IndyCarDixon gana a Rosenqvist por 93 milésimas en un final de infarto en Mid-Ohio

Tras cuatro temporadas sin victoria en Mid-Ohio, Scott Dixon se redimió consiguiendo su sexta victoria en su trazado estrella, y la segunda de la temporada, reenganchándose además a la pelea por el campeonato, y de la forma que tiene acostumbrada a toda la parrilla: saliendo desde la octava posición, y a base de asumir riesgos con una estrategia de ahorro de gasolina, calculada a la perfección y con un manejo de gomas sin rival. Su plan, no obstante, estuvo cerca de salir mal a merced de su compañero, un Felix Rosenqvist que rozó su primera victoria en IndyCar.

La salida, más estirada de lo habitual, no deparó cambios en las primeras posiciones, con Will Power manteniendo a raya a Alexander Rossi y Josef Newgarden, siendo Dixon el único piloto del top 10 en avanzar al superar a Colton Herta por la séptima posición. Por detrás, una frenada muy agresiva de Marcus Ericsson terminó en colisión con su compañero James Hinchcliffe, lo que le hizo perder vueltas al canadiense y abandonar al sueco a las primeras de cambio en boxes. A su vez, Takuma Sato también se salió de pista en un incidente separado, atravesando la grava.

Con todos los líderes yendo a su ritmo en su primer stint, no fue hasta la novena vuelta cuando se produjo un cambio en los primeros puestos, al ganar Ryan Hunter-Reay la novena posición ante Jack Harvey, mientras Sébastien Bourdais y Rosenqvist presionaban muy de cerca la cuarta plaza de Simon Pagenaud, y Power no conseguía soltar a Rossi a más de 1.5 segundos. En las siguientes vueltas, Newgarden, Pagenaud, Hunter-Reay y Herta pararon para iniciar su estrategia a tres paradas, mientras el resto iba a dos. En estas, empezaron a destacar los Ganassi, que habían salido con duros, frente a Power y Rossi con sus gomas blandas.

Poco después de una colisión entre Bourdais y Herta que le costó tiempo y posiciones al francés, Rosenqvist dio caza a los líderes de carrera, adelantando a Rossi en la vuelta 18 y a Power cuatro vueltas más tarde. Rossi trató de mantener su estrategia, pero el desgaste de sus blandas era más acusado, y terminó parando en la 27, lo que le comprometía ir a dos paradas. Tras las paradas, Newgarden, Pagenaud, Hunter-Reay, Herta y Rahal lideraban con su estrategia a tres paradas, pero Rosenqvist había conseguido poner a Bourdais y Harvey entre él y sus perseguidores, ampliando esa lista a Rahal cuando le adelantó poco después.

Pigot, por su parte, aprovechó una rápida parada para situarse con tres segundos de ventaja sobre Power y Dixon, que protagonizaron una intensa pelea durante cuatro vueltas en la que rozaron el accidente varias veces, hasta que el neozelandés adelantó en la vuelta 34. El segundo turno de paradas de los que iban a tres deparó una parada muy lenta para Newgarden, quien había alargado más que nadie, pero al que un problema con la manguera de la gasolina le hizo salir detrás de Hunter-Reay y tener que defenderse de Pagenaud al límite. Hunter-Reay pasaba a marcar la referencia con Rosenqvist, a 27 segundos, mientras Power quedaba claramente descolgado del duo Pigot-Dixon, teniendo a Rossi a dos segundos.

En la vuelta 46, contra todo pronóstico, Rosenqvist adelantó notablemente su segunda parada, variando a tres su estrategia para hacer dos stints de 22 vueltas, algo que Pigot imitó en la vuelta siguiente. El sueco salió de boxes justo delante de Rossi, en tercer lugar, y Pigot en el noveno, sin superar a Herta hasta la vuelta 53. Un giro después, un lanzadísimo Rosenqvist superó a Power por el segundo lugar tras rodar cinco curvas en paralelo, pero por delante Dixon había construído una ventaja de 15 segundos con el neumático blando. Cuando Dixon hizo su parada, la ventaja del sueco era de 10 segundos, con una parada por delante, pero con un stint y medio a fondo mientras Dixon encontraba tráfico con Hunter-Reay, Newgarden, Pagenaud y Pigot, aún por hacer su última detención.

Cuando Rosenqvist hizo su última parada, al término de la vuelta 66, tenía una ventaja de 15 segundos sobre Dixon, pero al salir de boxes, la ventaja del neozelandés era de algo más de ocho segundos. Buscando de nuevo estirar otro juego de blandas 30 vueltas, el líder de Ganassi consiguió alcanzar una ventaja de 10 segundos que empezó a gestionar de inmediato. Su ritmo, después, comenzó a desplomarse muy gradualmente, hasta llegar Rosenqvist a su altura. Por fortuna para Dixon, cuatro doblados le hicieron de cobertura entre él y su compañero, pero Rosenqvist, pilotando al límite, consiguió superarlos a todos a falta de vuelta y media.

En una última vuelta de infarto, Rosenqvist eligió pillar por sorpresa a Dixon en el Keyhole, pero erró en la aproximación, rozó a su compañero y perdió toda inercia para pasarle en la recta de atrás. El sueco lo forzó al máximo ante su compañero en el resto de la vuelta, y ambos cruzaron la meta separados por apenas 93 milésimas, teniendo que conformarse Rosenqvist con su primer podio en IndyCar. El lentísimo ritmo de Dixon en las vueltas finales permitió a Hunter-Reay y Newgarden alcanzarles, y Newgarden vio la oportunidad de ganar la tercera posición, en el mismo sitio y vuelta que Rosenqvist, pero su maniobra fuera-dentro terminó en colisión con Hunter-Reay, y con Newgarden, líder del campeonato, trompeado en la gravilla del exterior de la pista, terminando 14º.

Tras Hunter-Reay, que ha sumado su segundo podio de la temporada, completaron el top 5 Power y Rossi, que da un paso de gigante en la pelea por el campeonato acabando justo por delante de Pagenaud. Pigot, con una provechosa séptima posición, Herta, Rahal y Bourdais completaron el top 10 de una carrera estratégica que terminó con un duelo absoluto por la victoria, y en la casi primera victoria del fenómeno sueco de Ganassi. Pese a todo, nada parece initmidar en su circuito estrella a un Dixon que aún sueña con un sexto. En este caso, su sexto campeonato.

Fuente: IndyCar Media