Kei cars, los pequeños coches japoneses
Para nosotros son un exotismo, pero en Japón se pueden ver a patadas. Son modelos creados para encajar en normas muy estrictas sobre tamaño y potencia que han dado lugar a toda una saga. Muy pocos están entre nosotros circulando.
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Publicado: 30/10/2017 20:30
Pasada la Segunda Guerra Mundial, Japón estaba en ruinas. La eficiente aviación estadounidense consiguió poner al país de rodillas con sus bombardeos convencionales e incendiarios, aunque solo se logró la rendición tras el uso de dos bombas nucleares. Japón con el tiempo necesitaba volver a motorizarse, pero no había dinero, ni apenas materiales, ni gasolina.
Al igual que en Europa surgieron coches populares de tamaño contenido (Citroën 2CV, Volkswagen Beetle, BMW Isetta, Fiat 500, Trabant...) Japón puso en marcha unas normativas para limitar el tamaño y la potencia de los coches de tipo utilitario, dando lugar a una estirpe de coches desde 1948. Son los kei cars japoneses.
"kei jidōsha" significa "automóvil ligero"
Los diseñadores se han devanado los sesos durante décadas para cumplir estas duras normativas, que permiten moverse a los japoneses de forma más económica. El coste de tener un automóvil en Japón es muy elevado, y la razón es simple: superpoblación y un territorio pequeño. El modelo americano no habría funcionado allí, ni de broma.
Año de regulación | Longitud (max) | Ancho (max) | Altura (max) | Cilindrada (max) | Potencia (max) |
---|---|---|---|---|---|
1949 | 2,8 m | 1 m | 2 m | 150 cc / 100 cc (2T) | N/D |
1950 | 3 m | 1,3 m | 2 m | 300 cc / 200 cc (2T) | N/D |
1951 | 3 m | 1,3 m | 2 m | 360 cc / 240 cc (2T) | N/D |
1955 | 3 m | 1,3 m | 2 m | 360 cc | N/D |
1976 | 3,2 m | 1,4 m | 2 m | 550 cc | N/D |
1990 | 3,3 m | 1,4 m | 2 m | 660 cc | 64 CV |
1998 | 3,4 m | 1,48 m | 2 m | 660 cc | 64 CV |
La categoría empieza realmente a despegar cuando los motores pueden permitir ciertas alegrías a los japoneses, ya que los primeros modelos tenían grandes limitaciones; básicamente eran turismos con motores de motocicleta. Desde 1998 tienen los mismos parámetros que tienen hoy: máximo 3,4 metros de largo, 1,48 de ancho y 2 de alto, con un tope de 660 centímetros cúbicos y 64 CV.
O son gasolina, o eléctricos, ninguno ha sido diésel
Estas normas han dado lugar a una serie de vehículos de todo tipo, tanto turismos (monovolumen, roadster, compactos...) como comerciales (furgonetas, pick-up, todoterrenos...) Se les distingue por facilidad por sus placas de matrícula, con fondo amarillo y letras negras para turismos, y al revés para los comerciales.
Tener un kei car tiene ciertas ventajas. Pagan menos por el seguro, por los impuestos y por las temidas ITV japonesas (shaken). En algunas ciudades hay que acreditar tener una plaza de aparcamiento para un vehículo privado, los kei car a veces se libran. Y a la hora de usar un aparcamiento público, los kei car pagan menos por sus reducidas dimensiones, tienen plazas especiales para ellos.
Solo los fabricantes japoneses trabajan con este formato, es demasiado especializado y apenas se exportan, siempre hablando de países con volante a la derecha. Hay honrosas excepciones en Europa, como el Mitsubishi i (remarcado como Citroën C-Zero y Peugeot i0n), o algunos modelos que han llegado al Reino Unido.
Los hay 4x4, turboalimentados, biplazas...
En Japón es un segmento en el que hay que estar, casi representan la mitad de las ventas del país, pero resulta poco rentable porque son coches económicos. De hecho, hay varios fenómenos de remarcado entre fabricantes rivales. ¿Recordáis el escándalo de las emisiones de Mitsubishi del año pasado? Eran los mismos coches, los Mitsubishi eK/Nissan DayZ y eK Space/DayZ Roox. Los ingenieros de Nissan descubrieron el pastel.
Son auténticos electrodomésticos de transporte, no se compran con el propósito de mantenerlos muchos años porque acaba saliendo más caro el collar que el perro. Son utilitarios de raza, muy idóneos para las enormes áreas urbanas, la dependencia total del petróleo extranjero y total, para ir a 80 km/h en la mayoría de vías "rápidas", con esa potencia dan de sí.
Algunos kei car se han vuelto iconos. En su día el Subaru 360 se convirtió en un gran éxito comercial tras su aparición en 1955, el primer kei car que se produjo de forma masiva, unas 600.000 unidades. Más conocido por estos lares es el Suzuki Jimny o Samurai, convenientemente adaptado para unas normas más permisivas. Fue el primero que se exportó en buenos números.
Ante un posible escenario de eliminación de barreras de homologación entre países, los kei cars son una china en el zapato. Estas normas impiden de facto la llegada de coches pequeños a Japón, como el segmento A europeo, donde solo se pudo colar una versión adaptada del smart fortwo. Al revés igual, homologar un kei car en EEUU es muy difícil, ¿cómo se desarrolla un coche tan pequeño que un pick-up de dos toneladas no parta en dos al menor toque?
Si vais alguna vez por Japón, os hartaréis de ver kei cars. Algunos no hay por dónde cogerlos con nuestros gustos, pero podéis sonreir al ver un Daihatsu Copen, un Suzuki Capuccino o un Honda S660. Imaginad lo agradable que sería en una ciudad con mucho coche, como Madrid o Barcelona, si la mayoría de coches de uso diario fueran compactos y ligeros, en vez de SUV diésel repletos de adornos.