IndyCarWill Power bate a Álex Palou en Portland y reaviva la pelea por el título

No hay que llevarse a engaño: las opciones de Álex Palou de proclamarse tricampeón de IndyCar siguen siendo muy buenas, y los precedentes siguen jugando a su favor. En el sistema actual de puntuación, nadie con una ventaja superior a 49 puntos en las últimas tres carreras ha perdido el campeonato, y el español sale del Gran Premio de Portland con 54 unidades a su favor tras sumar una fantástica segunda posición. Sin embargo, las peculiaridades de este final de temporada, con tres carreras ovales que son nuevas para la práctica totalidad de la parrilla, hacen que el triunfo de Will Power mantenga viva una llama de esperanza en la pelea por el campeonato.

El australiano comenzaba la prueba a la izquierda del sorprendente poleman Santino Ferrucci, pero hizo valer su mayor experiencia en estas situaciones para anticiparse a la temprana arrancada del estadounidense y ganarle el interior en el primer viraje de la chicane para salir por delante en el exterior del segundo. Durante esta primera vuelta, Scott Dixon fue forzado hacia la tierra por Kyle Kirkwood cuando peleaban la octava plaza, y en su reincorporación a la pista se lo encontró Pietro Fittipaldi, que intentó esquivarle sin frenar y le golpeó al salir rebotado de un piano interior. El contacto resultante mandó al neozelandés contra los guardarrailes en el lado opuesto del trazado, poniendo fin a sus escasas opciones de lograr su séptimo campeonato.

Este 'caution' terminó siendo el único de todo el Gran Premio, que se mantuvo verde desde la resalida de la vuelta 6. Solo tardó dos vueltas más Palou en dar cuenta de Ferrucci para intentar seguir la estela de Power, dejando al americano expuesto ante Romain Grosjean, que montaba blandos al inicio y había ganado dos puestos, aunque el esperado duelo entre ambos antagonistas nunca terminó de producirse. Tras ellos se ubicaba Colton Herta, otro piloto que había avanzado dos lugares inicialmente antes de rebasar a Christian Lundgaard. El danés, que había empezado cuarto, cayó en pocas vueltas a la octava posición, y cedió otras cuatro al irse largo en la Chicane del Festival poco después, una situación de la que ya no pudo recuperarse.

Los dos líderes se escaparon progresivamente de Ferrucci a lo largo del primer stint, y Palou incluso tuvo la opción de adelantar a Power en la vuelta 26 cuando este se vio frenado por el sancionado Fittipaldi, sin éxito. La carrera estaba prevista a tres paradas, siendo Rinus VeeKay (duros inefectivos) y Kirkwood (blandos usados) los únicos ocupantes del top 10 en adelantar su primera parada unas 10 vueltas respecto al resto. Power hizo su primera parada en la vuelta 32, y se esperaba que Palou efectuara su clásica maniobra de 'overcut' un giro más tarde, pero una detención algo lenta de nueve segundos (frente a los 6-7 habituales) impidió cualquier opción de salir por delante del piloto de Penske.

Ferrucci perdió posiciones en pits con Grosjean y Herta, y estos a su vez con Josef Newgarden, que iba inicialmente séptimo en el stint tras perder dos plazas al inicio, pero que sí que fue capaz de ejecutar el 'overcut' en la misma vuelta que Palou. Todos ellos, eso sí, iban detrás de Kirkwood en su estrategia cambiada. Herta trató de sobrepasar a Grosjean poco después, pero una defensa muy expeditiva del francés le mandó a la grava y le costó posición de nuevo con Ferrucci. En cabeza, la apuesta de Power por los blandos usados en lugar de los duros usados de Palou pareció dar réditos, abriendo un margen de 3.5 segundos con su oponente. Eliigió el español en esta ocasión adelantarse en su segunda parada respecto a Power, iniciando en la vuelta 57 su stint de blandos nuevos.

La estrategia de Kirkwood se desmontó tras su segunda parada en una intensa acción en tráfico con Toby Sowery, por la que fue sancionado con ceder algunos puestos al bloquear al británico de Coyne. Heredaba la posición de podio Newgarden, y Herta alargó lo suficiente su segunda parada para salir por delante de Ferrucci. Escasos segundos después, escaló a la cuarta plaza cuando Grosjean sufrió un trompo en la chicane. Al intentar reincorporarse de forma totalmente inapropiada, se cruzó delante del coche de Christian Rasmussen y ambos chocaron ligeramente, lo justo para dañar el alerón del danés y el neumático del francés, quien se salió de pista posteriormente.

Haciendo buen uso de sus gomas, Palou volvió a engancharse al alerón trasero de Power, a la par que Herta aprovechaba su ventaja de seis vueltas de neumático respecto a Newgarden para rebañar los seis segundos que le sacaba al inicio del stint. Descolgó así a un Ferrucci que tenía ya en su retrovisor a Marcus Armstrong, Graham Rahal, Marcus Ericsson y un Scott McLaughlin que avanzaba metódicamente desde su 20º lugar de partida. Toda la atención, sin embargo, estaba en los dos líderes, con el título en juego. Power hizo su parada final en la vuelta 87, abriendo de nuevo la puerta a un posible 'overcut' de Palou en su detención posterior, pero el australiano no dio opción, con una vuelta de entrada portentosa y una gran parada que le permitió mantener a raya de nuevo al piloto de Ganassi.

La pelea por el podio feneció en la parada de Herta, que caló brevemente el coche tras su servicio. El estandarte de Andretti lo puso de marcha en nuevo con el sistema híbrido, cuyo uso en los pits está prohibido, por lo que Dirección de Carrera le ordenó perder una posición en pista... sanción que, aparentemente, cumplió con el simple hecho de dejar pasar a un doblado, aunque esto hizo que Armstrong se situara inmediatamente detrás. Power se guardó un set de blandos nuevos para el final frente a los duros usados de Palou, lo que prácticamente finiquitaba cualquier opción del español. Acabó cayendo a 10 segundos de distancia y dando por buena la segunda posición por tercera vez en las últimas seis carreras, dentro de un año en el que sus dos triunfos siguen siendo suficientes.

Ya son tres las victorias para Power, que no conseguía tantas desde 2018 y celebró con comodidad su 44ª victoria en IndyCar, segunda en Portland. Con ello, recupera la segunda posición que perdió en Gateway y se sitúa a 54 puntos de Palou, justo una carrera de distancia, anulando cualquier opción de que su rival pueda adelantar la conquista del campeonato a la primera de las dos carreras de Milwaukee la semana próxima. Newgarden completó el podio, donde nunca había subido en Portland, y Herta logró aguantar la cuarta posición, su sexto top 5 de las últimas siete carreras, lo que le deja ahora a 67 puntos del liderato.

Armstrong continúa su buena racha con su cuarto top 5 del año por delante de Ericsson, y McLaughlin salvó los muebles de su mala qualy y la sanción por motores acabando séptimo ante un Ferrucci perjudicado por el tráfico pese a adelantar su última parada, quedándose su primera pole en su octavo top 10 de la temporada, el cual completaron Rahal y Kirkwood. Mucho más atrás, Pato O'Ward no fue un factor a considerar en ningún momento con su mala posición de partida y terminó en una discreta 15ª plaza. Quizá vengan mejores tiempos para él y para McLaren en los tres óvalos restantes, pero su asalto al título deberá esperar otro año.

Fotos: IndyCar Media