La elevada demanda del Range Rover Evoque salvará las cuentas de Jaguar Land Rover en 2019

Finales de 2018 y las cuentas no salían en el seno de Jaguar Land Rover. El grupo empresarial de los dos fabricantes se veía ahogado por unas cuentas que no cuadraban y cuyos resultados apuntaban a unos números rojos que parecían más difíciles de levantar y convertir en negros, que empezaban a llegar rumores.

Parecía que a más de uno le duele que tanto Jaguar como Land Rover permanezcan tanto tiempo bajo el paraguas de Tata, viéndose ya que el magnate del acero y otras producciones en uno de los países más poblados del mundo ya apuntaban a una venta de las dos marcas, sin marcha atrás y con la decisión tomada.

Pero, lejos de esta solución, el pasado enero, el consorcio implantó un plan de ahorro con una vigencia de 18 meses. Es decir, en 2021, la nueva estrategia financiera tenía que dar resultado positivo, un color negro en las cuentas que se ha logrado nada menos que seis meses antes de lo previsto, destacando un aumento en la facturación del 8% en el segundo trimestre del año y un flujo de caja negativo que partía 559 millones de libras reducido a 64 millones.

Un buen síntoma de recuperación que, en gran medida, se debe un aumento del 2,9 por ciento en la cantidad de pedidos. Pero no de todos los modelos, los responsables de esta recuperación son los Range Rover Evoque y Range Rover Sport, muy por delante de las ventas mundiales del eléctrico, el Jaguar I-PACE, que logró incrementar las cifras en 2.593 unidades comparado con el año anterior. Los otros dos SUV lograron un 54,6% y un 17,5%, respectivamente.

A pesar de que hay sólidos argumentos para que los gestores de las dos marcas puedan respirar, seguirán con el plan de ahorro implementado hasta 2021 reduciendo costes por valor de 2.500 millones de libras, por lo que lo más deseable también es un aumento en las ventas de los nuevos Land Rover Defender, Discovery Sport y el actualizado Jaguar XE.