La burbuja de los precios de coches Tesla usados ha reventado en EEUU
A lo largo de este año, el mercado en Estados Unidos ha sufrido numerosas distorsiones: concesionarios inflando precios de coches nuevos, particulares vendiendo a precios más altos que los nuevos... Pero la fiesta toca a su fin y viene el ajuste.
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Publicado: 28/12/2022 21:00
La ley de la oferta y la demanda es siempre implacable. Al final, siempre se acaba ajustando el precio para encontrar un equilibrio entre lo que se ofrecer y lo que se pide. En Estados Unidos se está produciendo un fuerte ajuste en el precio de los Tesla usados con muy poco uso, y hay varias causas que lo explican.
Había un problema de oferta, no se producían todos los coches que el mercado demandaba, así que había lista de espera para meses. Los que no tenían tanta paciencia tenían el recurso de comprar un Tesla usado, aunque costase más que uno nuevo, pero con disponibilidad inmediata. Muchos tomaron nota de ello.
Hacer un flip es, en el inglés de aquellos lares, hacer una reventa rápida. Durante agosto de este año, en torno a un tercio de todos los Tesla que estaban a la venta eran de modelo 2022 (media del mercado, 5%), es decir, con apenas unos meses. Los primeros propietarios se encargaron otro, y se le dio salida con un buen beneficio al anterior. Eso no iba a durar siempre.
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En este pantallazo del sitio CarsAndBids.com (coches y pujas) se ve que, de los últimos 10 anuncios, siete que estaban subastados no han recibido pujas. Toca salir la próxima vez con un precio más bajo. Según su director, Doug DeMuro, es la mayor caída trimestral del mercado desde que el índice Dow Jones se fue a pique con lo de Lehman Brothers (2008).
Y Doug DeMuro no exagera, veamos unos datos de Edmunds. De julio a noviembre, el mercado de usados en EEUU ha caído un 4%. Si hablamos del promedio de los Tesla, la caída es cuatro veces superior, el 17%. En otras palabras, han pasado de un precio medio de 67.297 a 55.754 dólares.
No solo bajan los precios, tardan más tiempo en cambiar de manos, lo que apunta a un enfriamiento del mercado (porque hay menos gente con la cabeza caliente). De un promedio de 38 días de estancia en una campa, han pasado a 50 días. La diferencia es importante. Y si vemos ejemplos concretos, es mucho más apreciable la corrección del mercado.
Respecto al anuncio de ejemplo en la portada, entrando en los detalles, comprobamos que, de un precio de salida de 61.900 dólares, este Model 3 Long Range (Gran Autonomía) lleva sin venderse 104 días, y solo en diciembre el precio ha bajado en cinco ocasiones. Ahora está a 52.900 dólares en oferta, una bajada de 9.000 bucks.
Empieza a oler a desesperación, la última bajada ha sido de 1.000 dólares y ya esta unidad cotiza por debajo de la media que le corresponde a este modelo, 58.961 dólares. El compraventa se quiere deshacer de él y sacar algún beneficio. Como estaba infladísimo, lleva esperando dueño más del doble de la media.
Y eso dentro del mismo país y con distorsiones de mercado distintas a las europeas, como la que publicó ForoCochesEléctricos respecto a la reventa en Alemania de modelos Tesla beneficiados por ayudas. Y la caída de los coches usados arrastra también a la de los coches nuevos. Tesla ya ha hecho rebajas de 7.500 dólares para estimular la demanda en el país norteamericano.
Cuando revienta una burbuja, siempre sale perjudicado el que no se ha salido a tiempo. La oferta de coches nuevos está más ajustada. La subida de los tipos de interés ha encarecido la financiación de los nuevos y los usados, pero hay más nuevos disponibles, así que pierde sentido soltar una pasta por un coche usado -aunque esté genial-.
Otra burbuja que está pinchando a base de bien es la de la cotización de Tesla, ya está a niveles de finales de 2020 y en un año ha perdido casi el 75% de su valor. El efecto Twitter sigue pasando factura a los inversores. Pero hay que recordar esto, Tesla no tiene problemas tan grandes y ha tenido uno de sus mejores años. Pero a mucho inversor eso le da igual.
Una de las peores noticias que puede dar Tesla ahora -o no negarla- es que la demanda de coches eléctricos se esté enfriando, al menos la suya. Las alternativas están quedando más a tiro, y la empresa está perdiendo ese halo de líder absoluto del mercado. Sumemos eso a un contexto económico muy adverso, y las cosas empiezan a cuadrar.