IndyCarTatiana Calderón ficha por Foyt para debutar en las carreras de circuito

La temporada 2022 de IndyCar todavía guardaba un último as en la manga en lo referente a las sorpresas, y lo ha jugado este lunes al desvelarse la incorporación de Tatiana Calderón al campeonato. El equipo A. J. Foyt Racing ha anunciado que la colombiana, residente en Madrid desde hace bastantes años, estará al volante de un tercer coche del equipo, con el número #11, en las doce carreras de circuitos permanentes y urbanos, donde acompañará al también debutante Kyle Kirkwood y a Dalton Kellett.

Seis meses después de un exitoso test de exploración en Mid-Ohio del que todas las partes salieron satisfechas, Foyt ha conseguido culminar la expansión de su flota a tres vehículos con la llegada de Calderón, que asumirá el difícil reto de IndyCar y de ser la primera mujer desde 2013 con un programa sustancial. En esta empresa quedan excluidas por el momento las carreras de óvalo, entre ellas las 500 millas de Indianápolis, como ya hicieron Romain Grosjean o Jimmie Johnson este pasado 2021 para cogerle el pulso a la categoría antes de firmar programas completos.

La llegada de Calderón se produce gracias a la expansión del acuerdo económico con la compañía ROKiT, que patrocina desde el año pasado al coche #14. Pese a perder recientemente una cuantiosa demanda por valor de 35 millones de dólares con Williams F1, la firma tecnológica no solo mantiene su presencia en el coche de Kirkwood, sino que ha jugado un papel esencial en la firma de Calderón, siendo uno de sus principales valedores desde 2020. Más allá de su presencia en circuitos, el escueto «a día de hoy no se ha firmado a ningún piloto para los óvalos» deja en el aire la presencia de este tercer vehículo en otros recintos ovales más allá de la Indy 500.

Calderón cumple 29 años el próximo 10 de marzo, pero tendrá un regalo anticipado dos semanas antes al disputar en el Gran Premio de St. Petersburg su primera carrera de IndyCar el 27 de febrero. Eso sí, debido a su ausencia en óvalos, se saltará la cita de Texas en marzo y no volverá a la pista hasta el 10 de abril en Long Beach. En cualquier caso, será la primera mujer en disputar una carrera de circuito en IndyCar desde el gran cuarto puesto de Simona de Silvestro en el desafortunado Gran Premio de Nueva Orleans de 2015. La suiza fue también la última en tener un programa extensivo en 2013, y el pasado año fue la única mujer en la parrilla de unas 500 millas de Indianápolis en las que llegó a estar acompañada de otras tres pilotos en las ediciones de 2010, 2011 y 2013.

El automovilismo americano fue escenario de los primeros pasos de Calderón, que compitió dos años en Star Mazda (actual Indy Pro 2000) con un sexto puesto en la general de 2011, año empezó a incursionar en las categorías inferiores europeas. Entre 2013 y 2018, Calderón compitió en la Fórmula 3 europea y en GP3, sin pasar nunca de la 15ª posición general, pero dejando buenos destellos en un par de temporadas. A esto le siguió un desastroso paso por la Fórmula 2 en 2019 en el que figuró consistentemente en la cola del pelotón y no logró sumar puntos para Arden.

Pese a ello, Calderón pasó a competir en la competitiva Super Formula en 2020, algo que planeaba compaginar con sus incipientes apariciones en la resistencia europea, pero el COVID-19 convirtió esta empresa en una odisea por las restricciones en Japón. La colombiana acabó perdiéndose cinco de las 14 carreras que debía haber disputado, y tampoco logró puntuar. Entre medias, sendas apariciones en las 24 horas de Le Mans junto a Sophia Flörsch y Beitske Visser, con las que acabó en la novena posición de la clase LMP2 en 2020.

Con su debut, Tatiana Calderón se convertirá en la 12ª mujer de la historia en disputar una carrera de IndyCar. La veda la abrieron en 1976 Arlene Hiss y Janet Guthrie, quien se convertiría al año siguiente en la primera mujer en clasificarse para las 500 millas de Indianápolis. Ninguna competidora dejó tanta huella a nivel deportivo y mediático como Danica Patrick, que obtuvo una histórica victoria en 2008 en el óvalo de Motegi y una quinta posición en la general de 2009 antes de unirse a la NASCAR. Suyos fueron también siete de los 10 podios 'femeninos' en IndyCar, completando la lista los dos de Sarah Fisher y el último, obra de Simona de Silvestro en Houston 2013. Ese segundo puesto igualó el obtenido seis años antes por Patrick en Detroit como mejor resultado de una mujer en circuito.