Internet y coches: los desafíos para el protocolo IP

Internet se está introduciendo en los coches poco a poco, pero no tardará el día en que la mayoría del parque automovilístico esté conectado. Serán elementos de la "Internet de las cosas" (IOT), y necesitarán muchas direcciones IP para comunicarse con el mundo.

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Publicado: 28/10/2016 20:00

Comparación entre IPv4 e IPv6 en número de direcciones

No solo los informáticos hablan de direcciones IP, aunque pocas personas ajenas a ese mundo entienden realmente qué significa el concepto. Por hacer una simplificación -muy grande- se trata de la matrícula con la que un dispositivo navega por Internet, debe ser única en toda la red, en caso contrario existirían colisiones.

IP significa Internet Protocol, es el corazón de la red

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La mayoría del tráfico actual de Internet corre sobre el protocolo IPv4, que tiene ya unas décadas encima. Es un sistema de numeración que permite 4.300 millones de direcciones distintas, combinando cuatro números de 0 a 255 (8 bits). Por lo tanto, una dirección IPv4 consta de 32 bits. No todas las direcciones se pueden aprovechar, hay rangos reservados (como las direcciones privadas, tipo 192.168.X.X) y experimentales.

En el amanecer de la informática, nadie pensaba que tal cantidad de direcciones pudiesen llegar a agotarse algún día. Ahora mismo Internet no es terreno exclusivo de ordenadores; los teléfonos móviles, relojes, coches, tabletas... también se pueden conectar a la red de redes. Las direcciones IPv4 están empezando a escasear, no hay suficientes para todos. Los proveedores de Internet intentan que el gran público no se entere, como con el uso de direcciones IP dinámicas (van cambiando) en vez de una fija para cada usuario.

Uso de IPv6 para acceder a Google

En previsión de que ese desastre pudiese ocurrir algún día -el agotamiento de las direcciones- se ideó un protocolo nuevo, IPv6, que soluciona el tema del direccionamiento durante una larga temporada: 128 bits dan lugar a 340 sextillones de direcciones. Pensando a lo bestia, serviría para conectar a Internet múltiples colonias humanas repartidas por el universo, y durante algunos siglos por lo menos.

Pero no vayamos tan lejos. El grado de penetración de IPv6 es pequeño en la actualidad, porque IPv4 y IPv6 son incompatibles entre sí, y requieren de capas intermedias para entenderse. No es tan fácil como dejar de usar IPv4 un día, y al siguiente usar IPv6. Es un proceso que lleva años. Los primeros experimentos con IPv6 datan de mediados de los años 90.

Según Google, los usuarios que acceden a sus sitios con IPv6 supera el 12%. El despliegue "oficial" de IPv6 fue el 6 de junio de 2012, cuando varias asociaciones se pusieron de acuerdo para ofrecer conectividad con este protocolo de forma permanente. De esto el ciudadano medio no se ha enterado, mientras le funcione Internet no ha de preocuparle. IPv6 e IPv4 convivirán de forma indefinida.

El mayor grado de conectividad de los coches se da con los teléfonos móviles, pero eso se ampliará pronto a otras entidades exteriores como semáforos u otros vehículos (autónomos o no)

Sin embargo, a los fabricantes de coches sí le debe preocupar. Si los coches que salen ahora mismo al mercado no tienen compatibilidad con IPv6 existirán problemas de conectividad a medio plazo, ya que o no habrá direcciones para ellos, o IPv4 habrá dejado de ser soportado en algunos lugares de la red. Y al revés, antes de 2011 no estaba soportado el uso de IPv6 en varios sistemas operativos. Un día quedarán desconectados por obsolescencia.

Ahora mismo la conectividad de los coches a Internet es limitada, básicamente se reduce a coger de la red música, noticias, información del tráfico, estado del propio coche, información sobre mantenimiento, etc. Más adelante la conectividad permitirá que los vehículos se comuniquen entre sí, y que puedan conectarse con su entorno cercano. Nos referimos, cómo no, a las tecnologías coche a coche (C2C/V2V) y coche a infraestructura (C2X/V2X).

El intercambio de información permitirá optimizar las rutas de tráfico, evitar accidentes u obstaculizaciones, etc. Hace solo unos días hablábamos de una de las aplicaciones prácticas de esta tecnología: sincronizar coches y semáforos para evitar toparse con las luces rojas y malgastar tiempo y combustible. Tenemos razones por todos lados para adoptar IPv6 más pronto que tarde.

En pocos años no se concebirán los coches desconectados a Internet (modelos nuevos). El 90% de serie podría estar conectado para 2020

Hace 10 años, Gerard Segarra, un responsable tecnológico de Renault, ya habló de la necesidad de casar la conectividad a bordo con IPv6, y fue bastante antes de la implementación universal del protocolo nuevo. Y habrá modelos que no necesiten una IP, sino varias. ¿Cómo? Por ejemplo, una centralita puede conectarse a Internet de forma independiente por razones de diagnóstico o reparación remota, bajo las correspondientes medidas de seguridad. El sistema de infoentretenimiento usará su propia dirección.

Esto dependerá de cada diseño, pero es una posibilidad. Algunos expertos le quitan importancia al problema, ya que los coches pueden conectarse a redes privadas con su propio sistema de direcciones, y así no consumir direcciones públicas. En un lenguaje más sencillo, sería como tener una red local, como la que puede haber en un edificio, que tiene su propio espacio de direcciones, independiente del de Internet (direcciones privadas).

Cuando una tecnología evoluciona a una velocidad tan grande, existe un riesgo enorme de dejar obsoletas máquinas con relativamente poca edad. Si los fabricantes no empiezan a pensar a largo plazo, los primeros coches conectados a Intenet (los actuales) empezarán a dar muchos quebraderos de cabeza a sus dueños, y mucho antes de que tengan que irse a un desguace. ¿Serán más graves las averías electrónicas o la obsolescencia que los tradicionales problemas mecánicos? No falta mucho para saberlo.

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