IndyCarPenske confirma a Scott McLaughlin como su cuarto piloto para 2021
El neozelandés de 27 años, flamante tricampeón de Supercars, disputará todo el campeonato. Acompañará al super equipo de Josef Newgarden, Will Power y Simon Pagenaud. St. Petersburg será el escenario de su debut en IndyCar este fin de semana en la carrera final de 2020.
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Publicado: 24/10/2020 09:30
La víspera del inicio de las actividades del Gran Premio de St. Petersburg ha sido el momento elegido por el Team Penske para oficializar su esperado gran movimiento de 2021. El equipo más exitoso de la historia de IndyCar, con 16 títulos y 18 victorias en las 500 millas de Indianápolis desde su debut en la categoría en 1968, ha confirmado en la madrugada del viernes al sábado que alineará a tiempo completo a Scott McLaughlin en la temporada 2021. Un fichaje que supone, por tanto, un regreso a la formación de cuatro coches que ya tuvo en 2016 y 2017.
Este anuncio se ha producido de forma simultánea a la confirmación del fin de los seis años de asociación de Penske con Dick Johnson Racing en el Supercars Championship, la competición australiana de turismos en la que McLaughlin ha dominado con mano de hierro ganando los tres últimos títulos. El neozelandés de 27 años es el cuarto piloto con más victorias en la historia de Supercars al acumular 56 triunfos, 48 de ellos desde su fichaje por el DJR Team Penske en 2017 al volante de su Ford Mustang GT. Sus números los dos últimos años han sido aún más contundentes, ganando 31 de las 56 carreras que inició ante una durísima competencia.
McLaughlin ya había hecho sus primeros pinitos en un IndyCar dejando muy buenas sensaciones en los test de febrero en Austin. Su anunciada participación en el Gran Premio de Indianápolis con vistas a un programa parcial nunca llegó a materializarse por la irrupción del COVID-19, limitándose a participar con gran éxito (dos victorias) en la competición virtual que IndyCar realizó entre sus pilotos. Este mismo fin de semana en St. Petersburg, solo unos días después de acabar su programa de Supercars, McLaughlin hará su debut en competición durante la carrera final de la temporada 2020 de IndyCar, que servirá ahora de iniciación adelantada.
Su estatus en la categoría, pese a su trayectoria, será el de novato y candidato claro al 'Rookie of the Year', siendo el primero que pilota para Penske desde un Gonzalo Rodríguez que perdió la vida en su segundo evento con el equipo en 1999. La llegada de McLaughlin refuerza así un equipo de campeones en el que acompañará a Josef Newgarden, Will Power y Simon Pagenaud como el 'benjamín' del grupo en todo. No en vano, su única experiencia competitiva en monoplazas data de una ronda de la Victorian Formula Ford, al comienzo de su carrera en 2010, en Phillip Island. Aún con todo, su talento natural y su capacidad de adaptación parecen casi incuestionables, pero St. Petersburg será una dura primera piedra de toque.
Aunque McLaughlin es desde hace tiempo un ávido regular de las carreras virtuales de IndyCar, sorprendió en parte que escogiese saltar a Estados Unidos en los monoplazas y no hacia la NASCAR. A ello parecía dirigirse debido a la mayor popularidad de esta categoría, su propio bagaje previo, la cada vez mayor similitud de los coches con los que pilota en Australia, y el notable aumento de carreras de circuito que presenta. El precedente era el de Marcos Ambrose, bicampeón de Supercars que procedió a competir en los stock cars entre 2006 y 2014. Con todo, Penske también compite en NASCAR, así que nunca se sabe...
En el otro lado de la baraja se sitúa el fin de la trayectoria de Penske en Australia, programa que termina a la par que su vertiente de resistencia americana en el IMSA, cuyos recursos se usarán para el coche de McLaughlin como ya ocurrió con Will Power en 2010 a costa del equipo de American Le Mans Series. Roger Penske adquirió el Indianapolis Motor Speedway y la IndyCar Series el pasado invierno, pero la irrupción del COVID-19 ha agravado el impacto económico de la inversión, obligando al billonario a inyectar más recursos propios para mantener la viabilidad de la categoría. La consecuente onda piroclástica se ha llevado por delante estos dos programas, volviendo Penske a concentrarse por ahora en los monoplazas y los stock cars
A este anuncio se sumará este sábado el de Jimmie Johnson, heptacampeón de NASCAR, cuya llegada a la categoría con un programa parcial en Chip Ganassi Racing para la carreras de circuitos en 2021 pasará de "intención oficializada" a realidad confirmada con el anuncio de su patrocinador. Johnson, que ocupará un coche adicional y no la futura vacante de Felix Rosenqvist, es el primer gran nombre de NASCAR en casi medio siglo en cruzar esa línea divisoria para algo más que un cameo, y se suma a la lista de campeones del automovilismo mundial vinculados con IndyCar de una forma u otra en años recientes, a pesar de que el COVID-19 haya impedido la presencia de Fernando Alonso más allá de Indianápolis este año.
Todo ello contrasta con la época en la que el mencionado Ambrose llegó a la NASCAR, la de su mayor popularidad y bonanza, en la que se atrajo también a notables estrellas de la historia de IndyCar: Juan Pablo Montoya, Jacques Villeneuve, Sam Hornish Jr, Dario Franchitti, Danica Patrick... Todos ellos se marcharon de, o declinaron competir en, una IndyCar que luchaba por sobrevivir a los efectos secundarios del Split ante el 'monstruo de seis mayúsculas'. Hoy día, aún en segundo plano a nivel nacional, ya es el campeonato que atrae a campeones externos y retiene a los suyos. ¿Signo de los tiempos?