IndyCarWill Power vence en Portland, y Josef Newgarden acaricia el título

La penúltima carrera de la temporada, en Portland, descartó casi por completo a uno de los cuatro candidatos al título de IndyCar, vio al poleman terminó lejos de la pelea por la victoria a la hora de la verdad y contempló dos tempranos accidentes fruto de las prisas. No es fácil volver a un circuito tras un mes en óvalos, y más aún en la primera chicane de un trazado que en el pasado ha visto carnicería por todos lados. Al final del día, nadie tuvo argumentos sólidos para detener a un Will Power beneficiado por una batería defectuosa.

El inicio de la carrera, como de costumbre, estuvo lejos de ser limpio. Saliendo en 15ª posición, Graham Rahal erró a la hora de juzgar la frenada y se llevó puesto el coche de Zach Veach, iniciando una accidente al llegar a la chicane que atrapó a los dos pilotos del equipo Schmidt, James Hinchcliffe y Conor Daly. A su vez, también se vieron implicados Spencer Pigot, que trompeó, y un Takuma Sato que tuvo que parar en boxes al tocar a Veach. Rematando la faena, Josef Newgarden, que salía 13º, perdió mucho tereno esquivando la maniobra en la escapatoria, y Simon Pagenaud, 18º en parrilla, fue trompeado en la frenada por Max Chilton.

Tras 12 vueltas de reordenar la parrilla, esta se vio afectada por otro caution cuando Ryan Hunter-Reay, que se defendió de forma muy expeditiva de su compañero Alexander Rossi, se pasó de frenada en la curva 1 y se llevó puesto a Jack Harvey, quien acababa de perder la tercera posición a manos de Will Power. Tras este caos, Colton Herta aún retenía el liderato ante los ataques de Scott Dixon, quien también había pasado a Power en la salida, y Rossi se ubicaba cuarto sobre Felix Rosenqvist, que había recuperado por los incidentes lo perdido en la primera vuelta. Los grandes beneficiados fueron Marco Andretti, Tony Kanaan y Charlie Kimball, que pasaron a ocupar las posiciones 6 a 8,

Por delante, Herta resistió un intento de adelantamiento de Dixon en dicha resalida, pero no consiguió poner tierra de por medio con el neozelandés. Por detrás, Newgarden y un buen Spencer Pigot no tardaron en avanzar dentro del top 10. Estorbado de forma notoria por Andretti, Newgarden se vio superado en la vuelta 28 por Pigot, y este tardó poco en despachar a Andretti. No sería hasta la vuelta 33 cuando el líder del campeonato consiguió al fin superar al nieto e hijo de campeón.

Tras varias vueltas de ritmo insuficiente, y juntar a los cinco primeros, Dixon terminó adelantando a Herta en la vuelta 38, y en apenas una vuelta el estadounidense se desplomó hasta la quinta posición, poco antes de efectuar su parada. El resto de líderes hicieron la suya alrededor de la vuelta 43. En estas detenciones, Rosenqvist emergió por delante de Rossi y comenzó pronto a atacara a Power, mientras Newgarden escalaba a la quinta posición sobre Herta, una mala parada de Pigot le mandaba del sexto al décimo lugar, y una manguera defectuosa impidió a Bourdais que alargar su parada le diese réditos.

Repentinamente, en la vuelta 52, contando con una ventaja de casi cuatro segundos, Dixon se metió en boxes tras quedarse sin potencia. Ganassi acometió un cambio rápido de baterías, y el neozelandés salió con tres vueltas perdidas, en 17ª posición. Rosenqvist pasó entonces a presionar el liderato de Power, pero este consiguió un pequeño hueco de poco más de un segundo, siendo Rossi la única amenaza inmediata del sueco, aunque sus blandos no aguantaron el ritmo de los de su rival. A posteriori, recuperaron bríos Pigot, que avanzó de nuevo hasta la sexta posición a costa de Andretti y Pagenaud, y un Herta que superó de nuevo a Newgarden en la vuelta 68 por la cuarta posición.

El desgaste de las blandas de Rossi fue tan acusado que Herta terminó por alcanzarle, pero consiguió mantenerle justo detrás pese a que Herta adelantó una vuelta su parada. Sin apenas cambios, Marco Andretti fue el gran perjudicado, perdiendo su séptima posición tras romperse su alerón delantero al defenderse de Pagenaud. Sin tener ya a nadie detrás, solo Power y Rosenqvist peleaban entre sí, pero el australiano conservaba una sólida ventaja de 2.5 segundos, y la amplió durante el último stint hasta casi los 7 segundos. Cuando la carrera se dirigía a un final sin nada destacable, el coche de Santino Ferrucci, que era undécimo, se quedó detenido en la vuelta 98 en la recta principal, causando un periodo de caution que permitía agruparlos a todos.

El tramo final de bandera verde, de solo cuatro vueltas, no trajo cambios significativos, y Power se erigió con la 37ª victoria de su carrera, igualando a Sébastien Bourdais, la segunda de su temporada y la primera fuera de un recinto ovalado (incluyendo el rutero de Indianápolis) desde Toronto 2016. Por segunda carrera consecutiva en circuito, Rosenqvist terminó segundo, y Rossi completó el podio con un valioso resultado, ante la presión contenida de un Herta que firmó el segundo top 5 de su carrera, por delante del líder Newgarden. Pigot sacó un sexto puesto redentor tras sus abandonos en óvalos, y Pagenaud resistió en séptimo lugar el ataque final de un Matheus Leist que, con gomas nuevas, se llevó la octava posición, rebasando en las vueltas finales a Sébastien Bourdais y un Charlie Kimball que mantiene la racha de buenos resultados de Carlin.

Con una carrera por delante, la pelea por el título queda fijada en Laguna Seca con ventaja para Newgarden, que llegará al trazado californiano con 41 puntos sobre Rossi y 42 sobre Pagenaud. Ambas ventajas hacen que al estadounidense le valga un cuarto puesto para conseguir su segundo título, independientemente del resultado que consigan sus rivales. Dixon mantiene opciones matemáticas al máximo entorchado tras su 16º puesto, pero a 85 puntos de Newgarden, necesitaría una victoria y un temprano abandono del líder para tener alguna opción. Para Power, el despertar ha llegado tarde, pero nunca está de más.

Fotos: IndyCar Media