IndyCarSimon Pagenaud 'vuela' en Iowa del último puesto al triunfo; Palou 11º

La suerte es una dama esquiva que va y viene, en ocasiones por épocas, y en ocasiones más concretas de forma muy decisivas. Este viernes, la suerte jugó un papel determinante en el destino de la apasionante primera manga de laIowa 250s, una carreraganada por Simon Pagenaud desde la 23ª y última posición, en la que Scott Dixon volvió a sumar otro podio imposible, y en la que Álex Palou rozó el top 10, pero la fortuna sonrío más a Colton Herta y Rinus VeeKay, cuyo espectacular incidente bien podría haber tenido un resultado mucho más desastroso.

El sorprendente poleman Conor Daly conservó su posición en la salida pese a los múltiples ataques de un Josef Newgarden que finalmente logró su objetivo en la vuelta 13. Muy pronto, el acusado desgaste de los neumáticos empezó a hacer efecto, y las velocidades cayeron en picado, aunque los seis primeros consiguieron irse con relativa facilidad, y Will Power terminó por rebasar a Daly en la vuelta 50. Palou tuvo una mala salida que le vio caer de la 18ª a la 22ª posición, pero consiguió evitar ser doblado por poco a base de adelantamientos. La mayoría de líderes apostaron por la misma estrategia, salvo un Takuma Sato que paró 20 vueltas antes que la mayoría de competidores y pasó a ponerse líder con 7 segundos de ventaja.

Entre medias, Pato O'Ward, octavo en parrilla, había imprimido un gran ritmo con goma gastada que le permitió pasar a Alexander Rossi, y Power cazó muy rápidamente a Newgarden. Este perdió en boxes la posición con el australiano y con Pagenaud, aunque el francés pronto perdería tres puestos. Tras los Penske, se situaban los coches de McLaren SP, con O'Ward y Oliver Askew, aprovechando la caída de puestos de Herta con una parada ligeramente lenta, y la de Daly, que pasó del tercer puesto a pelear el séptimo con Rossi y Ferrucci. Contra todo pronóstico, Sato consiguió aguantar el liderato con un cierto margen sobre Power durante este stint.

En la vuelta 125, la misma en la que Newgarden pasó a Power, McLaren SP inició la ventana de paradas, lo que permitió a O'Ward y Askew salir por delante de Sato, Rossi y Daly, mientras los Penske iban a paradas tardías. Con Pagenaud, un buen VeeKay y Herta en cabeza sin parar (igual que Dixon, más retrasado), se produjo un accidente en la vuelta 144. Habiendo parado siete vueltas antes, la rueda delantera izquierda de Power se soltó en la salida de la curva 4, y el piloto de Penske colisionó contra el muro, pasando la rueda muy cerca de su Aeroscreen. El caution costó caro a Newgarden, que perdió vuelta, y hundió la estrategia de Palou, que consistía en alargar mucho sus stints para llegar en solo dos paradas.

El relanzamiento de la carrera prometía emociones fuertes, pero estuvo muy cerca de derivar en tragedia. Dirección de Carrera anuló la resalida por una arrancada temprana de O'Ward, y Herta se encontró de lleno el coche de VeeKay. Su monoplaza voló por encima del cockpit del holandés, que libró daños personales por el Aeroscreen, y se elevó en dirección a la valla. Por fortuna, Herta se quedó a medio camino, aterrizando la sección trasera de su máquina en la parte superior del muro SAFER y esquivando un impacto que podría haber resultado devastador. A su vez, varios pilotos evitaron recibir impactos en el cockpit de los restos gracias al Aeroscreen, en especial Marcus Ericsson.

La carrera se relanzó en la vuelta 170 con solo nueve pilotos en la vuelta del líder, siendo Newgarden uno de los grandes perjudicados al perder vuelta en los cautions. Sato se descolgó de la pelea por la victoria, a la vez que Pagenaud y Dixon, sexto y séptimo tras la resalida, comenzaban a avanzar. El francés asaltó el liderato en la vuelta 179, y el neozelandés se colocó quinto, detrás de Rossi. Los McLaren SP pararon en vueltas consecutivas en los giros 190 y 191, con una detención algo lenta para un O'Ward al que ya le costaba mantener detrás a Askew, y Sato les siguió poco después. El resto de hombres de cabeza podían permitirse llegar hasta el final sin parar.

Los tres líderes (Pagenaud, Rossi y Dixon) eran quienes más tendrían que ahorrar, en especial Rossi, quien solo había cambiado gomas en su última parada. Askew se desdobló a 30 vueltas del final, e inició una furiosa persecución a base de adelantamientos, a la par que Dixon aprovechó para adelantar a Rossi, mostrando mucho más ritmo que el americano. A 10 vueltas del final, Askew terminó haciéndose con la tercera plaza con relativa facilidad, pero los dos líderes aguantaron sin parar, estando a unos 9 segundos inasumibles para el novato en tan poco tiempo. Pagenaud y Dixon llegaron a estar brevemente en paralelo, pero el francés mantuvo a raya al líder de la general y se hizo con una inesperadísima victoria tras no poder clasificar,su primera en Iowa y la 15ª de su carrera.

Dixon se "conforma" con reforzar todavía más su liderato desde la segunda posición, acompañado en el podio por un Askew que se convierte en el segundo novato de 2019 en lograr su primer podio. Ninguno de ellos salió en las 13 primeras posiciones. Con gomas nuevas, Pato O'Ward avanzó hasta la cuarta posición, ubicándose tercero en la general, y Newgarden salvó la noche con un top 5, por delante de Rossi, un Jack Harvey que cata al fin un buen resultado, el poleman Daly y Marcus Ericsson, que prolonga su buena racha. Por su parte, Palou consiguió salvar los muebles en menor medida con una undécima posición, aprovechando los problemas tardíos de Ferrucci y Hunter-Reay, aunque lejos del top 10 que completó Takuma Sato. El sábado noche, desde el séptimo lugar, buscará mejores fortunas. Con suerte, sin más sustos.

Fotos: IndyCar Media