IndyCarÁlex Palou se complica la vida y saldrá 24º en la pelea final de Nashville; pole de Kirkwood

La decisiva carrera final que determinará al campeón de IndyCar en esta temporada 2024 tendrá un incentivo de lo más intrigante en cuanto a las posiciones de los dos pilotos que se baten en duelo por su respectivo tercer entorchado. El líder Álex Palou, que llega al Music City Grand Prix con una ventaja de 33 puntos en la general, tendrá una difícil tarea de partida en el Nashville Superspeedway, ya que una mala sesión de clasificación y una sanción previa por montar un nuevo motor le obligará a defender su liderato desde la 24ª posición, veinte puestos por detrás de su oponente Will Power.

Después de haber dejado unas sensaciones inmejorables en los libres de la tarde, donde lideró con contundencia junto a su compañero Scott Dixon, la velocidad del coche del piloto español se evaporó a la hora de la verdad. La primera de sus dos vueltas, con un promedio de 200.503 millas por hora, ya era solo la novena mejor de la parrilla, pero un segundo giro mucho menos provechoso de 198 mph le hundió el promedio de ambas vueltas a un 199.532, así como al puesto 15 por velocidad, sin que el piloto de Ganassi tuviera muy claro por qué. Aplicada la sanción por su nueva unidad de potencia, Palou solo tendrá detrás a otro sancionado y a dos pilotos que no pudieron completar un intento de clasificación válido.

El único piloto que le puede dar caza, Power, se situó en la cuarta posición, la cual por sí sola sería insuficiente mañana en cualquier escenario para aspirar al 'sorpasso'. El veterano piloto de Penske se quedó ligeramente por detrás en ambos giros de los cronos de Felix Rosenqvist, que dio un recital de control y manejo de las herramientas del coche #60 de Shank, quedándose con un promedio de 200.628 mph. Subir al tercer puesto solo le valdría si lidera muchas vueltas y Palou termina del 25 para abajo,, y un segundo lugar solo obligaría al español a un asumible 18º puesto, por lo que las esperanzas de título del australiano pasan por ganar y esperar que Palou termine por debajo de la novena plaza.

Esquivada la temible lluvia a lo largo de toda la jornada, las condiciones de viento y agarre cambiaron de forma decisiva entre libres y clasificación, lo que resultó muy a favor de los intereses de Kyle Kirkwood, ganador vigente de la prueba en el circuito urbano. El piloto de Andretti, cuyo segundo puesto en Toronto ha sido el único gran highlight de un año muy consistente, se ha hecho con su segunda pole en IndyCar y la primera en un óvalo, promediando 201.520 millas por hora en dos vueltas difícilmente mejorables. El único piloto que estuvo en su liga fue Josef Newgarden, que pasó de sufrir en los libres a superar también las 201 millas por hora en ambas vueltas. En tiempo total se quedó a 40 milésimas, mientras que Rosenqvist estaba a dos décimas exactas en apenas 47 segundos cronometrados.

Volvieron a respaldar su excelentes desempeños ovales Santino Ferrucci, David Malukas y Conor Daly, clasificando en ese orden del quinto al séptimo puesto. Pato O'Ward tuvo una primera vuelta mejor que ellos tres, pero en la segunda perdió bastante tiempo y tuvo que conformarse con el octavo lugar. Fue el menor de los dramas de McLaren, ya que un problemático bache entre las curvas 3 y 4 les dio grandes quebraderos de cabeza en sus otros dos coches. Alexander Rossi, sancionado de antemano, salvó por los pelos un accidente que no pudo esquivar en los libres Nolan Siegel. Los daños de su aparatoso incidente le impidieron clasificar, lo que aprovechó su equipo para montarle un motor nuevo, y ambos cerrarán la parrilla.

Completó la lista de sancionados Scott McLaughlin, que hasta ahora no había salido este año del top 2 en una qualy de óvalo, pero que tendrá que salir 18º en esta ocasión tras una clasificación poco afortunada. Esto promociona al top 10 a Colton Herta, sorprendentemente lejos de Kirkwood tras sus buenos libres, y por detrás de un Linus Lundqvist que resultó ser el mejor clasificador de Ganassi contra todo pronóstico. Scott Dixon también acusó el cambio de condiciones y un reglaje muy conservador, que relega al ganador de las tres últimas carreras en el Nashville Superspeedway (2006-08) al duodécimo lugar de partida.

En esas inmediaciones del top 10 podría haber terminado Sting Ray Robb, que iba camino de terminar su espantoso récord clasificatorio (ningún top 20 en 33 carreras) con una primera vuelta por encima de 200 millas por hora. En el segundo giro, sin embargo, su coche sufrió un problema mecánico y se quedó sin completar el intento. También tuvo problemas Christian Rasmussen con un pequeño incendio, aunque en su caso se produjo en su retorno a los pits. Ambos se encuentran en medio de una intensa batalla por salvaguardar un millón de dólares para sus respectivos equipos, junto a un Pietro Fittipaldi que salvó muy decentemente otro desastre oval de Rahal. Si no tienen problemas Malukas y Daly, la pelea estará entre ellos tres.

Así las cosas, el primer final de temporada oval desde 2014 presenta un escenario de lo más inquietante, sin que la intervención de la lluvia haya quedado ni mucho menos descartada para mañana. Evitar verse atrapado en un incidente ajeno, o evitar causar uno propio, será la principal misión de un Palou que sabe que su rival tiene la presión de avanzar. Si el guión de su temporada se repite sin mayores complicaciones, está en su mano ser campeón, pero salir atrás hace que su dependencia de sí mismo esté ahora mismo a merced de las circunstancias y los elementos. Nadie dijo que un tercera vez fuese fácil.

Fotos: IndyCar Media