IndyCarTriunfo y liderato para un imparable Scott Dixon

Salía séptimo tras una decepcionante clasificación, pero pocos dudaban de que estaría metido en la pelea por las posiciones de honor, más tras ratificar en los libres post-clasificación que su ritmo de carrera estaba un paso por delante del resto. Scott Dixon supo demostrarlo al imponerse por tercera vez en su trayectoria en la Texas 600, una carrera en la que su veteranía a la hora de gestionar gomas y tráfico resultó decisiva a la hora de la verdad.

Por fortuna para los aficionados, la carrera no resultó ser un trenecito de colores a pesar de la desaparición del cardíaco pack racing vislumbrado los dos últimos años, tras un tempranero primer caution debido a la repentina fogata en la que se convirtió el motor de Matheus Leist. El trío de Penske, con Josef Newgarden al frente, intentó poner tierra de por medio con sus rivales, pero no lo consiguieron, siendo Robert Wickens y Alexander Rossi su oposición más tenaz. Rossi, escalando desde el octavo lugar, fue el primero en romper el tridente al superar a Will Power en la vuelta 45, poco antes de que una desastrosa parada le relegase al sexto lugar.

Por detrás, se había desatado una auténtica batalla campal en la que brilló con luz propia Zach Veach, escalando posiciones de forma metódica hasta situarse sexto, antes de que el horrendo día de Andretti Autosport en boxes le costase gran parte de ese trabajo, quedando éste finiquitado a posteriori por un toque con el muro que dañó ligeramente su monoplaza. En este grupo se encontraba Dixon, pegándose con Ryan Hunter-Reay y James Hinchcliffe mientras esperaba su momento: tras la parada, era quinto.

Simon Pagenaud se puso al frente de la contienda al rebasar a Newgarden inmediatamente después, pero los Penske evidenciaron muy pronto severos problemas con el desgaste de sus gomas, perdiendo ritmo de forma notable y teniendo que acortar sus stints. Wickens se aprovechó de ello, y logró superar a los tres en apenas once vueltas para ponerse líder en el giro 96: dos vueltas después, Newgarden sufrió un reventón que anuló sus opciones de triunfo, y Power cayó al quinto puesto a base de perder ritmo. Takuma Sato y Sébastien Bourdais, ambos en top 10, sufrieron también problemas de blistering asociados a las altas temperaturas, y también tuvieron que adelantar su parada.

Todo esto jugó en manos de Dixon, que logró adelantar a Pagenaud en la vuelta 114 tras un concienzudo ataque (abriendo la puerta también a Rossi) y fue en caza de un Wickens que le sacaba cinco segundos. Cuando la diferencia era de menos de dos, con el canadiense ligeramente atascado en el tráfico, hizo su segunda parada en el giro 124, el mismo giro en el que el sexto puesto de Marco Andretti se evaporó con problemas de embrague. Wickens paró tres vueltas después, pero no fue suficiente para contener el undercut de Dixon, quien fue intocable desde ese punto, llegando a abrir un hueco de 13 segundos y doblando hasta al séptimo clasificado. Durante este periodo, Power siguió despeñándose lentamente, Rossi rebasó a Wickens por el segundo lugar y Hinchcliffe se metió en la pomada de cabeza.

Inmediatamente después de que Dixon doblase a Power, Wickens se disponía a hacer lo propio con Ed Carpenter, quien era noveno, en la vuelta 174. El jefe-piloto, no obstante, no supo leer la maniobra del canadiense por el interior y ambos colisionaron, poniendo fin a la fantástica jornada del novato de Schmidt. Las paradas en boxes consiguientes sentaron las bases para un potencial final sin más paradas, algo que Hunter-Reay buscó con un tardío splash de gasolina. Otra detención horrible costó a Rossi tres puestos, y el estadounidense perdió mucho tiempo tratando de pasar a Hunter-Reay y Hinchcliffe, tras lo cual, Dixon ya se había marchado de Pagenaud, y este del resto.

Uno de los pilotos que se ubicó en la vuelta del líder en el último caution fue Zach Claman De Melo, que escaló a la chita callando hasta el octavo lugar. No contento con ello, en la vuelta 205 rebasaba a Graham Rahal por el exterior de la curva 3, y buscaba hacer lo msmo con Power en la 4, pero Penske no supo avisar a su piloto de forma efectiva de la presencia del canadiense a su derecha, y se produjo el inevitable choque que hacía la pérdida del liderato aún más dolorosa para el australiano, y el fin de las preocupaciones de gasolina para los hombres de cabeza.

El tramo final, 33 vueltas tras la última resalida, no deparó más sobresaltos en cabeza, y Dixon volvió a abrir hueco de forma convincente para obtener su victoria 43, la que le consolida en solitario como el tercer piloto más vencedor de la historia de la IndyCar, además de igualar de nuevo a Michael Andretti con su podio número 100. Pagenaud resistió los duros ataques de Rossi por el exterior para lograr un socorrido segundo lugar, en su primer podio del año, mientras el estadounidense tuvo que conformarse con otro tercer lugar, el cuarto del año.

Hinchcliffe salvó los muebles para Schmidt con una buena cuarta posición, imponiéndose a un Hunter-Reay que prolonga su racha de top 5, a un Rahal que volvió a sacar petróleo tras una pésima clasificación, y a Sato, que logró escoltar a su compañero. Bourdais no pudo sumar más que un frustrante octavo lugar, sobre un aceptable Ed Jones, y Charlie Kimball prolongó el buen momento de Carlin en la zona media con su segundo top 10 consecutivo, gracias al Drive Through que recibió Newgarden por saltarse la última resalida. El vigente campeón ve el liderato escaparse a 68 puntos, que son los que le saca Dixon, quien tiene a su vez un margen de 23 con Rossi que empezará a defender dentro de dos semanas, en el gran circuito estadounidense por excelencia: Road America.

Resultados de la Texas 600 (248 vueltas)

Clasificación general de la IndyCar 2018 (ronda 9 de 17)

(R): Novato
*: Temporada parcial

Fotos: IndyCar Media