IndyCarNewgarden arrebata a McLaughlin las 375 millas de Texas en la última curva

Nunca hay que vender la piel del oso antes de cazarlo. Una lección vital que nunca deja de recordar su validez, y que hoy se ha manifestado por partida doble en las 375 millas de Texas. Aún con todo el pesimismo generalizado sobre la calidad del evento, el resultado final fue una carrera disfrutable con diferentes variables, múltiples cambios de posición y de liderato. El último de ellos ocurrió a pocos metros del final, cuando lo que parecía una victoria segura de Scott McLaughlin pasó a manos de un Josef Newgarden que añadió una muesca más a la lista de grandes finales históricos en Texas, donde Álex Palou ha culminado la carrera en séptimo lugar.

Ambos pilotos se seguían relativamente de cerca durante las últimas 40 vueltas, pero Newgarden no parecía tener lo suficiente para superar a un McLaughlin que estaba muy cerca de empezar la temporada con dos triunfos consecutivos. El neozelandés fue sorteando con habilidad los diferentes grupos de tráfico que encontró, pero el coche de David Malukas se le atragantó en la recta trasera. Newgarden detectó la oportunidad, lanzó el coche por la traicionera línea externa y apuró lo justo para superar a su compañero en la salida de la última curva, logrando la victoria por tan solo 66 milésimas.

Esta maniobra puso la guinda en el pastel a una carrera frenética, en la que pronto quedó de manifiesto que varios coches sí serían capaces de superar a otros por el exterior. De este modo, McLaughlin asaltó el liderato en la segunda vuelta a costa del poleman Felix Rosenqvist. Por detrás, en la zona media, Alexander Rossi se saltó la salida y recibió la puntilla en la vuelta 15 cuando su coche se averió repentinamente, causando la primera interrupción de la tarde en forma de 'caution'. El primer stint resultó bastante tranquilo para la mayoría, siendo los avances de Colton Herta (de noveno a cuarto) y de Marcus Ericsson (de 14º a noveno) lo más destacado.

Al llegar el primer periodo de paradas sobre la vuelta 60, el equipo Penske lanzó su genialidad estratégica al adelantar unas cinco vueltas la primera detención de dos de sus pilotos, permitiendo con ello que el tráfico fuese una molestia menor. Una vez todos habían hecho su detención, McLaughlin pasó a tener una ventaja de hasta 12 segundos, y Newgarden, que había caído del séptimo al décimo lugar antes de la parada, alcanzó la segunda posición en este proceso. Pato O'Ward se sumó a su compañero en la persecución de los Penske, a la par que Takuma Sato vio su tercera posición desaparecer tras calar el coche Malukas delante suya en los pits. Llegada la vuelta 100, la carrera del nipón llegó a su fin tras tocar ligeramente el muro, causando la segunda amarilla.

En el periodo de paradas masivas que se sucedió, los pilotos de McLaren SP se inmolaron con sendos errores, al pasarse de frenada Rosenqvist y arrollar O'Ward a un mecánico. Will Power, que había ido cediendo terreno poco a poco, pasó del octavo puesto a completar un triplete Penske en cabeza, seguido de un firme Scott Dixon, de un Marcus Ericsson que seguía en línea ascendente y de un Rinus VeeKay que después asumiría más protagonismo. Por su parte, Álex Palou se plantaba por primera vez dentro del top 10 de forma sólida, ubicándose en octava posición. En este periodo, Romain Grosjean desarrolló una rotura de motor y se vio obligado a abandonar su primera carrera de superspeedway, en la que estaba ocupando la 13ª posición.

Este 'caution' causó un periodo de 50 vueltas en el que solo hubo dos giros con bandera verde tras sendos accidentes en resalidas en los que Devlin DeFrancesco fue protagonista. El canadiense, que ya había sido culpable parcial del accidente de Sato, ahogó el avance por el exterior de la curva 4 del también debutante Kyle Kirkwood en la resalida de la vuelta 115, lo que llevó al piloto de Foyt a perder el control y chocar. Cuando la carrera se reemprendió en la vuelta 129, DeFrancesco se lanzó de forma demasiado optimista por el interior de la curva 3 sobre Graham Rahal por la undécima posición y chocó con él, llevándose este puesto a Hélio Castroneves en un aparatoso accidente triple

Con ello, no fue hasta la vuelta 149 cuando la carrera volvió a un ritmo normal, no sin antes producirse el abandono definitivo del poleman Rosenqvist al averiarse el eje de la transmisión. Siendo conscientes de que todos podían llegar en una parada si se ahorraba suficiente gasolina, las siguientes 30 vueltas se convirtieron en un carrusel de adelantamientos en el que los pilotos iban y venían según les convenía por ahorro y situación en pista. De este modo, McLaughlin, Newgarden, VeeKay, Power y Ericsson se alternaron uno tras otro en el liderato de la prueba, en algunos casos con osadas maniobras a tres en paralelo por el exterior.

Hacia el final del stint, VeeKay perdió numerosos puestos y se vio obligado a parar algunas vueltas antes de tiempo (giro 187) en el último periodo de paradas. Esto le situó líder por el 'undercut', pero con 61 vueltas por delante, solo una amarilla le permitiría estar en ritmo competitivo. Por desgracia para él, esto no ocurrió, y McLaughlin accedió al liderato en la vuelta 200 de 248, siendo después otros muchos los que dieron cuenta del neerlandés hasta acabar décimo. Solo Newgarden y Ericsson aprovecharon la coyuntura para irse a por un McLaughlin que parecía insuperable... hasta que, como hemos comentado arriba, el tráfico inclinó la balanza en el último momento.

Newgarden consigue con este triunfo su 21ª victoria en IndyCar, su segunda en el óvalo de Texas tras la de 2019 y la novena en óvalo, solo tres menos que en circuito pese a haber disputado en ese terreno el doble de carreras. A su vez, fue la victoria número 600 del Team Penske entre todas las competiciones, un logro considerable. McLaughlin hubo de conformarse con repetir su segundo lugar del año pasado, siendo este su tercer podio en IndyCar, y con conservar el liderato de la general con un ampliado margen de 28 puntos sobre Power, cuarto en el día de hoy sin tener gran velocidad en el stint final. Por delante, Ericsson mejoró en dos posiciones su mejor puesto en óvalo, siendo este su quinto podio en la categoría.

La otra gran noticia de la carrera fue el espectacular desempeño de Jimmie Johnson, que en su primer óvalo en IndyCar y desde el puesto 18 en parrilla se reencontró con su mejor versión. Avanzó de forma paulatina, alcanzó el top 10 en la vuelta 175, superó a su compañero Palou e incluso llegó a situarse entre los cinco primeros al adelantar a Scott Dixon a pocas vueltas del final. El hexacampeón de IndyCar acabó imponiéndose finalmente sobre el heptacampeón de NASCAR, pero su sexto puesto, mejorando en once lugares su mejor posición en las carreras de rutero que había hecho en monoplazas, le sitúan como un claro contendiente para sus primeras 500 millas de Indianápolis.

En un fin de semana en el que su coche estuvo relativamente falto de velocidad, Álex Palou logró salvar un séptimo lugar que le otorga buenos puntos y le permite mantenerse entre los tres primeros de la general, ahora a 32 puntos de McLaughlin. No tuvo apuros en las vueltas finales por parte de Simon Pagenaud o del sorprendente Santino Ferrucci, quien sustituyó a última hora al volante del #45 de Rahal a un Jack Harvey que desarrolló síntomas de conmoción en la mañana del domingo tras un fuerte accidente en los Libres 2 del sábado. Pese a salir último y no haber dado una sola vuelta en todo el fin de semana, Ferrucci tiró de su habitual buen hacer en óvalos para obtener una buena novena posición.

El piloto estadounidense, que ya ocupó ese coche en varias carreras del año pasado y que competirá para Dreyer & Reinbold en las 500 millas de Indianápolis, se benefició en parte del día aciago de Andretti Autosport, rematado por una pésima parada en el coche de Colton Herta en la vuelta 188 que impidió cualquier opción de un buen resultado. Por su parte, O'Ward desarrolló problemas adicionales durante el evento y su 15ª posición prolonga un inicio de temporada para el olvido. Él y todos los competidores tendrán tres semanas para resetear antes de cambiar por completo de desafío en las prestigiosas calles de Long Beach.

Fotos: IndyCar Media