IndyCarMcLaren Racing hace oficial la adquisición del 75% de McLaren SP

Con el año 2021 a punto de cerrar sus últimos capítulos con muy poca actividad competitiva, uno de los principales equipos de IndyCar ha concretado ya de forma decisiva su futuro como estructura. Tres meses y medio después del anuncio efectuado a comienzos de agosto, McLaren Racing ha formalizado el acuerdo para convertirse en el accionista mayoritario de Arrow McLaren SP, la formación anteriormente conocida como Schmidt Peterson Motorsport.

McLaren anunció en el verano de 2019 el inicio de una fructífera asociación que supuso el cambio de denominación del equipo de cara a 2020, y con la que ambas partes consiguieron el objetivo de pelear por el campeonato, de la mano del mexicano Pato O'Ward. Ahora, la mayor integración económica y humana podría suponer el paso decisivo para consolidarse entre los grandes equipos de IndyCar y hacerse con los éxitos que Penske, Ganassi o Andretti suelen acaparar.

El comunicado oficial emitido hoy sirve como mera confirmación de los puntos clave anunciados en agosto: la junta directiva encabezada por Zak Brown en la que Sam Schmidt y Ric Peterson, ahora como accionistas minoritarios, estarán acompañados por tres personas designadas por McLaren, y el rol destacado de Taylor Kiel como presidente de operaciones del equipo, reportando directamente a Brown sobre el rendimiento y los diferentes desafíos que McLaren SP pueda encontrar durante un 2022 clave. De nuevo, los términos financieros bajo los que se ha producido el acuerdo se mantienen en la más estricta confidencialidad.

Siendo la gran apuesta de McLaren SP como piloto principal, Pato O'Ward pasó de ser una promesa atascada en equipos de poco presupuesto, a convertirse en una de las estrellas del certamen. En 2020 terminó cuarto en la clasificación general con una pole y cuatro podios, y en 2021 fue el principal contendiente de Álex Palou en la pelea por el título, siendo líder en dos ocasiones y obteniendo sus dos primeras victorias en el óvalo de Texas y el urbano de Detroit. Llegando a la cita final de Long Beach con escasas opciones, un problema mecánico le relegó al tercer lugar, perdiendo el subcampeonato con el bicampeón Josef Newgarden.

La gran cuenta pendiente de McLaren SP como equipo sigue siendo su segundo coche, que solo ha figurado cinco veces entre los 10 primeros en un total de 30 carreras. Su primer piloto, Oliver Askew, logró tres de ellos en las primeras seis citas, podio en Iowa incluído, pero las secuelas tardías de un fuerte accidente en Indianápolis afectaron a su rendimiento, y un mal manejo de la situación a nivel interno le dejó sin asiento para 2021. Su sustituto, el codiciado Felix Rosenqvist, tuvo un año aún peor en el que terminó fuera de los 20 primeros de la general, con solo dos tardías apariciones en el top 10 y perdiéndose dos carreras por una impactante colisión en Detroit.

La clave para valorar a McLaren SP como alternativa real en el futuro inmediato pasará por la mejora de rendimiento del #7 y por la estabilidad que da conservar a ambos pilotos. Más aún en una formación que, debido a lesiones u otros incidentes, solo ha completado todas las carreras de una temporada con la misma dupla en uno de los últimos siete años (2016). En el horizonte, para 2023, un tercer vehículo a tiempo completo que aparecerá en varias rondas de esta próxima temporada, para el que se vinculó a Nico Hülkenberg tras su test antes de que el alemán descartase esta alternativa, y al que Stoffel Vandoorne podría postularse tras su propia prueba la semana próxima en Sebring.