La DGT asegura que limitar a 30 km/h en zona urbana ha bajado la mortalidad un 14%
La medida no fue del agrado de todos, que circular a 50 km/h fuese la excepción -y no la norma- en zona urbana, teniendo que circular a un máximo de 30 km/h en la mayoría de las calles de España. Los datos favorecen a la DGT.
6 min. lectura
Publicado: 11/05/2022 23:00
De vez en cuando se convierte en noticia algún atropello en zona urbana. Sin ir más lejos, el pasado domingo hubo un doble atropello mortal en Madrid, falleciendo dos mujeres de 79 y 72 años. La conductora no tenía carné, iba ebria, y el dueño iba de copiloto. La velocidad fue fatal, pues las víctimas salieron despedidas decenas de metros, pero no la única causa.
Existe una diferencia muy importante en supervivencia de peatones o ciclistas al ser embestidos por un vehículo a más o menos velocidad. En teoría, a 30 km/h es mucho más fácil esquivar a los peatones, frenar a tiempo, o que las lesiones sean más compatibles con la vida. A 50 km/h las probabilidades ya han bajado bastante.
Con esa intención los 30 km/h en zona urbana en todas las vías urbanas de carril único por sentido se impusieron para todos los vehículos: pacificar el tráfico, reducir la siniestralidad de los usuarios más vulnerables de la vía (independientemente de que fuese su culpa o no) y en definitiva hacer que las ciudades fuesen más para personas que para vehículos.
Habiendo pasado un año desde que la medida entró en vigor, la DGT ha hecho balance, y para no hacer trampas al solitario, ha tomado como escenario de referencia 2019, cuando no había limitaciones a la movilidad ligadas a la pandemia. Los datos abarcan el periodo de mayo a diciembre de 2021.
De acuerdo a los registros de la DGT, hubo 38 muertes menos en zona urbana, lo que rebaja la cifra en un 14%. Los atropellos descendieron en mayor medida, un 17% menos, y especialmente en los mayores de 65 años, un 22% menos. Como podemos ver, la reducción de muertos también afecta a conductores de vehículos, aunque de forma menos representativa.
Recordemos que en las calles con calzada y zona peatonal están al mismo nivel el límite es de 20 km/h, y por regla general, se puede circular a 50 km/h en vías urbanas de más de un carril por sentido de circulación. Los ayuntamientos pueden establecer límites más bajos, a su discrección, pero no al revés. Muchos municipios ya tenían límites inferiores a 50 km/h, antes de que fuese obligatorio, véase Irún, y se lleva apreciando años la reducción de siniestralidad en su municipio.
Teniendo en cuenta 2021 entero, la siniestralidad urbana con resultado de muerte se rebajó en un 25%, y los atropellos un 32%. En otras palabras, ya había una reducción de siniestralidad cuando los límites eran más altos. En este periodo la mortalidad de peatones se redujo en un 32%, los ciclistas en un 48% (a pesar de que tras la pandemia hay más ciclistas en carretera) y para los mayores de 65 años en un 40%.
También hay que explicar que hasta el 9 de mayo de 2021 hubo restricciones que afectaron a la movilidad, y también tuvo su impacto en la reducción de siniestralidad. Habían imperado, por ejemplo, los «toques de queda», limitaciones a la movilidad nocturna, donde hay más desmanes entre los conductores y los pocos peatones pueden ir despistados e incluso ebrios.
Otra causa que puede explicar la reducción de la siniestralidad es el uso creciente de sistemas de frenado automático, especialmente en turismos de matriculación muy moderna. La mayoría de los sistemas del mercado pueden evitar un atropello mortal a 30 km/h, no así a 50 km/h, y si no pueden evitar el atropello -por no haber tiempo material para frenar- las consecuencias son más leves.
En cuanto al grado de cumplimiento de la medida, la DGT ha tirado de otra fuente, el Centro de Estudios y Opinión Ponle Freno-AXA, vinculado a Ponle Freno (la plataforma de acción social de Atresmedia en colaboración con la Fundación AXA). El respeto a la medida ha variado según la zona.
De acuerdo al estudio realizado por Ponle Freno, que obtuvo mediciones de velocidad sin sanción aparejada, 7 de cada 10 conductores cumplió con la medida de circular a 30 km/h o menos, aunque en las vías limitadas a 50 el cumplimiento fue muy distinto, el 57,4%, algo más de la mitad. En Madrid ni la mitad de los conductores respetó dichos límites, en el extremo opuesto quedó Barcelona, la ciudad con mayor respeto a los límites.
Provisionalmente, los números dan la razón a la DGT y a los municipios representados por la FEMP. Los mensajes en sentido contrario, que advertían de más congestión urbana y de más emisiones contamiantes, de momento no se sostienen. Visto lo visto, los conductores solo tenemos un camino: acostumbrarnos.