IndyCarIntrahistoria de la telenovela de Juncos: por qué Agustín Canapino no corre en Road America

El popular piloto argentino ha sido apartado a última hora este fin de semana, tras la última de una serie de polémicas relacionadas con las amenazas de muerte de algunos aficionados a otros pilotos, las cuales se remontan a hace más de un año, y que Juncos no ha sabido gestionar.

Intrahistoria de la telenovela de Juncos: por qué Agustín Canapino no corre en Road America
Canapino tenía plena intención de competir, pero Juncos cambió de idea. - IndyCar Media

26 min. lectura

Publicado: 08/06/2024 14:30

A falta de 48 minutos para el inicio de los primeros entrenamientos libres del Gran Premio de Road America, un comunicado de Juncos Hollinger Racing añadió este viernes la que es, por ahora, la última página a una situación estrambótica y dantesca que jamás debería haber llegado a estos extremos. El equipo que compite en IndyCar Series, propiedad del argentino Ricardo Juncos y su benefactor Brad Hollinger (ex-accionista de Williams), anunció que Agustín Canapino no formará parte del evento, y que su lugar sería ocupado por el joven estadounidense Nolan Siegel, con una sola carrera de experiencia en la categoría.

Este comunicado, que en su versión inicial se refería a su alternativa para este finde como 'Seigel' y que parece contar mucho más con lo que no se incluye, define la ausencia competitiva de Canapino como una 'excedencia', debido al «aumento del abuso y acoso online resultante de los eventos de esta semana, que han supuesto una experiencia muy difícil para Agustín, el equipo y todos los fans de IndyCar. La seguridad de Agustín y el resto de competidores es lo primero».

La mención a "los eventos de esta semana" implica todo lo que llegó a raíz de la colisión en pista que Canapino recibió el pasado domingo en el Gran Premio de Detroit por parte de Théo Pourchaire, quien en los días siguientes denunció ser objeto de una serie de amenazas de muerte e insultos masivos. Pocos podían prever la cadena de reacciones, decisiones y errores que seguirían en los siguientes días, que han empañado enormemente la imagen pública de Juncos como equipo y la de Canapino como competidor, a la par que despertaba reacciones apasionadas de una fiel hinchada que tampoco parece comprender qué es lo que ocurre.

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Para aquellos que sean ajenos al mundo de la IndyCar o no vivan en el ciclo diario de noticias de la categoría, todo este asunto solo genera mucha confusión e interrogantes. De forma complementaria e indistinta, se han hecho generalizaciones, simplificaciones, ejecutado múltiples falacias argumentativas o tratado todo esto como si de una guerra de países, una cuestión racista o una vendetta empresarial se tratara. Si usted busca comprender todo esto desde sus orígenes, ha llegado al sitio adecuado. Y puede darse por avisado: todo esto es muy complejo, y se remonta mucho más atrás.

Primer acto: Long Beach

El último incidente fue callejero, pero también lo fue el primero, en la glamurosa Long Beach.

Para entender adecuadamente los porqués de esta semana, coja su máquina del tiempo favorita y desplázese 14 meses atrás en el tiempo, al Gran Premio de Long Beach de 2023. Esta era la tercera carrera en IndyCar para Canapino, casi sin discusión el piloto más exitoso de la vibrante escena nacional de turismos en Argentina del siglo XXI con 15 títulos a sus espaldas, y que se enfrentaba al difícilismo reto de trasladar sus habilidades a los monoplazas más físicos del planeta sin experiencia previa en este tipo de maquinaria. Una oportunidad que solo fue posible gracias a la persistencia de Juncos y el apoyo económico de la oficina de turismo del país albiceleste, el cual no tenía un piloto en la categoría desde 2004.

Durante la carrera, Canapino aprovechó un temprano 'caution' (el equivalente americano del Safety Car) para hacer su primera parada, y una serie de paradas masivas en el siguiente 'caution' le dejaron como líder circunstancial de la prueba. En esta tesitura, Juncos llamó a pits a su compañero Callum Ilott, el estandarte de la formación desde que empezó a competir a tiempo completo a finales de 2021, quien había esperado primero a poder recuperar su vuelta perdida tras un pinchazo anterior. En este punto, un error de cálculo y una parada algo lenta hizo que Ilott saliera de pits justo delante de Canapino cuando lideraba la resalida, y sin margen para apartarse en la estrecha sección inicial de Long Beach con neumáticos fríos.

La inexperiencia de Canapino, y el brete innecesario en el que le metió su equipo, le llevó a una primera pérdida de control, y a golpear después el muro cuando entraba en paralelo en la siguiente curva con Hélio Castroneves, causando daños terminales en su coche. Pese a que Ilott fue otra víctima más de la situación, el británico denunció públicamente en las horas posteriores haber recibido «acoso y amenazas de muerte», puntualizando que se trataba de «un gran récord con diferencia» y que «apreciaba el esfuerzo para ayudarle a entender todas esas palabras en español». Una situación que sonaba demasiado reciente, semanas después de que Kyle Kirkwood hubiese denunciado recibir '"mensajes de odio" en redes por una colisión en pits con Alexander Rossi en el óvalo de Texas.

A su vez, la emisión latinoamericana en ESPN contó con un desafortunadísimo comentario por parte del analista Martín Ponte, ex-compañero de Canapino en el Turismo Carretera, que aseguró que Ilott se había ganado «44 millones de enemigos», una afirmación que repitió en Twitter, aunque posteriormente se disculparía. Ilott pronunciaría también una frase profética en otro tuit: «Aunque tengo la piel dura y estoy acostumbrado a este comportamiento de forma ocasional, llegará el día en el que se vaya demasiado lejos con alguien que no pueda lidiar con ello tan bien como otros»

La situación condujo a una molesta reacción del propio Ricardo Juncos con la transmisión latinoamericana, a un video de Canapino exonerando a su compañero sobre la situación en pista, a un comunicado de IndyCar contra «el comportamiento irrespetuoso y el abuso online inapropiado» y, finalmente, a un comunicado de Juncos en la misma línea, el cual se publicó casi 12 horas después que el de la categoría y dos días después de la carrera. Una reacción 'tardía' para parte de la prensa americana, y que iba de la mano con la propia percepción interna del equipo en este asunto, que el propio Juncos expuso meses después. Para ellos, las amenazas e insultos son más bien una forma de desahogo y un reflejo de la pasión del fan argentino, y la diferencia cultural e idiomática hacen que tiendan a ser malentendidos, como con expresiones como "sos un muerto", equivalente a "eres un matao" en castellano viejo.

Interludio: Indianápolis

Avanzamos solo cinco días hacia los test generales de las 500 millas de Indianápolis del año pasado, donde la relación entre Ilott y Juncos empezó a adquirir una deriva que resultaría inabordable. En estas pruebas, Ilott manifestó desde el primer momento un gran problema de rendimiento en su chasis, que le impedía rodar a velocidades competitivas. Este hecho fue aún a más cuando empezaron los entrenamientos oficiales en mayo, con un enorme déficit respecto al resto de competidores durante varios días. Ilott conocía de la existencia de un tercer modelo, con el que Canapino había probado en los test de abril, y pidió por activa y por pasiva cambiar a este chasis, lo que se encontró con una negativa constante de un Juncos que también tenía en mente la inexperiencia de Canapino en óvalos.

Todo estuvo a punto de saltar por los aires el viernes previo a la clasificación, cuando otro día de tiempo perdido derivó en discusiones en las que Ilott amenazó con irse y Juncos amenazó con reemplazarle, hasta que la lógica se impuso. El sábado, Ilott pudo subirse al chasis reserva, y en apenas medio día logró la velocidad suficiente para clasificarse. Aquello, sin embargo, no sentó nada bien a un Ilott que se sintió como un ciudadano de segunda pese a ser el piloto líder del proyecto en materia de resultados y experiencia, y que ya tenía varias novias más afluentes dentro de la misma parrilla.

Segundo acto: Laguna Seca

Imágenes que preceden al desastre, edición Monterey

La explosión final llegó el 11 de septiembre de 2023 en la cita final de Laguna Seca, una carrera esencial a nivel económico para Juncos. En juego estaba que el coche de Canapino terminase entre los 22 con más puntos en los 'entrant standings', la clasificación que determina qué coches tienen acceso al incentivo del millón de dólares anual del programa Leaders Circle de IndyCar. Con las elecciones argentinas a la vuelta de la esquina, la continuidad de la financiación de Canapino para 2024 estaba en serias dudas, y la obtención de ese millón facilitaría notablemente las cosas.

En el contexto de una carrera alocada con infinidad de incidentes, Canapino llegó a rodar en posiciones de podio durante buena parte del día, y tanto él como Ilott se encontraban en el top 5 durante una resalida a falta de 23 vueltas para el final. Pese a que Juncos le recordó a Ilott por la radio que era su compañero el que estaba delante, el británico buscó adelantarle por el exterior de la primera curva de forma decidida. Canapino tuvo un ligero contravolante al atacar el piano y ambos se tocaron cuando Ilott se cruzó para tomar la curva, dañando el alerón del argentino y causando un pinchazo lento en el neumático trasero izquierdo del británico. Este logró acabar quinto pese a todo, mientras que Canapino perdió muchas posiciones en las vueltas restantes y terminó en 14º lugar.

El incidente no impidió que Juncos obtuviese la segunda prima del Leaders Circle, pero fue la gota que colmó el vaso. Ilott alegó que se trataba de un incidente de carrera, posteando en Twitter la onboard de Canapino ante una nueva avalancha de insultos y amenazas que le llevó a poner sus redes en privado durante casi un mes. La opinión de su jefe Ricardo Juncos, en esta ocasión, fue bastante vehemente en público con la prensa argentina, tanto en los momentos posteriores a la carrera como en días sucesivos, responsabilizando a Ilott de haber asumido un riesgo innecesario y "egoista". A posteriori, reconoció en RACER que el incidente recaía más en Canapino, pero que se cuestionaba si no había un lugar o momento mejor para que Ilott realizase la maniobra que condujo a ello.

De nuevo, Juncos tardó más de la cuenta en reaccionar a la ola de odio hacia Ilott, y lo hizo con un breve alegato en redes sin mencionar a Ilott, en el que se apelaba a que no se hicieran «comentarios negativos que no se alinean con la filosofía del equipo». Aún así, Ricardo Juncos aseguró que el propósito de los comunicados iba más en la línea de "calmar las aguas", lo que volvió a dejar en evidencia la desconexión con su piloto. En el fondo yacía la cuestión esencial del tema: los trapos sucios "se lavan en casa", y Ilott había elegido hacerlo de cara al público, en vez de ignorar esta clase de comentarios como pretendía el equipo.

Ante los rumores que surgieron sobre un posible finiquito, Juncos se acogía a la vigencia de su contrato y al derecho de tanteo que tenían hasta el 15 de diciembre, que hizo que McLaren se decantase por David Malukas para su tercer coche en lugar de Ilott. A principios de octubre, el equipo de Zak Brown alcanzó un acuerdo comercial con Juncos, que parecía ir ligada a la opción de retener lazos con Ilott. Pese a todo, el 26 de octubre se anunció que el británico no continuaría en el equipo, fichando una semana después a un Romain Grosjean despedido por Andretti un mes antes, y que mandó pronto un aviso a navegantes al definirse como 'resistente al hate'.

Ya sin opciones en la parrilla, Ilott terminó encontrando acomodo en un Hypercar de Porsche en el Mundial de Resistencia; casualidades de la vida, la eventual lesión que dejó a Malukas sin debutar y que le terminó costando el puesto permitió que Ilott ocupase el asiento en tres eventos, incluidas las 500 millas de Indianápolis. Canapino, mientras, pudo continuar en la categoría, aunque esta vez su segunda campaña tuvo que incorporar una parte de financiación privada por parte del conglomerado de Héctor Martínez Sosa, uno de sus principales mecenas en la escena argentina.

Tercer acto: Detroit

Otra buena labor en Detroit terminó arruinada para Canapino, arrancando una odisea total.

Y desde ese punto, llegamos finalmente a la situación que nos ocupa, Detroit. Para cerrar completamente el círculo, el nuevo personaje de esta historia, Théo Pourchaire, cogía el relevo de Ilott a partir de este evento para el resto de la temporada, habiendo competido ya con este coche en otras tres carreras este año. La morfología del incidente es de sobra conocida: Canapino ocupaba la sexta posición en una resalida a 40 vueltas del final, pero fue golpeado por un Pourchaire que se pasó claramente de frenada al intentar rebasar primero a Felix Rosenqvist. La acción dañó la dirección en el coche del piloto argentino y le relegó al duodécimo puesto final arruinando su primer top 10 potencial, algo que Pourchaire sí que logró por primera vez pese a haber recibido una sanción por el toque.

Este artículo de Trackside Online sirve como una buena referencia de la línea de sucesos que ocurrieron a continuación, con imágenes incluidas, y que aquí se resumen. Pourchaire recibe una ola de mensajes de odio y amenazas por parte de algunos fans, varios de ellos enfadados por la ausencia de disculpas del francés en público. Ante ello, publica un tuit en el que lamenta este abuso online, citando un comunicado conjunto de McLaren y Juncos publicado poco antes. Este comunicado, no obstante, se publica solo en las redes y web de McLaren, limitándose Juncos a compartirlo mediante retuit.

La queja de Pourchaire recibe un tuit citado de Martín Ponte, ya mencionado en este artículo, con la expresión 'Callum Pourchaire' en clara alusión a Ilott, que recibe varias respuestas en las que se quita hierro a las amenazas o directamente se pone en duda su existencia. Varias de ellas reciben 'likes' del propio Canapino, así como una respuesta a alguien que bromea sobre la viabilidad de amenazar a alguien estando a decenas de miles de kilómetros. La aparente indiferencia de piloto y equipo en este caso conduce a una oleada de críticas por parte de prensa y aficionados, que no olvidan la reincidencia con lo ocurrido el año anterior.

El equipo Juncos elige salir a la palestra por su cuenta con un comunicado el día siguiente, en el que se pronuncian de forma inequívoca en contra del abuso online recibido por Pourchaire. Media hora después, llega un comunicado propio por parte de Canapino, que en su versión en castellano evidencia ser claramente de su puño y letra, y no una simple composición de prensa. En él, Canapino también se posiciona en contra del odio, pero después se sale por la tangente al asegurar que se generaliza en contra de los argentinos, que no ha visto «una sola amenaza hacia aquellos que dicen recibirlas», y que él elige ignorar el odio en redes «que recibo constantemente».

Este posicionamiento por parte de Canapino sentó como una bomba en el seno de McLaren, que había procedido a enviar a Juncos las amenazas recibidas por Pourchaire, con dos claras indirectas por parte de sus principales responsables Zak Brown y Tony Kanaan. Tras una breve intervención pública de IndyCar para afirmar que habían hablado con ambos equipos, McLaren anuncia el jueves el final de su asociación comercial con Juncos, algo muy dañino para el equipo por su ausencia de socios comerciales establecidos en Estados Unidos. Ese mismo día, el medio Carburando hace público que Canapino había exigido a McLaren y a Pourchaire que se retractaran de sus afirmaciones, y que «no iba a tolerar ese nivel de discriminación».

La decisión de apartar al Titán

Finalmente, lo ocurrido ayer. Canapino llegó a Road America y participó de las actividades habituales, incluida una firma de autógrafos que concluyó dos o tres horas antes de los Libres 1. Poco después, a hora y media de iniciarse la sesión, Nolan Siegel se disponía a competir en los libres de la categoría formativa Indy NXT cuando Juncos le propuso ocupar el coche #78 en lugar de Canapino. Siegel había competido anteriormente con Dale Coyne Racing en el Gran Premio de Long Beach y la prueba no puntuable en Thermal, amén de ser el único piloto que no se clasificó para las 500 millas de Indianápolis.

El comunicado, que alega el bienestar de Canapino como principal motivo de la decisión, no incluye declaraciones de Ricardo Juncos, que en esta ocasión no se ha pronunciado en ningún contexto, pero sí del co-propietario Brad Hollinger. En una entrevista posterior en NBC Sports, el director de equipo David O'Neill reconoció que Canapino no quería ausentarse del evento, y que se tomó la decisión pensando en su situación mental y en su propia seguridad dentro de la pista. Nada de esto, por supuesto, ha impedido que una parte de la afición argentina haya interpretado todo este asunto como un ataque hostil a toda Argentina, alegando motivaciones racistas.

Como decíamos, todo este asunto es tremendamente complejo, está abierto a numerosas interpretaciones e incluye cuestiones esenciales en la sociedad moderna, como la conciliación de las diferencias culturales en un mundo globalizado, el uso de las redes sociales como arma para los cobardes y el orgullo nacional en sociedades muy polarizadas en cuestiones políticas y éticas. Casi con toda seguridad, la ausencia de Canapino este fin de semana y las dos semanas hasta, paradójicamente, Laguna Seca permitirán calmar las aguas lo suficiente, aunque quizá no tanto como el invierno de seis meses del que dispone IndyCar entre el fin de una temporada y el inicio de otra

Lo que sí parece claro es que toda esta situación era perfectamente evitable y se podría haber atajado en muchos puntos a lo largo de toda esta inacabable telenovela, que muy seguramente no ha escrito todavía su capítulo final. Agustín Canapino ha demostrado ser un gran competidor, con una historia de superación, adaptación y cultura del esfuerzo ejemplar que fue recibida en Estados Unidos con los brazos abiertos desde el primer segundo. No obstante, entender la crítica a los descerebrados como un ataque hacia ellos y hacia Argentina ha sido la peor forma posible de afrontarlo, y la mejor para ganarse la indiferencia o rechazo de la afición de IndyCar, una de las más inclusivas de todo el motorsport. Aún están a tiempo de arreglarlo; esperemos que sea así.

Fotos: IndyCar Media

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