IndyCarPagenaud aprovecha el caos y la estrategia para ganar en el Michigan virtual

La visita virtual de los IndyCar al óvalo de Michigan, 13 años después de su última presencia real en el mismo, no decepcionó a los que esperaban ver una carrera interesante. Por contrario que parezca, tampoco a los que esperaban ver un festival de accidentes, aunque este solo se produjese en la salida. En la cita en la que las tornas estaban más abiertas que nunca, la estrategia volvió a ser decisiva de forma aún más acusada, y permitió a Simon Pagenaud, que arrancaba en la 22ª posición, hacerse con la segunda consecutiva para un piloto del equipo Penske, en un inesperadísimo podio en el que el invitado estrella de NASCAR, Dale Earnhardt Jr., ocupó el tercer lugar tras clasificar 18º.

En una copia casi perfecta de la desastrosa salida que ocurrió en este mismo óvalo en mayo de 1996, se produjo una montonera de coches justo cuando se mostró la bandera verde, en la que hasta 20 de los 31 vehículos se vieron implicados de alguna forma. En este caso, el principal responsable fue Oliver Askew, quien se saltó la salida desde la octava posición, golpeando a Felix Rosenqvist y colisionando de lleno con Scott McLaughlin y Álex Palou. Por detrás, Robert Wickens se encontró a Rosenqvist y su coche virtual cogió aire, cayendo enfrente o encima de Ed Carpenter, James Hinchcliffe y Max Chilton.

Estos incidentes desencadenaron un efecto dominó por detrás: Alexander Rossi y Josef Newgarden se vieron atrapados por el frenazo de Scott Dixon, Conor Daly fue golpeado por los coches de Tony Kanaan y Santino Ferrucci, Marco Andretti perdió el control y golpeó ligeramente a Pagenaud y Earnhardt... Más trompos e intentos fallidos de esquivar la carnaza atraparon a Colton Herta, Jack Harvey y Sébastien Bourdais. En la zona delantera, más allá de los tres primeros, solo Sage Karam (que salía noveno), Kyle Kaiser y Graham Rahal consiguieron esquivar los incidentes.

Aquí se decidió en parte la carrera, ya que muchos de los accidentados optaron por cargar combustible de nuevo para intentar llegar con una sola parada adicional. Por fortuna para ellos, una vez se vio la bandera verde en la vuelta 6, ya no habría ninguna otra interrupción. En cabeza, la pole solo le duró dos vueltas a Marcus Ericsson, cediendo el testigo pronto a Will Power. Tanto el australiano como Karam pasaron a intercambiarse el liderato de forma constante durante casi 30 vueltas, escoltados de cerca por un Felipe Nasr que llegó a ponerse líder en un par de ocasiones. Durante ese primer stint, mientras otros perdían terreno, Rossi y Palou avanzaron hacia la parte baja del top 10.

Por detrás, tanto Pagenaud como Earnhardt jugaban sus bazas rondando el top 15 mientras McLaughlin avanzaba del 25º al 19º puesto, todo ello ahorrando combustible. En el primer periodo de paradas, Pagenaud y McLaughlin fueron los más tardíos en detenerse, en la vuelta 45, solo un giro después que Earnhardt, Palou y Rossi. Tras las paradas, Karam perdió pronto un margen de dos segundos con Power, pero Nasr ya no estaba con ellos tras perder el control en la entrada a boxes, al igual que James Davison (quinto antes de las paradas), mientras que Ericsson, quien ya había caído al octavo lugar, perdió mucho tiempo reparando daños.

Además de un Ed Carpenter que iba a una estrategia más agresiva a dos paradas, Graham Rahal era el nuevo escolta de Karam y Power, que siguieron alternándose en cabeza, con el añadido de un Newgarden que buscaba recuperar vuelta o ayudar a su compañero. Así, muchos pilotos ejecutaron su segunda parada a partir de la vuelta 65 en momentos muy diferentes, con los líderes haciéndolo entre las vueltas 71 y 74, a once del final. Ahí fue donde Álex Palou, quien había pasado del noveno al sexto puesto durante el stint, heredó el liderato de carrera, pero el piloto español tocó el muro de la curva 4 en la vuelta 77 y se vio obligado a reparar daños, perdiendo toda opción de intentar llegar al final o de un buen resultado.

Ryan Hunter-Reay y Zach Veach trataron de llegar hasta el final sin volver a parar, pero iban demasiado justos: Hunter-Reay paró a tres vueltas del final y Veach camino de la última, cuando Pagenaud ya le había superado. El francés, que ocupaba el top 10 tras una gran primera parada, completó su estrategia imposible y consiguió la victoria con 13 segundos de margen, después de que Kaiser, que iba segundo, se quedase sin combustible justo al ver la bandera blanca. McLaughlin y Earnhardt, que nunca han corrido una carrera de IndyCar, eran 16º y 14º antes de las paradas finales, pero su estrategia conservadora les llevó a ocupar el podio, con McLaughlin pasando a cuatro vueltas del final a un Earnhardt que firmó un gran "debut" en una maquinaria que nunca ha tocado en la vida real.

Karam se vio implicado en un accidente, de nuevo con el doblado Tony Kanaan, a seis vueltas del final, y terminó con vuelta perdida. Compuestos y sin triunfo, Power y Rahal cruzaron la meta en cuarto y quinto lugar, delante de un Jack Harvey que alargó su último stint (42 vueltas) más que nadie, llegando también con una sola parada en bandera verde. Detrás de Rossi, Hunter-Reay y Carpenter, terminó Palou, con un top 10 que supo a poco tras su buen desempeño en carrera. Tendrá una nueva oportunidad de resarcirse el próximo sábado, en una carrera cuyo escenario se decidirá en un sorteo aleatorio.