IndyCarNueva protección frontal temporal ante el retraso del 'windscreen'
El AFP, una pieza de titanio de 7 centímetros frente al piloto, se usará a partir de la Indy 500. Se llegó a plantear la implementación del Halo pese a los problemas de visibilidad. El 'windscreen' sigue en desarrollo tras no haber pasado dos 'crash test'.
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Publicado: 19/02/2019 21:30
2019 era el año previsto en el calendario de desarrollo del equipo tecnológico de Dallara para la introducción del windscreen en los monoplazas de IndyCar, los cuales fueron ampliamente remodelados el año pasado. Durante los test en el óvalo de Phoenix en febrero del año pasado, Scott Dixon fue el primer piloto en probar este dispositivo, una adaptación del concepto Aeroscreen que Red Bull propuso en su día, y Josef Newgarden hizo lo propio a finales de abril en Indianápolis.
De inmediato, surgieron dificultades relacionadas con la ventilación, los reflejos (solventadas en el segundo modelo), la suciedad y el aire vertical que empujaba a los pilotos hacia abajo, cuestiones que Dallara como PPG (el suministrador del material) trabajaron en solucionar. No obstante, las dos primeras especificaciones que han estado listas para entrar en producción no han superado los 'crash-test' a las que han sido sometidas, algo que ya se venía rumoreando desde hacía algunas semanas.
La categoría pretende continuar trabajando en el 'windscreen', pero se ha encontrado en la situación de tener que adoptar algún tipo de medida para proteger el cockpit, y así evitar posibles problemas judiciales con las aseguradoras de equipos, pilotos y circuitos. Por tanto, Dallara ha desarrollado una solución temporal, una 'protección frontal avanzada' (AFP), que será adoptada este mismo año en los DW12/IR18, aunque su utilidad a simple vista parece en entredicho.
El AFP se trata, básicamente, de una pieza de titanio de 7,6 centímetros de alto y apenas 2 centímetros de ancho, situada justo delante del cockpit, a la altura de los ojos del piloto, que tiene como objetivo deflectar restos que puedan volar hacia el casco de un piloto de forma directa y frontal. Según IndyCar, varias versiones de ésta pieza habían sido estudiadas desde 2012, y la versión a emplear habría pasado los mismos test de resistencia que el arco antivuelco del coche.
La pieza no se usará en las primeras carreras de la temporada 2019, pero su introducción se llevará a cabo durante el test abierto en el óvalo de Indianápolis el próximo 24 de abril, siendo su uso obligatorio en todos los circuitos a partir de las 500 millas de Indianápolis. El comunicado asegura que la categoría ha llegado a considerar la implantación de un Halo, pese a los supuestos problemas de visibilidad que generarían en óvalo, pero que un dispositivo así no puede implantarse en los chasis actuales. Así pues, los IndyCar lucirán a partir de mayo esta pieza, que ya ha sido bautizada en redes como "cuerno de rinoceronte".
Más allá de su valor estético, que no deja de ser poco invasivo, es evidente que el AFP solo protegerá a los pilotos ante un porcentaje pequeño de piezas que amenazasen la integridad del piloto. Sin ir más lejos, habría sido totalmente inútil en el desafortunado incidente que acabó con la vida de Justin Wilson en Pocono hace más de tres años, y que dio el empujón definitivo para trabajar en materia de seguridad del cockpit. Cabe preguntarse, por tanto, hasta qué punto la practicidad de algo así es mayor que la preocupación de los responsables de IndyCar e Indianápolis por no tener que responder a potenciales querellas criminales por valor de millones de dólares.
Fotos: IndyCar Media