La revolución interna del nuevo Mazda3 y sus puntos clave
Con el cambio generacional el Mazda3 ha sufrido una auténtica revolución interna. El renovado compacto japonés alcanza nuevas cotas de rendimiento, seguridad y confort de marcha. Repasamos los puntos clave, desde los asientos hasta la carrocería pasando por el chasis y el aislamiento del habitáculo.
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Publicado: 11/01/2019 18:15
El cambio generacional que ha sufrido el Mazda3 es muy importante. Más allá de la nueva imagen que presenta el compacto japonés que supone el pistoletazo de salida de la evolución de la filosofía de diseño KODO de Mazda, lo cierto es que en las entrañas del modelo nipón se han producido cambios de calado que le permiten alcanzar nuevas cotas en materia de dinamismo, seguridad, confort y rendimiento.
Una de las claves más relevantes del modelo es la llegada nueva familia de tecnologías estructurales SKYACTIV-VEHICLE. Las tecnologías SKYACTIV de Mazda han sido rediseñadas desde cero para ofrecer un rendimiento sin precedentes respecto al modelo saliente. La nueva generación de esta arquitectura asegura que los ocupantes del vehículo puedan aprovechar su capacidad natural para mantener el equilibrio con el vehículo en movimiento.
Un estudio científico como punto de partida
Mazda ha creado una arquitectura que funciona como un todo coordinado -neumáticos, chasis, asientos-, quieren que la experiencia de conducción sea más natural, por ello el proceso de desarrollo tuvo como punto de partida e inspiración un estudio científico del ser humano.
Del mismo modo que cuando andamos o corremos realizamos correcciones automáticamente con la pelvis, piernas, columna vertebral o nuestro cuello, permitiéndonos mantener el movimiento de manera fluida, se han integrado nuevas conexiones "orgánicas" entre todos los componentes del Mazda3 para así trabajar solidariamente entre sí y mejorar la experiencia de conducción.
Las tecnologías clave en la arquitectura SKYACTIV-VEHICLE del nuevo Mazda3
Asientos con movimiento paralelo al de masa amortiguada
En la nueva arquitectura SKYACTIV-VEHICLE que incorpora el nuevo Mazda3 se encuentran unos nuevos asientos en cuyo diseño se han tenido en cuenta las conclusiones más recientes de las investigaciones en el campo de la biología humana. La banqueta y la parte baja de estos sujetan la pelvis y permiten que la columna vertebral adopte una curva en forma de “S” para garantizar una cómoda postura.
Los componentes internos de los asientos también han incrementado su rigidez para asegurar que la carga se transmita más directamente, desde la masa amortiguada al cuerpo del ocupante. Estos cambios permiten reducir al mínimo el movimiento del asiento y por ejemplo permiten percibir más rápidamente cambios en la trayectoria de nuestro coche.
Una carrocería que transmite la fuerza sin desfase
La carrocería básica SKYACTIV basada en el concepto de un bastidor recto y continuo ha sido refinada. Las estructuras de anillo que conectaban el bastidor vertical y lateral en la carrocería anterior cuentan ahora con unas conexiones de delante hacia atrás dando como resultado unas estructuras de anillo multidireccionales que mejoran la rigidez diagonal. El panel lateral del capó, los anclajes de los amortiguadores y la abertura de las puertas traseras han sido colocadas de manera que permita obtener la máxima eficacia.
Como consecuencia, el desfase en la transmisión de la energía de entrada a las diagonales que se extienden desde el frontal a la parte posterior se ha reducido un 30% con respecto a la carrocería actual. Suena un poco complejo pero en la práctica las fuerzas a las que está sometido el Mazda3 se reparten al instante entre las cuatro esquinas del vehículo.
El chasis cuenta con una excelente puesta a punto
El nuevo chasis del que dispone el Mazda3 2019 presenta un nuevo concepto al suavizar las fuerzas que se transfieren a la masa no amortiguada. Es por ello que se ha rediseñado completamente la asignación de las funciones entre los distintos componentes, es otra de las claves más relevantes de la arquitectura SKYACTIV-VEHICLE.
La suspensión del nuevo Mazda3 opera en dirección vertical con un ángulo del brazo que se abre hacia abajo, ello permite que empuje los neumáticos hacia el suelo. Por otra parte, el uso de un cojinete esférico garantiza que la transmisión de la energía esté perfectamente alineada. También se ha trabajado en aumentar la rigidez vertical de los neumáticos y se ha suavizado las paredes laterales para reducir su dureza.
La tecnología de control dinámico del vehículo de Mazda, denominada «G-Vectoring Control», ha permitido dar lugar a una asignación más eficaz y funcional en la adopción de todos estos cambios. ¿El resultado? El efecto de absorción de las vibraciones y amortiguación de la goma de los neumáticos aumenta, permitiendo extraer más información del asfalto, transmitirlo al habitáculo y por tanto al conductor.
Un habitáculo más confortable con menos ruido y vibraciones
Mazda ha trabajado concienzudamente en mejorar el confort a bordo del nuevo Mazda3, especialmente en la rumorosidad. La arquitectura SKYACTIV-VEHICLE supone un auténtico paso adelante en materia de ruido, vibración y lo que se conoce como NVH, Noise, Vibration and Harshness que en español significa: Ruido, Vibración y Dureza.
La marca japonesa ha mejorado la amortiguación del origen del ruido y las vibraciones, por ejemplo, entre la carrocería y la moqueta del suelo han empleado materiales acústicos de fibra para aislar el ruido sin incrementar el peso del conjunto. Es importante que silencio del habitáculo sea de alta calidad y para todos los ocupantes.
El recubrimiento del techo también tiene una capa ideada para absorber ruidos, igual que las alfombrillas del suelo. Con la nueva arquitectura de vehículos de Mazda, un cambio repentino del estado la superficie del asfalto, por ejemplo de firme a bacheado, será percibido por los ocupantes con una transición más gradual y lineal. El resultado es un nivel superior de silencio y confort.
Fuente: Mazda