IndyCarVuelta al podio para Álex Palou en Long Beach tras otra clase magistral de Scott Dixon

Se han escrito, dicho, comentado, alabado y alegorizado muchos aspectos de la trayectoria deportiva de Scott Dixon, tantos que intentar buscar nuevos adjetivos parece fuera del alcance del léxico contemporáneo. Es lo que tienen 20 años consecutivos de victorias, uno detrás de otro. Es aún más notorio en tiempos recientes, cuando la velocidad pura no acompaña como antaño y le hace salir octavo, pero en los que sus poderosos intangibles pesan aún más que nunca para seguir llevando al veterano neozelandés una y otra vez al Victory Lane, incluso con un compañero tan exigente como Álex Palou que ha añadido en el Gran Premio de Long Beach otro trofeo de podio a su colección.

La historia de esta carrera se plasma desde unas primeras vueltas de terror para el poleman Felix Rosenqvist, que en apenas ocho vueltas cayó de forma irremediable al sexto puesto. De todos los pilotos que le superaron, solo llevaba blandos el líder Will Power, que se dispuso a poner tierra de por medio sobre Josef Newgarden a la par que Marcus Ericsson tomaba la iniciativa de la ofensiva de Andretti Global ante Colton Herta. También hubo terror en la zona de la fuente para McLaren, con una colisión trasera entre sus dos estrellas que les llevó a los pits, Alexander Rossi para reparar daños y Pato O'Ward para cumplir un Drive Through.

En la vuelta 16, el 'rookie' Christian Rasmussen perdió el control en la curva 4 y chocó contra el muro, causando daños colaterales a Jack Harvey y el único caution de la prueba. Siendo una amarilla algo temprana para la estrategia a dos paradas, Power aprovechó la oportunidad para hacer su primera detención, al igual que un Dixon que iba séptimo tras pasar en la salida a Christian Lundgaard. El danés recuperó en la parada otra posición perdida con Kyle Kirkwood, pero con un toque entre ambos que le llevó a tener que ceder después cinco puestos en pista.

El resto de hombres de cabeza optó por continuar, con Newgarden asumiendo el mando temporal del evento y la noción de que, sin más amarillas, los que habían parado lo tendrían harto complicado para llegar sin un splash final. Dixon, eso sí, montó blandos en esta parada y no tardó en despachar a Power, pasando a tener el control sobre cuánto y como ahorrar. ¿Les va sonando la trama? Los líderes de la estrategia normal esperaron a la ventana entre la vueltas 29 y 33, con Herta y Palou ganando posición sobre Ericsson al alargar un poco más su detención.

Durante el segundo stint, Dixon y Newgarden fueron la referencia indiscutible por ritmo de sus diferentes estrategias, yéndose el primero por casi 10 segundos y avanzando el segundo ante los pilotos de la estrategia opuesta hasta situarse sexto. El periodo de las vueltas 50 a 53 vio las segundas detenciones del grupo alternativo, que obligaba a stints finales de 32-34 vueltas muy complejos por gasolina, mientras que Newgarden hacía su parada final en la vuelta 58 tras abrir cuatro segundos de margen con Herta. Al salir de pits, su desventaja con Dixon era de solo siete segundos.

Conocedores todos de la habilidad del hexacampeón para crear gasolina donde no existe, Newgarden se dispuso a cazarle en pista, llegando eventualmente a su altura a 15 giros del final. Dixon tiró de todos los trucos de la baraja, gestionando bien todo el tráfico de doblados que iban encontrando, lo que permitió llegar paulatinamente a Herta, Palou y Ericsson. A falta de nueve vueltas, en la horquilla final, un breve efecto acordeón hizo que Herta tocase la parte trasera del coche de Newgarden, activando accidentalmente el sistema anticalado de su oponente y haciéndole perder velocidad en la salida de la curva. Solo le costó dos puestos al líder de la general, pero la victoria y muchos puntos cruciales se escaparon de sus manos.

Ya con el tráfico fuera de la vista, Herta trató de encontrar hueco en las tres vueltas finales, pero Dixon había hecho una labor tan efectiva que, pese a un larguísimo stint final con blandos, gastó en ese periodo más de un minuto de push-to-pass en su defensa, sistema que quema más gasolina en el aumento de potencia. Dio absolutamente igual, porque llegó y ganó, como acostumbra en estas situaciones. Victoria 57 en su trayectoria deportiva, segunda en Long Beach y dos décadas ininterrumpidas de triunfos para uno de los pilotos más trascendentales del automovilismo mundial en este siglo.

Aún sin cortar su sequía de casi dos años, Herta consagró su buen inicio de año con un gran segundo puesto, que no obtenía desde julio de 2022 en Toronto, escoltado por un Álex Palou que pescó puntos clave, sube al cuarto lugar de la general y recorta a 24 puntos su desventaja con un Newgarden que rumiaba su mala fortuna. Power perdió posición con Palou y Ericsson tras la última parada de estos, pero salvó el sexto puesto ante Kirkwood y un buen Romain Grosjean que mantuvo su buen récord en Long Beach avanzando ocho posiciones, gracias en buena medida a usar la estrategia normal y a su overcut sobre Rosenqvist en la primera parada.

RESULTADOS FINALES DEL GRAN PREMIO DE LONG BEACH

Usando también la estrategia normal por circunstancias forzosas, Rossi salvó los muebles con un gran stint final en el que ganó seis puestos para acabar en décimo, ayudado en parte por la avería de Scott McLaughlin a 14 vueltas del final cuando ocupaba ese puesto. A su vera terminó el debutante Théo Pourchaire, que recuperó más posiciones que nadie respecto a su puesto inicial y acabó undécimo aprovechándose de todos los que tenían que ahorrar al final, yendo en tándem con su compañero. Debut de lo más convincente para el vigente campeón de Fórmula 2 dado su inexistente rodaje previo, mientras O'Ward acababa un día aciago en 16º lugar y Lundgaard recibía la puntilla con un splash final.

La semana próxima albergará la tercera carrera de la temporada en Barber, antes de lo que será el último finde sin actividad oficial en pista hasta mediados de junio. Un contraste total con la larga espera hasta Long Beach, que ha brindado una prueba altamente interesante dentro de lo estratégico, sienta las bases para una pelea por el título que promete tener muchos protagonistas y, sobre todo, demuestra una vez más que nunca, nunca, hay que dar a Dixon por amortizado. Mientras él quiera y las banderas a cuadros acompañen, habrá guerra. El récord de A. J. Foyt ya está "solo" a 10 victorias...

Fotos: IndyCar Media