Karma Revero: la prensa estadounidense recomienda cualquier otro coche tras probarlo

El resucitado Fisker Karma, ahora bautizado Karma Revero.

Tras pasar cerca de 4 años fuera del mercado, tres de los cuales siendo objeto del desarrollo de la que se supone una gran actualización, el Fisker Karma ha retornado al mercado, aunque con nueva identidad, ya que ahora se denomina Karma Revero, aunque a simple vista parece no haber cambiado demasiado.

Tras la debacle de Fisker Automotive -lanzó comercialmente el Karma en 2011 y cayó en bancarrota en 2012- el grupo chino Wanxiang Group se hizo con los activos de Fisker en un dilatado proceso legal, solo para volver a poner en marcha el proyecto Karma, del que terminó tomando el nombre la compañía, con ejecutivos procedentes de Tesla y Cadillac al frente del mismo, supuestamente con carta blanca para actuar. Ahora, 3 años después, el Karma Revero ya está en la calle, y el resultado parece haber sido mucho peor del esperado.

En teoría, el Revero debería haber llegado pronto al mercado una vez estuvo en manos del Wanxiang Group, sin embargo, una vez puesto en marcha el proyecto tuvo que ser retrasado considerablemente. Según las declaraciones de la compañía en aquel momento porque debían rediseñar bastante más de lo que pensaban en un principio para lograr que el modelo fuera aceptable. Al parecer, no lo han logrado.

El nuevo Karma parece ser un completo desastre.

Tras ser presentado recientemente pudimos comprobar como al menos a nivel exterior, el modelo no había cambiado nada desde su presentación inicial a principios de la década, y en cuanto a sus especificaciones, a pesar del tiempo transcurrido y los enormes avances tecnológicos de estos últimos años, en términos de rendimiento tampoco. El único cambio palpable ha sido la carta de colores, ahora cuenta con nuevas opciones cromáticas.

Los primeros test realizados por la prensa estadounidense -probablemente la única que llegue a probarlo- no han sido demasiado buenos, en el mejor de los casos lo han descrito con un sucinto “it worked”, que podemos traducir como “funcionaba”, en el sentido más literal de la palabra. Pero un reciente artículo de Bloomberg firmado por Hannah Elliott ha sido bastante crítico con el supuestamente nuevo modelo (por decirlo de manera suave), poniendo de relieve las enormes faltas que presenta el Revero.

No compres un Karma Revero, en su lugar compra un Tesla. O cualquier otra cosa. Hannah Elliott en Bloomberg.

El Revero no ha logrado satisfacer a nadie.

El título ya describe a la perfección el contenido del artículo: “No compres un Karma Revero, en su lugar compra un Tesla. O cualquier otra cosa”. Tras una semana con el Revero, lo mejor que Elliott llegó a decir es que solo desde algunos ángulos parecía casi bonito. Los únicos puntos a favor del modelo eran que contaba con un tren motriz eléctrico y que tenía aspecto de ser caro, sin más, pero no más bonito que otros modelos similares o más económicos.

Los principales problemas parecen haber sido su elevado peso, 2.450 kilos declarados oficialmente (más pesado que un Ford F-150 pick-up) que le condicionan gravemente a la hora de acelerar o moverse, además de su rendimiento mecánico, solo 80 kms de autonomía eléctrica gracias a sus baterías de 21 kWh, un consumo de 11.76 litros/100 kms una vez se pone en funcionamiento el 4 cilindros de 2.0 litros que hace de generador cuando se agotan las baterías y una capacidad de aceleración máxima bastante discreta, 5.4 segundos para completar el 0-96 km/h.

Todas ellas cifras notablemente inferiores con respecto no solo a las de modelos rivales, sino de otros modelos considerablemente más baratos. Como señala Elliott, cualquier Tesla Model S es más rápido y dispone de mucha más autonomía eléctrica e incluso el Chevrolet Volt presenta un consumo de gasolina mucho inferior. En comparación con modelos de lujo de su rango de precios, 130.000 dólares de precio base, el Revero resulta menos prestacional y más caro.

El Revero parece que seguirá al Karma y tendrá corta vida.

En cuanto a sus sensaciones de conducción, la descripción del artículo de Bloomberg es bastante dura: “es como masticar arena”. El elevado peso del modelo, según las propias palabras de Elliott, le hizo llegar a creer que estaba arrancando con el freno de mano puesto. Otros medios que han podido catar ya el Revero, como Motor Trend, han sido mucho más benevolentes con el modelo, pero ciertamente, sus cifras sobre el papel, aunque podían parecer incluso buenas a inicios de esta década, hoy están completamente fuera de contexto.

Tras varios años de desarrollo, la actualización no aporta realmente nada nuevo a nivel de rendimiento con respecto al modelo original y a nivel estético, incluso teniendo en cuenta que es un criterio subjetivo, no deja de ser un modelo que llegó al mercado hace ya seis años y que de haber seguido siendo comercializado habría sufrido ya un más que lógico facelift estético.