IndyCarAlex Palou tira de épica en Toronto; segundo con el alerón roto tras el ganador Christian Lundgaard

No ha sido la cuarta victoria consecutiva, pero casi como si lo fuese. A pesar de una mala 15ª posición en parrilla, de un incidente inoportuno, y de tener que ahorrar mucho al final de carrera, la habilidad sin igual de Alex Palou y una gran estrategia de Chip Ganassi Racing han permitido al piloto español acabar el Gran Premio de Toronto en una excelsa segunda posición, ampliando aún más su gigantesca ventaja en la clasificación general. Solo hubo un piloto contra el que no pudo, Christian Lundgaard, que se hizo al fin con su ansiada victoria.

El piloto danés controló la carrera desde la pole, que no tuvo muchos problemas para retener con el neumático blando ante Scott McLaughlin con el duro. Palou aprovechó el inicio de carrera para ganar posiciones sobre Rinus VeeKay y Hélio Castroneves, pero por detrás se produjo una montonera en la primera curva. Jack Harvey intentó forzar por el interior un paralelo a tres imposible con Ryan Hunter-Reay y el desafortunado debutante Tom Blomqvist que les dejó fuera a los tres, así como a Benjamin Pedersen.

Atrapados por detrás, también perdieron vueltas Alexander Rossi, Santino Ferrucci y Sting Ray Robb, además del abandono posterior de Devlin DeFrancesco por daños relacionados. Solo logró salvar los muebles Graham Rahal, que dio marcha atrás y salió por el camino auxiliar para sortear el bloqueo. Tras 10 vueltas de amarilla, Lundgaard empezó a abrir terreno sobre un McLaughlin que frenaba el avance de Pato O'Ward con el blando, mientras Palou batallaba con Colton Herta y Romain Grosjean antes de pasar a un Marcus Armstrong en caida libre.

Los pilotos que empezaron con el blando pararon entre las vueltas 17 y 21, mientras que los del duro esperaron al periodo entre los giros 32 y 37. A partir de la vuelta 30, Palou pasó al ataque adelantando con brillantez a Grosjean y Herta, y logró ganarle la posición a Felix Rosenqvist al salir de pits para ubicarse noveno. Lundgaard fue mucho más efectivo que O'Ward sorteando y adelantando pilotos con goma dura, y tras las paradas tendría una ventaja de 6.5 segundos sobre un McLaughlin incapaz de recortar distancias, pero que pasaba a tener neumático blando.

Más atrás, Kyle Kirkwood y Josef Newgarden fueron los más beneficiados por el undercut, situándose cuarto y sexto con Ericsson en medio. La carrera, no obstante, cambió por completo con el accidente de Romain Grosjean en la vuelta 42 desde el duodécimo puesto, reclamando el francés que se le había soltado el volante de las manos. Aquí aprovecharon la bandera amarilla Kirkwood, Palou, Rosenqvist, Herta y David Malukas para hacer una nueva parada, buscando no volver a detenerse el resto de la prueba. Pero el primero de ellos sí tuvo que hacerlo, y mucho más pronto de lo esperado.

Al relanzarse la carrera en la vuelta 46, un pequeño efecto acordeón en las curvas finales hizo que Kirkwood se llevase puesto a Castroneves, el cual se cruzó justo delante de un Palou que tuvo que esquivarlo a base de golpear el muro con el alerón. La pieza quedó dañada, pero el español pudo continuar. No obstante, la amarilla resultante jugó en su favor, ya que casi todo el resto de la parrilla reaccionó a la estrategia alternativa parando de nuevo en pits. Con la sanción posterior a Kirkwood, el terreno perdido por Rosenqvist en el incidente y una nueva parada de Malukas, esto dejaba virtualmente a Herta y a Palou al frente de la carrera.

Sorprendentemente, McLaughlin abogó por no parar y seguir al frente, al igual que Scott Dixon (octavo antes de las amarillas) y Rinus VeeKay. No le saldría bien la jugada al piloto de Penske, ya que no pudo compensar todo el terreno perdido en pista en su stint final y terminó por desperdiciar su posición de podio. Palou no tardó en aprovechar para rebasar a Herta en la resalida, pero ambos pilotos tenían que ahorrar mucha gasolina para llegar al final sin parar, y Palou tenía la preocupación adicional de un alerón que iba a peor poco a poco.

Todo esto fue demasiado para poder mantener a raya a un enchufado Lundgaard, que recuperó definitivamente el liderato real en la vuelta 62, la misma en la que McLaughlin hizo su parada, y se marchó en la distancia sin oposición real. Con ello, obtuvo la primera victoria en IndyCar para sí mismo y para Dinamarca, brindando también a Rahal Letterman Lanigan Racing su primer triunfo desde que Takuma Sato ganó las 500 millas de Indianápolis en 2020. Pero buena parte del foco estuvo unos cuantos segundos por detrás en las vueltas finales.

Ahí estaba Palou, peleando contra los elementos y contra un alerón que en las últimas cinco vueltas se empezaba a desquebrajar definitivamente del coche. Herta trató de superarle en una ocasión, pero su necesidad de ahorro hizo que se concentrara en contener a sus perseguidores, liderados por Will Power, que había pasado anteriormente a Marcus Ericsson y un O'Ward que tuvo que perder muchas posiciones y tiempo para llegar al final sin parar. Por desgracia para Power, no recibió la información precisa sobre su gasolina y tuvo que parar a falta de una vuelta, al igual que Ericsson.

De ello se benefició Dixon, pasando coches metódicamente hasta acabar a solo siete décimas de Herta, que suma al fin su primer podio este año. Newgarden terminó quinto resistiendo las acometidas finales de McLaughlin, y Armstrong se llevó su mejor resultado en IndyCar con un séptimo puesto, habiendo pasado a O'Ward a once vueltas del final. Rahal completó su mitigación de daños con un meritorio noveno lugar sobre Rosenqvist, en una carrera en la que solo 15 pilotos acabaron en la vuelta del líder.

Por detrás, Agustín Canapino igualó su mejor resultado y acabó duodécimo, el mismo con el que empezó el año en St. Petersburg y Texas, tras llegar a ser décimo en uno de los tramos finales del evento. La ventaja de Palou como líder se incrementa ligeramente hasta los 117 puntos, cada vez más insalvables a cada semana que pasa. Su aparente entereza se verá puesta a prueba la próxima semana en el óvalo de Iowa con una doble carrera.

Fotos: IndyCar Media