Se avecina terremoto en Europa y de los grandes. Un informe sugiere que las multas por emisiones a las marcas de coches son ilegales
La Unión Europea tiene otro gran problema, uno más que se suma a la larga lista de los relacionados con la industria del automóvil. La UE instauró un sistema de medición de emisiones que, de no cumplir con los límites, los fabricantes serían sancionados. Sin embargo, el informe de un organismo alemán ha puesto de relieve que esta regulación es ilegal, lo que causar un terremoto.
Se avecina terremoto entre la Unión Europea y las marcas de coches en los próximos meses. Al menos, si los fabricantes alemanes se hacen eco del informe emitido por UNITI, cuyas conclusiones ponen muy en entredicho las decisiones de la Unión Europea en materia de emisiones de CO2 y las sanciones pertinentes.
Las engañosas cifras de consumo y de emisiones de los coches nuevos obligaron a la Unión Europea a establecer unos límites más estrictos, instaurando un sistema de medición que comprendía una prueba en condiciones reales de circulación, considerando equipamientos opcionales, además de la de laboratorio. Los fabricantes recurrieron a los «PEMS», los dispositivos portátiles de emisiones que utilizan para cumplir con los valores límite y obtener la certificación WLTP.
El informe que esperaban las marcas alemanas que carga contra la UE
Sin embargo, el estudio solicitado por esta asociación, y llevado a cabo por un experto en derecho medioambiental de la Universidad de Augsburgo, además de en derecho público, europeo y urbanístico, toda una eminencia, concluye que la regulación de las emisiones de CO2 de las flotas de la UE es ilegal y perjudica la protección medioambiental efectiva.
Martin Kment apunta que «medir los gases de escape sólo en el extremo del terminal es un método obsoleto y no sólo perjudica a las marcas, sino también al medio ambiente. No se tiene en cuenta todo el ciclo de vida del vehículo para determinar las emisiones de CO2».
Según esta tesis, la gran beneficiada del actual sistema de medición es la Unión Europea que no ha reparado en que las emisiones de CO2 no son en un momento concreto, generándose cifras más elevadas al tiempo que el vehículo envejece, por lo que la enriquece su caja con importantes multas si todos los modelos de una gama no están por debajo del límite.
La Unión Europea no es competente para poner multas a las marcas de coches
El experto jurista también ha cargado contra Comisión de la UE, a la que ha acusado de atribuirse una responsabilidad que no le compete, la de imponer y cobrar multas por exceso de emisiones. Kment ha señalado que «La transferencia de ingresos al presupuesto general de la UE es contraria al contrato, no existiendo ningún fundamento jurídico para que los fabricantes de vehículos paguen multas si se superan los objetivos de flota especificados».
Los fabricantes alemanes ya conocen este informe, suponiendo que sus departamentos ahora lo estudiarán con detenimiento y junto con la normativa europea para actuar o no. Y es que, de hacerlo, el terremoto está asegurado porque basta sólo con imaginarse si los fabricantes exigen la devolución de las multimillonarias multas que han recibido y pagado, además de lo que el futuro puede deparar.