IndyCarJosef Newgarden logra una pole vital en Gateway sobre un gran Bourdais

Los pronósticos que apuntaban a una pole de Penske en Gateway se reforzaron tras la única sesión de libres previa a la clasificación, y Josef Newgarden se encargó de cumplimentarlas con su segunda pole obtenida por mérito esta temporada, pero el dominio de Penske no se terminó de plasmar del todo en las primeras posiciones gracias a un piloto que se quedó con las ganas de brillar en 2018 por culpa de la lluvia y un temprano accidente, como Sébastien Bourdais.

El equipo Coyne confirmó por la tarde que el gran ritmo de 2018 se manteía este año, con Santino Ferrucci comandando la tabla ante el relativo conservadurismo de los pilotos de Penske, y Bourdais se exhibió en clasificación con un espectacular promedio de 185.927 millas por hora, muy superior a todo lo visto hasta entonces. Todos los grandes protagonistas del campeonato pasaron por meta sin superarlo, incluídos dos de los hombres de Penske, pero Newgarden impuso su gran ritmo y condición de líder con un promedio de 186.508 millas por hora, siendo las suyas las dos vueltas más veloces del dia. Con ello, se hizo con una vital octava pole position en su carrera deportiva.

Bourdais consiguió con su gran marca su primera aparición en primera línea desde su pole en Phoenix 2018, habiendo registrado sus dos mejores clasificaciones del año en óvalo (tercero en Texas). Will Power, vencedor la semana pasada en Pocono, le superó en su primera vuelta, pero no pudo mantenerlo en la segunda, y se quedó en tercera posición. Simon Pagenaud se quedó más lejos, sin inquietar el registro de su compatriota, pero justo para batir a un Takuma Sato que sigue sin ceder un solo metro en óvalo.

Ferrucci solo había comenzado una carrera entre los 10 primeros, ocupando el décimo lugar en la parrilla de Barber, con lo que su sexta posición es de largo la mejor clasificación de su carrera en IndyCar, que empieza a despuntar a pasos agigantados. El novato estadounidense no fue el único en superar sus límites, ya que Felix Rosenqvist, aprovechando lo aprendido en el test que Ganassi hizo aquí el mes pasado, clasificó por primera vez entre los 10 primeros en un óvalo, muy cerca de su compañero Scott Dixon.

Y si, decimos muy cerca de Dixon, porque el neozelandés, en octava posición, no hizo nada del otro jueves en su clasificación, tras perder bastante tiempo en su primera vuelta a causa de una gran cantidad de sepiolita situada en la línea de carrera en la primera curva, a raíz de una fuga de aceite causada por una exhibición previa de vehículos vintage, y que perjudicó la primera vuelta de varios pilotos. Alexander Rossi, con claros problemas de velocidad también perdió una milla por hora en su primera vuelta, no pudo pasar de una undécima posición que complica aún más su misión de recortar puntos a Newgarden tras perder terreno en su abandono en Pocono.

Por si fuese poco, lo mejor que Andretti Autosport pudo conseguir en parrilla fue la novena posición de Ryan Hunter-Reay. Colton Herta, en el coche satélite de Harding, se quedó en 12º lugar tras rozar el desastre en la primera curva por la sepiolita, un desastre que no pudo evitar Marco Andretti, teniendo que levantar el pie y viéndose condenado a la última posición. La cruz también la encontraron Marcus Ericsson, 14º tras haber mostrado buen ritmo en libres, y Graham Rahal, muy lejos de su compañero en 16ª posición, también perjudicado por la sepiolita, al igual que un Conor Daly que lideró la sesión de libres post-qualy, con Newgarden, Zach Veach, Sato y Rosenqvist detrás. Parece todo de cara para el líder del campeonato, pero por detrás la guerra nocturna será total.

Fotos: IndyCar Media