IndyCarDixon se reengancha con victoria entre los accidentes de Nashville; quinto podio para Palou

Después del festival de interrupciones de la edición pasada, nadie llegaba al Music City Grand Prix de este año sin ser consciente de la posibilidad de que las situaciones caóticas se podían repetir. En ese sentido, el circuito de Nashville no ha decepcionado y ha hecho honor a su nuevo apodo de 'Crashville', con una carrera en la que el Pace Car intervino hasta en ocho ocasiones con una bandera roja incluida (una menos que 2021 en ambos casos). Dos de esas ocho afectaron directamente al orden de carrera, y como veterano curtido en mil batallas, fue Scott Dixon quien supo aprovecharlo mejor que nadie para obtener su segunda victoria de 2022 desde el 14º puesto de parrilla, pese a hacer un total de seis pit stops.

Como ya ocurrió en clasificación, la presencia de una fuerte tormenta eléctrica obligó a aplazar 1 hora y 45 minutos el inicio del evento para proteger a espectadores y comisarios. La pista ya estaba seca cuando todo comenzó, y un acertado Álex Palou aprovechó su primera oportunidad para adelantar a Christian Lundgaard por el tercer lugar, por detrás del poleman Scott McLaughlin y de Romain Grosjean. Solo hizo falta esperar ocho vueltas para la primera bandera amarilla, cuando Alexander Rossi se quedó parado al apagarse su motor de forma extraña tras una pasada de frenada. Un inicio desastroso para Andretti, toda vez que Dalton Kellett dejó pocas vueltas antes a Colton Herta sin alerón delantero en un duelo por posición.

Lundgaard también perdería posición con Pato O'Ward en la resalida, pero lo recuperó pronto y se fue a por un Palou que empezó a acusar el desgaste de sus blandos antes de lo esperado, algo que acabó siendo una bendición. El español tuvo que adelantar su parada a la vuelta 20, y la suerte le sonrió dos giros después cuando Hélio Castroneves se quedó trompeado en mitad del puente. A casi toda la parrilla le tocaba hacer su primera detención con bandera amarilla, lo que situó a Palou como líder de la prueba precedido por un Jimmie Johnson que lo había hecho en el primer 'caution', y los tres pilotos que también se adelantaron a la segunda amarilla (Simon Pagenaud, Kyle Kirkwood y David Malukas). En esas paradas, Will Power le ganó la partida a tres pilotos para situarse detrás de Grosjean.

La siguiente resalida no llegó a durar una vuelta. En la difícil y estrecha sección norte, el tapón que causaba el coche de Johnson provocó un efecto acordeón por el que Power fue golpeado por O'Ward, y este por Graham Rahal. El mexicano terminó abandonando por los daños, Rahal chocó en el puente cuando intentaba volver a pits al descolgársele el alerón, y Josef Newgarden se quedó tirado antes de poder reemprender la marcha. Justo a la vez, por detrás, el tapón hizo que Callum Ilott golpease a Dixon, causando un incidente de cinco coches en el que Simona de Silvestro y Kellett se quedaron también fuera de combate.

En este periodo de bandera amarilla, Dixon llegó a parar hasta tres veces en pits para reparar daños y repostar, y lo haría de nuevo con otro caution inmediato en la vuelta 34 cuando un ataque desesperado de Devlin DeFrancesco sobre Takuma Sato por el 15º puesto mandó a ambos pilotos al muro. En todas estas resalidas, McLaughlin recuperó poco a poco lo perdido hasta ubicarse segundo en la vuelta 43 a costa de un Pagenaud que empezó a experimentar problemas en el diferencial. Durante este stint, el segundo que llegó a 12 vueltas de bandera verde, Power perdió también posiciones con un breve problema eléctrico que le sacó del top 10, y Rinus VeeKay tiró con un trompo en la vuelta 50 una buena carrera en la que había pasado en pista a Felix Rosenqvist y a Lundgaard.

Por entonces, Palou mantenía un margen decreciente sobre McLaughlin que apenas superaba el segundo, y Malukas aguantaba en tercera posición sobre Grosjean y Kirkwood, pero la carrera volvió a voltearse justo al inicio de la segunda ventana de paradas. Situado en 15ª posición, Dixon hizo su sexta parada en la vuelta 50 junto a las segundas de Lundgaard y Power, y consiguió salir por delante de ambos. Solo dos vueltas después, el retornado Rahal se fue largo en una curva y VeeKay se estrelló contra él, causando otro providencial caution para los tres 'afortunados' en el que Dixon era el gran beneficiado. Newgarden, que había parado en la amarilla de la vuelta 38, se la jugó a quedarse fuera, pero Dixon era en la práctica el líder real.

En dirección totalmente opuesta, McLaughlin fue a parar al 15º lugar tras una parada desastrosa. Palou salió de pits sexto tras un Jack Harvey que había parado en la vuelta 45, pero que no tardó en hundirse tras la resalida. El español rebasó también a Power, pero en su maniobra sufrió daños en el alerón delantero al tocar el neumático trasero del australiano, que perdería varios puestos poco después. Por detrás, venían adelantando coches a pares un resucitado Herta y McLaughlin, que ganó ocho puestos en cinco vueltas. Entre los adelantados estaban los novatos Malukas y Kirkwood, que vieron su prometedor día terminar en las protecciones de la curva 9 cuando peleaban por la séptima posición.

Newgarden renunció a su apuesta parando en este caution, y McLaughlin cogió el toro por los cuernos en la resalida adelantando a Herta y a Palou. En este punto, Marcus Ericsson vio su séptima posición desvanecerse por aparentes problemas de motor, y el posible mejor resultado de Jimmie Johnson en un circuito se escapó con un inusual accidente en el extremo norte del puente cuando iba 13º. La resalida a cinco vueltas del final fue breve, pero permitió ver a McLaughlin quitarle la segunda posición a Lundgaard, y a un Newgarden que, tras ganarle el interior a Herta y Rossi, intentó lo propio con Grosjean en una maniobra polémica. El francés no cedió el exterior, acabó estrellado y la bandera roja voló sobre Nashville para intentar tener un final competitivo.

Por la situación de la línea de meta respecto a las resalidas, solo fue una vuelta y cuarto, pero no estuvo exenta de intensidad. Palou estuvo ágil para rebasar a Lundgaard, y la victoria bien podría haber acabado en manos de un McLaughlin que cruzó la meta en paralelo con Dixon. Solo 107 milésimas les separaron, en el cuarto final más apretado de la historia de IndyCar en circuito, más que suficientes para una victoria 53 que sitúa al veterano neozelandés en segunda posición de la general y a solo seis puntos del liderato de un Power que terminó el día undécimo.

El luchado quinto podio de Palou en 2022 incluyó un abrazo y breve interludio posterior con Chip Ganassi pese a su pugna judicial, y un bonus de dos puntos por liderar el mayor número de vueltas con un total de 31. Esto acerca al español a 33 puntos del liderato de IndyCar, aunque aún en quinta posición de la tabla tras Ericsson y un Newgarden que acabó la carrera sexto. Rossi y Herta dieron por bueno el top 5 tras su accidentado comienzo, y Lundgaard se despeñó hasta la octava plaza entre Rosenqvist y Pagenaud, dejando su gran fin de semana sin premio. Solo 15 coches acabaron la carrera, el número más bajo desde 2018, y Harvey aprovechó la circunstancia para sumar su primer top 10 del año.

Tras un final de lo más explosivo y accidentado a cinco semanas seguidas de carreras, aguarda un pequeño descanso antes del óvalo de Gateway dentro de dos semanas. Por delante, solo tres duelos más, con siete candidatos a todo separados por menos de 60 puntos.

Fotos: IndyCar Media