IndyCarEstreno del 'windscreen' en Indianápolis con Josef Newgarden

Tras las pruebas que la IndyCar llevó a cabo este lunes en el óvalo de Indianápolis, la jornada deparaba aún un último foco de atención de manos de Josef Newgarden. El piloto de Penske fue el encargado de llevar a cabo la primera prueba de la historia del 'windscreen' en Indianápolis, después de que Scott Dixon lo probase por primera vez en Phoenix el pasado mes de febrero. El test, no obstante, no fue todo lo fluido que cabría esperar en un principio.

Alegando problemas de visibilidad, Newgarden apenas hizo dos breves tandas de dos vueltas antes de entrar a boxes. Portando un casco con un visor más claro, el estadounidense regresó a pista para una tanda más larga de 5 vueltas, en la que su mejor tiempo no oficial fue de algo más de 41 segundos (218-219 mph de promedio), totalizando 9 vueltas antes de dar por acabado un test que suponía una importante prueba de fuego para el dispositivo en el escenario magno de la IndyCar.

.@Team_Penske to @josefnewgarden "As long as you want to play, just play." #ThisIsMay // #INDYCAR // #Indy500pic.twitter.com/HEfkmnczro
IndyCar Series (@IndyCar) 30 de abril de 2018

Aunque los datos no son oficiales, el periodista de RACER Marshall Pruett asegura que el windscreen habría permitido alcanzar a Newgarden una impresionante velocidad punta de 243 millas por hora (391 kilómetros por hora), muy superior a las 232 mph (373 km/h) que registró durante el test abierto con la ayuda de rebufos. Al hablar de sus sensaciones tras el windscreen, el vigente campeón de la IndyCar afirmó que el choque de la novedad se disipa con relativa facilidad a medida que se prueba: "La primera vez era muy diferente. (Tenía que) mirar a través de algo, y eso cambia la forma en la que lo percibes todo. En el segundo intento, mejora un 50%, porque ya lo has hecho, ya sabes qué esperar. Es algo a lo uno se acostumbra cuando más lo llevas. Hacerlo funcionar ha sido muy fácil".

Eliminados en gran parte los problemas de reflejos que Dixon reportó en su test, Newgarden apuntó dos inconvenientes surgidos de la estructura física del windscreen. Uno de ellos es la cantidad de bichos que se acumularon en él (los cuales son retirables a través de 'tear-offs', de forma similar a las que llevan las viseras de los cascos. Estas últimas, precisamente, fueron el mayor problema en su variante "oscura" normal, por lo que Newgarden ha manifestado su deseo de que los fabricantes de cascos colaboren con los responsables técnicos del windscreen (IndyCar, Dallara y PPG) para solventarlo.

Una de las principales quejas que transmitió Dixon fueron los problemas de temperatura que generaba la falta de flujo de aire directo, así como el aire a presión que se introducía de forma vertical empujando al piloto hacia abajo, algo similar a lo que Sebastian Vettel experimentó en su breve prueba del aeroscreen. Con las modificaciones efectuadas estos dos meses, Newgarden asegura que el calor no ha sido un problema en esta ocasión, pero que el problema del aire vertical persiste en cierto modo: "Es algo en lo que aún están trabajando. Han logrado reducir un poco la presión en la espalda que fuerza la cabeza hacia abajo, pero no es suficiente. Se necesita más ayuda para dirigir aire al casco, porque aún tengo algo de presión en la espalda para mover la cabeza hacia delante", comentó el piloto de Penske.

El apartado estilístico, que se ha convertido casi en un asunto de herencia histórica, es otro aspecto de preocupación para un Newgarden que considera que el diseño final del windscreen debe tener en cuenta este hecho: "Soy fan de las innovaciones. Creo que hay una progresión natural que debemos seguir para encontrar esa nueva innovación de seguridad para el habitáculo, pero deberíamos intentar mantener el espíritu de las carreras de monoplazas, y creo que IndyCar está haciendo un buen trabajo intentándolo".

Fuente: RACERFotos: IndyCar Media