Un informe destaca el desequilibrio entre la oferta y demanda en los coches eléctricos de ocasión
Los coches eléctricos cada vez ganan más terreno en Europa. Los fabricantes presumen de las elevadas cifras de ventas anuales y del éxito que algunos de sus modelos de cero emisiones están acaparando. Si bien la gran mayoría son relativamente nuevos, existe una oferta muy reducida en el mercado de coches de ocasión, una situación que se espera que se de la vuelta en 2024.
5 min. lectura
Publicado: 19/03/2023 20:00
El plan estratégico «Fit for 55» de la Unión Europa se ha venido abajo por completo y no está nada claro que 2035 sea el verdadero año en el que se impongan los coches eléctricos. Los responsables en Bruselas habían adquirido un compromiso con los países miembros para transformar la producción de coches nuevos en 100% eléctricos, obligando también a fomentar el uso de los modelos de cero emisiones entre la población.
Aunque ahora está todo en el aire, las marcas se jactan de las grandes cifras de producción de coches eléctricos durante el pasado año 2022, siendo cientos de miles más en los próximos años. Pero hay un gran problema, los precios se están encareciendo cada vez más y la selección de coches eléctricos de ocasión en Europa es mínima. Una de las herramientas claves para que este tipo de modelos empiecen a calar entre la sociedad.
La oferta de coches eléctricos de ocasión es clave en Europa
Un informe alemán ha desvelado que son muchos los europeos que están apostando por el coche eléctrico pero no como se esperaba, no como coche familiar de uso frecuente, sino como segundo, por lo que su uso es más limitado. Es decir, el de combustión tradicional o híbrido se utiliza para los grandes viajes en familia, mientras que el eléctrico es solo para el uso diario. En gran medida, porque la infraestructura de carga a nivel europeo deja mucho que desear.
En Alemania, hasta este pasado mes de enero figuraban más de 25.000 unidades en el mercado de los coches eléctricos de ocasión, pero con más de dos décadas y más de 200.000 kilómetros a cuestas. Justamente lo que nadie quiere. El gran problema que los expertos han observado es la falta de modelos en oferta, una situación que se espera que se corrija entre 2024 y 2025 cuando los clientes que han apostado por las suscripciones, los renting y los leasing decidan cambiar de modelo y las marcas se vean obligadas a sacarlos de nuevo al mercado.
Los precios impiden ampliar la oferta de eléctricos de ocasión
Es la única forma de que los eléctricos más modernos aumenten la oferta de usados, pues la gran mayoría de las ventas de eléctricos del año pasado fueron directamente a particulares, que suelen mantenerlos en propiedad entre 5 y 10 años. Son muy caros, tanto nuevos como usados, a pesar de que tienen un valor residual más bajo que los de combustión térmica; en Alemania, este valor es del 61,5 por ciento en los eléctricos, del 66,8 por ciento en los diésel y del 69,6 por ciento en los gasolina. Lo cual también tiene truco, pues este valor es calculado después de haberse beneficiado de las ayudas a la compra.
El gran problema de los coches eléctricos usados es que los clientes tampoco se fían de su estado, a pesar de que cada vez hay más herramientas y servicios para medir el estado de la batería. Aún así, son muchos los que prefieren estrenar, pero los elevados precios de los nuevos, y también de los coches de ocasión, no están por descender y ser más accesibles, ni a corto ni medio plazo, con lo que la oferta seguirá siendo muy restringida en los próximos años.