Jaguar Land Rover comienza sus pruebas de conducción autónoma
Jaguar y Land Rover se lanzan a la pruebas en condiciones reales sobre conducción autónoma con una flota de unidades de ensayos que acaban de comenzar en la localidad de Coventry, Reino Unido, y que se ampliará a 12 ciudades más del mundo bajo cualquier condición climática sobre en carretera y en otros terrenos.
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Publicado: 22/11/2017 09:00
La carrera por la conducción autónoma es imparable, algunos fabricantes tienen más adelantados sus desarrollos y otros menos, pero todos se han metido de lleno para ofrecer esta tecnología en todos sus modelos.
El último en anunciar que comienza las pruebas en condiciones reales de circulación ha sido Jaguar Land Rover, con una flota de unidades de las dos marcas que ya han comenzado a surcar las calle de Coventry, la misma localidad británica donde se encuentra la sede central de las dos marcas.
El fabricante ha confirmado que las pruebas continuarán durante el año 2018 como parte del programa Autodrive en el que se han invertido 20 millones de libras dotando a las unidades de pruebas de comunicación "car-to-car" pudiendo trasmitir información entre los vehículos para mejorar la conducción y la seguridad, así como con las infraestructuras de tráfico.
El objetivo de Jaguar Land Rover es el mismo que el de otros fabricantes europeos, el de ir incluyendo funciones de conducción semi-autónoma que todavía requieren la participación del conductor en la conducción, pero que en el caso de los modelos de estas dos marcas continuará dando un papel crucial al conductor.
Con el paso del tiempo en las pruebas reales, Jaguar Land Rover pretende analizar todas las situaciones y detectar las complejidades del entorno para aumentar la seguridad vial, además de desarrollar una tecnología de conducción autónoma autodidacta capaz de adaptarse a cualquier situación, tanto en asfalto como fuera del mismo, ampliando las posibilidades de los modelos de Land Rover más específicamente.
Los ensayos en ciudad comenzaron en Coventry la semana pasada y se extenderán a otra docena de ciudades de todo el mundo en los próximos meses, incluso en aquellas con condiciones climáticas difíciles para lograr la máxima información del comportamiento de la tecnología y de los vehículos bajo cualquier circunstancia con el fin de que los propios vehículos autónomos conectados puedan reproducir el comportamiento y las reacciones humanas al conducir.