IndyCarNewgarden gana y Palou rasca un gran cuarto en el loco atardecer de Gateway
En una carrera con adelantamientos por doquier y colisiones peleando la victoria, el piloto de Penske se impuso a su compañero Scott McLaughlin pese a un trompo previo. Palou esquivó minas desde el puesto 16 y da un golpe al campeonato.
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Publicado: 18/08/2024 04:15
Nadie sabe nada sobre casi nada. Esta frase es verídica en la gran mayoría de campos, y aplicable incluso a los más expertos de cada rama. Con cierta frecuencia, sucede también en el mundo del automovilismo, donde todos vaticinábamos (autor de la crónica incluido) que el desarrollo de la Gateway 500 iba a comprender simplemente la misma cara de la moneda que vimos caer por partida doble en Iowa ante el desdén generalizado, con poco espectáculo y acción. Pero el automovilismo, ¡ay, este deporte!, encuentra a veces la forma de llevar la contraria con gran estruendo y conmoción.
Y es que hay muy pocas cosas que se puedan definir como 'aburridas' o 'predecibles' en esta carrera, donde Josef Newgarden puso la punta a su penta-corona de Gateway con la polémica que ya parece acompañarle de forma inevitable, y en la que Álex Palou obtuvo una gran cuarta posición tras salir 16º por sanción. Para entender como se llegó a este punto, hay que empezar por unas vueltas iniciales que hicieron saltar por los aires cualquier expectativa, aunque no la posición de pole de Scott McLaughlin. Tras él empezaba David Malukas, superado rápidamente por Will Power.
Lejos de la fiesta de la fila india de otros años, muchos pilotos parecían capaces de usar los carriles superiores para adelantar o defender posición. De ello se valió Marcus Ericsson para subir de la séptima a la cuarta plaza hacia la vuelta 8, la misma en la que Malukas despachó por sorpresa a Power. Instantes después, tuvo lugar el primer caution de la jornada, con una colisión entre Ed Carpenter y Katherine Legge. En este punto, Palou ya había ganado cinco posiciones, y Colton Herta era 17º con ocho puestos recuperados. En este caution, abogaron seis pilotos de la zona trasera por hacer una temprana detención, liderados por Linus Lundqvist desde la 15ª plaza ante Nolan Siegel, el experto del ahorro Scott Dixon y Alexander Rossi con una pésima parada.
Solo pasaron tres vueltas hasta la siguiente neutralización, suficientes para que Malukas y Power pasaran a McLaughlin. Al perder la séptima plaza ante Marcus Armstrong, Rinus VeeKay tuvo que corregir en la curva 2 para no irse al muro, causando un efecto dominó en el que sufrieron daños Conor Daly y Romain Grosjean, los dos pilotos de Juncos, así como un Kyle Kirkwood que iba en medio del sandwich. Palou realizó maniobras evasivas para alejarse del desastre y ganó tres posiciones con ello. Malukas apenas logró aguantar el liderato media vuelta en la resalida de la vuelta 27 ante Power, estabilizándose después la carrera ante la necesidad de ahorrar combustible para cuadrar estrategias. Al intentar ganar posición con VeeKay, Palou la terminó perdiendo con Herta y después con un Santino Ferrucci que venía como un obús.
Pato se quedó 'chof'
El español volvió al top 10 en la vuelta 42, cuando la quinta plaza de Pato O'Ward se evaporó por un problema de motor, junto con sus aspiraciones de campeonato. Los líderes empezaron sus primeras paradas alrededor de la vuelta 60, estableciendo un corte considerable entre el top 5 (los tres Penske, Malukas y Ericsson) y el resto, ahora con Palou delante de Ferrucci, mientras Dixon peleaba con Rossi y Siegel por el liderato de la estrategia alternativa. Al llegar la vuelta 86, el accidente de Kyffin Simpson abrió un interesante escenario, ya que los pilotos de la estrategia B pasaron a adelantar su tercera detención sin perder vuelta, con la esperanza de tener que parar una vez menos que los líderes más adelante.
A esta teoría se adscribieron Ericsson y Ferrucci, y aunque el sueco tuvo un momento de flaqueza tras la resalida de la vuelta 97, no tardó en hacerse con el control de la 'resistencia'. Al frente, McLaughlin le arrebataba el segundo lugar a Malukas, y Palou ya era sexto tras pasar a Herta, aprovechando también los problemas de VeeKay en su parada que empezaron a arruinar su día, y rodando a la vera de Armstrong, al que pasó poco después de la segunda parada de ambos. Sin embargo, el español tenía vuelta perdida con los 'rebeldes', cosa que no ocurría con los cuatro líderes reales.
A 10 vueltas de su turno de paradas, Ericsson fue víctima de una rotura mecánica y Siegel se vino arriba pasando a Dixon; tanto, que erró en su entrada a pits y excedió el límite de velocidad. La sorpresa quedaba de nuevo en manos del neozelandés, aunque ahora haciendo la rueda a un Lundqvist que le pasó por parar antes. Sin embargo, y a diferencia de otras ocasiones, los líderes no se quedaban atascados tras el tráfico, y el grupo de Power - McLaughlin - Malukas - Newgarden dio caza a ese pelotón desde atrás, anulando su desventaja al tener pendientes las mismas paradas, poder ir más a fondo y ejecutar overcuts parando más tarde.
En el top 5 real, eso sí, emergía un Rossi que se había arrepentido y cuya parada intermedia entre ambas estrategias parecía jugar a su favor. Esa misma decisión dio también dividendos al inesperado Sting Ray Robb, en el top 9 de una carrera que ya no tenía más pilotos en la vuelta del lider. Entre las vueltas 165 y 170, lo que se esperaba que fueran las penúltimas paradas de los hombres que peleaban por triunfo. Tras ellas, el lucimiento de Newgarden, con un gran uso de los rebufos y el tráfico para pasar a Malukas y Power. En medio de aquellas paradas, se separaron los caminos de Lundqvist y Dixon; por sorpresa, fue el novato sueco el que logró recuperar su vuelta gracias a los coches que iban parando, un hecho circunstancial que después resultó decisivo.
Caminos paralelos, realidades convergentes
Alrededor de la vuelta 185, Palou empezó a perder ritmo, y fue rebasado por Rossi y Felix Rosenqvist, teniendo que defenderse además de un Herta que iba a más. Tras un primer acercamiento en el que McLaughlin cerró la puerta sin miramientos, la segunda tentativa de Newgarden en la vuelta 195 casi acaba en lágrimas, con un trompo en la salida de la curva 2 que recordó a su error de 2023, pero que esta vez no acabó en accidente, reincoporándose al orden en cuarto lugar. La amarilla resultante, con 65 vueltas por delante, abrió un intrigante entre los que creían que esta sería su última parada... y los que no. En este último club se hallaban Power y Malukas, que prefirieron seguir esperando que el pie a tabla compensara una posterior parada con bandera verde, ante el ahorro de sus rivales.
Poco tardó en darse cuenta McLaughlin de que no sería la última y apretó las tuercas, algo que Newgarden tardó un poco más en procesar. Eventualmente, se quedaron ellos dos solos en la vuelta del líder intentando parar lo más tarde posible, pero los ojos ya estaban sobre Power y Malukas, muy juntos. El joven estadounidense vio la oportunidad de su primera victoria en su óvalo fetiche y se lanzó ante el veterano Power a 21 vueltas del final, pero el australiano cerró mucho la trayectoria por el exterior y causó un toque que llevó a Malukas a trompear y al muro. A su vez, esta amarilla sentenció cualquier opción de Power, porque McLaughlin y Newgarden podían hacer su 'splash' final sin perder sus dos privilegiadas posiciones.
El duelo de los Penske en pit lane lo ganó Newgarden con una meteórica detención, pero ambos albergan cuitas personales que necesitaban una resolución en pista. Liderando la resalida, Newgarden apuró todo lo posible y más, generando las dudas habituales y el inevitable acordeón con el que Rossi embistió a Power, viéndose también atrapados de forma colateral un VeeKay que se quedó sin top 10 y Jack Harvey. Bandera roja a nueve vueltas del final para garantizar una pelea en pista, y Power mostraba públicamente su enfado hacia Newgarden con una peineta. Opinión compartida por varios pilotos que le acusaron de estratagemas sucias... pero que no supuso penalización alguna.
Los fuegos artificiales terminaron ahí, al menos en lo referente al duelo por el triunfo. El híbrido de McLaughlin respondió tarde en el momento preciso, Newgarden relanzó un poco antes y eso fue todo lo necesario para su quinto triunfo en Gateway, el segundo de la temporada tras las 500 millas de Indianápolis y el 17º de su carrera en óvalos. Palou, sobreviviendo a todas las bombas que caían a su alrededor, era cuarto en la resalida final tras Herta, con quien había perdido posición en la resalida de la vuelta 206; era el gran beneficiado de la caída en desgracia de Malukas y Rossi, así como el mal timing de la última parada de Rosenqvist. Pero no sería suyo su primer podio en óvalo. Ni tampoco sería el cajón para Palou.
RESULTADOS FINALES DE LA GATEWAY 500
Ya con solo cinco pilotos en la vuelta del lider, Lundqvist olió sangre y los pasó a ambos para conseguir su segundo podio en IndyCar, siendo estos sus únicos top 10 de un año que ha dejado muy discutido su estatus en Ganassi. La pasada final la completó pese a un claro intento de bloqueo de Herta, quien fue penalizado por el mismo tras la prueba y perdió la cuarta plaza con Palou. Nada como estar tocado por la varita, como bien atestigua el hecho de que su ventaja en la general se ha incrementado a 59 puntos quedando solo cuatro pruebas, siendo ahora Herta el principal perseguidor.
Detrás de Rosenqvist, salvó la faena Siegel con un séptimo puesto, mejor resultado de su corta carrera en IndyCar, pasando en las vueltas finales a Armstrong. Del mismo modo, primer top 10 y novena plaza para el actor de reparto Sting Ray Robb, entre el acierto propio y los errores ajenos. Dixon solo pudo ser undécimo tras VeeKay, en un día que fue malo para muchos y bueno para unos pocos. Como ha quedado constancia en esta larga crónica, pasó de todo, entre lo bueno, lo sorprendente y lo emocionante. Si es señal de lo bueno que se viene en los restantes óvalos, agárrense. Por lo pronto, la próxima semana en Portland, un circuito.
Fotos: IndyCar Media