La inestabilidad del litio ya tiene un principal beneficiado y BYD quiere ser el primero en aprovecharse
La inestabilidad en el suministro y precio del litio, elemento vital para la producción de baterías para coches eléctricos, ha despertado el interés en las baterías de sodio como una alternativa prometedora en el campo de la movilidad cero emisiones.
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Publicado: 12/06/2023 13:00
La crisis energética y el auge de los vehículos eléctricos han provocado un importante terremoto en el mercado del litio en los últimos 12 meses, alterando notablemente su precio e incluso generando dudas acerca de su viabilidad futura como componente principal en la producción de baterías.
Y, según un informe publicado por BloombergNEF, se espera que las fluctuaciones en el precio del litio impulsen la demanda de baterías de sodio en China en los próximos años, especialmente para coches eléctricos de gama baja.
El coste por kWh de las baterías de sodio podría llegar a ser la mitad del de la popular química LFP una vez que se alcance la suficiente producción
Este tipo de batería ha comenzado a introducirse en el mercado este mismo año y es vista con cada vez mayor fuerza como una alternativa muy interesante a la batería de iones de litio tradicional.
De hecho, el informe mencionado señala que estas baterías podrían llegar a desplazar alrededor de 272.000 toneladas de litio para 2035, representando un 7 % del mercado general.
La escasez de litio podría impulsar aún más al sodio
Estas cifras son importantes de por sí, pero si se prolonga la escasez de litio en la industria, el despliegue de las baterías de sodio podría ser aún más agresivo, anticipa el informe de BloombergNEF.
Aunque el litio es relativamente abundante, es posible que el ritmo de apertura de nuevas minas no pueda mantenerse al ritmo de la creciente demanda de baterías. En un escenario de escasez prolongada de litio, el sodio podría reducir la demanda general de litio en un 37 %, equivalente a 1,4 millones de toneladas para 2035.
A ello contribuiría en gran medida que el sodio es una materia prima más abundante y geográficamente distribuida en comparación con el litio.
El crecimiento de las baterías de sodio contribuiría a aliviar la presión sobre la cadena de suministro del litio, fortaleciendo así la expansión de la movilidad eléctrica en general. Aunque la participación relativa de las baterías de sodio puede parecer pequeña en comparación con otras tecnologías, el crecimiento absoluto es significativo debido a la rápida expansión del mercado.
El potencial de las baterías de sodio
Las baterías de sodio representan una revolución en la industria debido a sus numerosas ventajas en términos de costes, seguridad, sostenibilidad y rendimiento.
Estas baterías prescinden de materiales costosos como el cobalto en el cátodo y pueden utilizar colectores de corriente de aluminio en lugar de cobre, lo que reduce los costes.
Se estima que el coste por kWh de las baterías de sodio podría llegar a ser la mitad del de la popular química LFP (litio-ferrofosfato) una vez que se alcance la suficiente escala en su producción.
Además, el sodio es más abundante y se puede reciclar fácilmente. También funcionan mejor en climas fríos y se pueden producir utilizando métodos existentes, lo que permite una rápida escalabilidad.
El inconveniente principal de las baterías de sodio es que tienen una menor densidad energética en comparación con las de litio.
Sin embargo, BloombergNEF pronostica que, para el año 2025, la densidad energética de las baterías de sodio será comparable a la de las baterías LFP utilizadas a principios de la década, cuando se inició su adopción masiva por parte de los fabricantes chinos.
Esto indica que las baterías de sodio están evolucionando rápidamente y podrían convertirse en una opción más competitiva en términos de rendimiento y precio en un futuro cercano.
BYD toma la delantera, con permiso de CATL
Empresas chinas como BYD, CATL, HiNa y Farasis lideran actualmente el mercado de baterías de sodio, aunque también existen algunas empresas occidentales, como Faradion en el Reino Unido, Natron en Estados Unidos y Tiamat en Francia, que están apostando por esta tecnología prometedora.
Sin embargo, el gigante BYD quiere posicionarse como principal potencia en el sector de baterías de sodio al embarcarse en el desarrollo y producción de este tipo de tecnología. De hecho, ya ha establecido una empresa conjunta con un conglomerado chino para construir una base de producción en la provincia de Jiangsu.
Una de las grandes apuestas de BYD es el Seagull, que en teoría será el primer automóvil de la marca en utilizar estas baterías, si bien hasta ahora no se ha confirmado nada. De momento, se comercializa con baterías LFP.
Por otro lado, su principal competidor, CATL, anunció que sus baterías de sodio se utilizarán por primera vez en los modelos de la marca Chery, y se espera que lleguen a los primeros modelos este año en España.
En los últimos meses, las baterías de sodio han evolucionado lo suficiente como para justificar la autorización para iniciar su producción a gran escala. CATL y BYD están liderando el camino en esta área y su inversión impulsará significativamente el sector de las baterías de sodio. ¿Quién dominará el mercado finalmente? ¿Se consolidará la batería de sodio como alternativa a la de litio?