IndyCarOriol Servià pilotará el Pace Car en varias pruebas
El piloto español se estrenará al volante del Pace Car este fin de semana en Phoenix. Se repartirá el calendario con la ex-piloto Sarah Fisher, quién suplió al mÍtico Johnny Rutherford el año pasado. Servià confía en poder asumir el rol de embajador que Rutherford y Fisher han efectuado en años anteriores.
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Publicado: 07/04/2018 10:20
En mayo, Oriol Servià volverá a ponerse el casco para, si logra clasificarse, enfrentarse a la aventura de completar 500 millas en Indianápolis, en su décima participación en la gran carrera. Lo hará en un tercer coche de Rahal Letterman Lanigan, y trayendo bajo el brazo a una Scuderia Corsa que realizará su primera incursión en el mundo de la IndyCar. Antes de esto, Servià tendrá la oportunidad de quitarse telarañas en esto de rodar en pista, pero en un vehículo y a unas velocidades muy distintas. De hecho, no competirá contra nadie más que sí mismo, y en breves intervalos.
Y es que el piloto español, de 43 años, debutará este fin de semana en Phoenix en su nuevo rol como piloto a tiempo parcial del Pace Car, el vehículo encargado de liderar la parrilla durante los periodos de caution, conceptos equivalentes al Safety Car europeo. Servià compartirá la tarea durante el año con Sarah Fisher, ex piloto de IndyCar entre 2000 y 2010, y posterior jefa de equipo, que comenzó a ejercer de piloto del Pace Car en 2016 de forma parcial antes de hacerlo durante todo el año en 2017.
Ahora, Fisher ha decidido dar un paso atrás para poder dedicar más tiempo a su familia y a sus negocios, por lo que Servià complementará su calendario, empezando desde este fin de semana. El gerundense asegura que, al principio, se resistió a asumir un rol destinado, hasta ahora, a pilotos retirados: "Cuando me lo plantearon por primera vez, no estaba seguro de cómo responder. Es decir, aún me siento competitivo, sigo corriendo en Indy y no me siento tan viejo. Al mismo tiempo, es una gran oportunidad de devolver algo a la IndyCar y de conectar con los fans".
En lo que al Pace Car se refiere, la gran autoridad de la IndyCar ha sido Johnny Rutherford. Desde su retirada a finales de la década de los 80, el tejano, campeón en 1980 y triple ganador de la Indy 500 (1974, 1976 y 1980), se ocupó de ejercer esa labor en la gran mayoría de pruebas, aunque solo lo hizo una vez en la Indy 500, ya que en esa carrera ese puesto es designado por el fabricante del vehículo. Tras el Split de 1996, y mientras la CART utilizaba a un equipo rotatorio de pilotos femeninas, Rutherford permaneció como piloto del Pace Car en la amplia mayoría de las rondas de la Indy Racing League, posterior IndyCar. El último año del veterano Rutherford, cercano ya a los 80 años por entonces, fue 2016, habiendo empezado a compartir dicha labor con Fisher.
Servià considera "un honor" estar considerado en el mismo grupo que ellos, y asegura que Rutherford convirtió el puesto en un rol de embajador de la categoría que está más que dispuesto a aceptar, más aún después de ser seleccionado para desarrollar el nuevo aerokit único de la IndyCar durante el invierno junto a Juan Pablo Montoya. Que nadie se engañe; Servià no abandonó un cómodo retiro en 2015 para estar parado más de lo necesario, y aprovechará cualquier oportunidad para subirse a un cockpit, y para intentar ganar una Indy 500 que se ha convertido ya en una cruzada personal. Por lo pronto, la bandera amarilla será su 'batseñal' particular.
Fotos: IndyCar Media