IndyCarPole superlativa de Colton Herta en Nashville; Palou minimiza daños y saldrá en top 10

Durante los entrenamientos libres, la sensación prevalente era que Colton Herta estaba en un universo diferente al del resto de sus competidores en el nuevo circuito de Nashville, pero aún quedaba la intriga de comprobar si el piloto o su coche rendirían tan bien con unos neumáticos blandos que nadie había tenido la oportunidad de probar en dichos libres. Se hizo de rogar esa comprobación, y eso mismo permitió un tiempo estratosférico en el Fast 6 que llevó al joven Herta a conseguir en el Music City Grand Prix una de las poles más dominantes que se recuerdan.

Durante su grupo en la primera ronda de clasificación, Herta no necesitó siquiera montar el blando, una circunstancia casi insólita en una categoría donde una décima te puede hacer perder varios puestos. Su 1:14.706 con los duros mejoraba por mucho el tiempo de todos los demás pilotos con los blandos, y solo un pequeño error en su siguiente vuelta le impidió bajarlo ocho décimas más. De hecho, solo Scott Dixon con un tardío intento consiguió mejorarlo. El estadounidense echó el ancla en el Fast 12 en cuanto obtuvo un tiempo "decente" y guardó fuerzas en este exigente trazado urbano para un Fast 6 en el que gozaba de un segundo juego de blandos nuevos del que los demás, como suele ser habitual, ya no disponían.

Con el coche perfecto, y las gomas perfectas, faltaba el pilotaje perfecto, y Herta pareció acercarse mucho a ello. Primero con un 1:14.223 que ya habría bastado por sí solo para conseguir la pole, y después con un 1:13.683 con el que impuso su ley para conseguir la sexta pole de su carrera, y la segunda de la temporada. De nuevo, solo Dixon fue capaz de estar en su liga a la hora de la verdad, con un no menos excelente 1:14.232 con blandos usados, más aún teniendo en cuenta que la clasificación no ha sido su punto fuerte en los últimos años.

Tras ellos, Álex Palou fue el mejor del resto. Durante buena parte de la sesión, el piloto español soñó con dar la sorpresa y conseguir la primera pole de su carrera. A fin de cuentas, la que le dieron por lluvia en el óvalo de Texas no cuenta para las estadísticas, y la sanción de seis puestos por su cambio de motor no le habría impedido ser considerado como receptor de la pole. Lideró su grupo de clasificación, y también el Fast 12 en aparente duelo directo con Herta, pero en la ronda final solo pudo acercarse a dos décimas de su mejor tiempo. Se conforma así con un tercer lugar que permite minimizar daños al líder del campeonato: saldrá noveno mañana en una carrera que promete dar variables para avanzar.

Alexander Rossi se quedó cerca de Palou en tiempos, y saldrá mañana tercero en busca de su primer podio del año, por delante del bienhallado Felix Rosenqvist, que por fin se deja ver con una gran actuación después de no haber entrado en ningún top 10 en qualy o carrera en toda la temporada. Romain Grosjean cerró un Fast 6 al que accedió gracias a un tardío accidente en la ronda anterior de Josef Newgarden, que dañó su alerón delantero contra la traicionera penúltima curva y causó una bandera amarilla local al paso del coche de Pato O'Ward; aunque el mexicano no pareció perder tiempo, la amarilla en sí era motivo suficiente para quitarle su mejor vuelta y convertir un posible quinto puesto en parrilla en un duodécimo.

Jack Harvey, fiel a su buen rendimiento en clasificación, partirá mañana en séptima posición por delante de un Simon Pagenaud que liderará al escuadrón de Penske, y de un O'Ward que tendrá justo detrás al líder del campeonato al que intenta cazar. James Hinchcliffe sigue dando muestras de mejora, superando por segunda carrera consecutiva una primera ronda de clasificación ya arrancó de forma accidentada, cuando Jimmie Johnson encontró una de las protecciones de neumáticos en su primera vuelta lanzada, dañando su suspensión delantera derecha de forma considerable. La limpieza necesaria limitó a todos los pilotos a un par de vueltas lanzadas.

Este hecho que no impidió que los nombres habituales pasasen de ronda, pero mordieron el polvo nombres como Graham Rahal o Hélio Castroneves, en su primera aparición tras su victoria en la Indy 500, amen de un Scott McLaughlin que sigue teniendo serios problemas para cuadrar tiempos competitivos con los blandos. Con la primera parrilla de 27 pilotos fuera de Indianápolis en ocho años, el segundo grupo presentó la inusual cantidad de 14 hombres compitiendo por seis plazas, una exigente criba que dejó fuera a Sébastien Bourdais y Marcus Ericsson, pese a las buenas sensaciones que habían dejado en los libres. Todo esto puede ser papel mojado mañana en una carrera que se presume impredecible, y donde parece que solo un intangible puede derrotar a un Herta que sigue demostrando que, con el coche adecuado, vuela más que nadie.

Fotos: IndyCar Media