, Robb no ha terminado ninguna otra prueba por encima del 15º lugar, y en ninguna de sus 34 carreras ha logrado clasificarse entre los 20 primeros.

Las importantes conexiones comerciales de Robb en su nativa Idaho o en Oregon, varias de ellas de carácter marcadamente religioso o 'caritativo', le han permitido aportar hasta 12 millones de dólares anuales a cada uno de sus equipos, lo cual hizo que su anterior empleador Foyt rompiera de manera unilateral el contrato de tres años que tenía con Benjamin Pedersen. Esto no ha impedido que Foyt prescindiera finalmente de los servicios de Robb tras encontrar una solución mejor para su segundo coche en David Malukas, un piloto que, además de su propio aval económico, también trae el de Penske y el de sus buenos resultados.

Los dos pilotos que terminaron 2024 con Juncos, Romain Grosjean y un Conor Daly que suplió a Agustín Canapino tras perder su asiento, han peleado por encontrar el suficiente apoyo comercial para permanecer en sus asientos, lo que hizo que Juncos pospusiera todo lo posible el acuerdo final con Robb, y continúan en esa labor, aunque ahora solo aspiran a un asiento en este equipo. En caso de no obtenerlo, el panorama pinta feo para ambos, al menos de cara a 2025, ya que la gran mayoría de los cuatro asientos disponibles, si no todos, tienen como requisito aportar un patrocinio del que no disponen. Grosjean ya ha expresado su frustración ante este posible escenario, que podría poner fin a su periplo de cuatro años en IndyCar.

Siendo otro equipo sin patrocinadores propios, Dale Coyne está a la espera de cerrar un acuerdo con Todd Ault, ex-benefactor de Ed Carpenter, para permitirse al menos elegir a uno de sus pilotos, siendo Rinus VeeKay la opción predilecta tras un buen test reciente. Ya sea para uno, dos o tres asientos contando a Juncos, abundan los aspirantes en busca del dinero requerido: Toby Sowery (también probará con el equipo), Enzo Fittipaldi, Hunter McElrea, un programa compartido entre Katherine Legge y Jamie Chadwick... Y después, está el tercer coche de Rahal, que ha perdido recientemente su patrocinio, y que apunta a un duelo económico entre Pietro Fittipaldi (quien ya se ha buscado un plan B en el IMSA) y Devlin DeFrancesco. Susto o muerte, en el orden que prefieran.

Fotos: IndyCar Media