La DGT pondrá más radares y tiene motivos: el 43% de los conductores se salta los límites de velocidad
La DGT continúa la política de mano dura contra la velocidad excesiva. Dado que los datos les dan la razón, hay anunciados más radares. Resultan ser especialmente rentables, ponen más de la mitad de las multas en España (salvo Cataluña y País Vasco).
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Publicado: 12/07/2022 22:30
Seguro que 14 millones de euros en nuevos radares parece una cifra muy elevada, concretamente para 20 cabinas y 26 cinemómetros, de los cuales 16 serán de control de tramo. Sin embargo, la cifra parece mucho menos relevante cuando tenemos en cuenta la cantidad de multas que ponen. En 2021 la DGT recaudó 444 millones de euros en multas, un 9% más que en 2019 (ya que 2020 no fue normal).
De los 4,8 millones de sanciones impuestas, 2,2 millones fueron originarias de radares fijos, el 46%, incluyendo los de tramo. Si se añaden los controles de velocidad móviles, 863.000 denuncias, un 18% más. Incluso si todas las sanciones fuesen por el importe mínimo (50 euros con pronto pago), hablamos de más de 153 millones de euros.
En el inventario actual de la DGT hay 780 radares fijos (92 de control de tramo), la cifra anunciada de 26 cinemómetros se añadirá el año que viene. Formarán parte de un arsenal contra la velocidad excesiva en el que hay también radares móviles, helicópteros Pegasus, drones, vehículos camuflados (turismos, furgonetas y motocicletas), etc.
La supresión de los 20 km/h adicionales para turismos y motocicletas para adelantar en carreteras de doble sentido (siempre y cuando no hubiese una limitación específica) abrió la puerta a instalar muchos más radares de tramo, ya que se evitarían las alegaciones por haber realizado algún adelantamiento. Sí, fue por la pasta.
De los 1.004 fallecidos el año pasado en accidentes de tráfico y siniestros viales (a 24 horas y en vías interurbanas), un número significativo estuvo ligado a los excesos de velocidad, aunque hay que recordar que tiene que haber otro factor concurrente. La DGT considera que la siniestralidad se puede seguir bajando y bajando.
Pero, ¿realmente hace falta tanto radar? Desde luego en algunas ubicaciones se pone de manifiesto que los conductores tienen poco respeto por los límites. En 2021 el radar que hizo más «caja» fue el situado en el pk. 478 de la AP-7, en Valencia, que impuso 60.525 denuncias. El número 50 en la lista de más multadores, pk. 961 de la N-340, impuso 11.715 denuncias.
Veamos algunos datos. Hoy se presentó el informe «Velocidad, la lacra silenciosa. El exceso de velocidad en los accidentes mortales en España (2011-2020)», elaborado por la Fundación Línea Directa el Instituto de Tráfico y Seguridad Vial de la Universidad de Valencia (INTRAS). Las conclusiones del estudio son reveladoras.
Casi la mitad de los conductores (el 43%) admite que incumple «habitualmente» los límites de velocidad, mientras que una minoría (7%) reconoce hacerlo «siempre o casi siempre». Los motivos son variopintos, la mayoría alega que es por despiste (46%), y un 11% considera que no son de su gusto («no son realistas»).
Pero hay más, los autores del estudio han calculado que más de un millón de conductores han circulado a más de 200 km/h en vías interurbanas y 2,4 millones han superado los 100 km/h en vías urbanas. Tanto una cosa como la otra es un delito contra la Seguridad Vial, aunque las cárceles siguen sin estar llenas de conductores.
En el ámbito temporal del estudio, 2011 a 2020, se contabilizaron 100.000 siniestros viales relacionados con el exceso de velocidad. En cuanto a víctimas, se contabilizaron 150.000 entre heridos graves y fallecidos, si solo se cuentan los decesos, 4.500 personas. Sale una media de 10.000 siniestros al año, 15.000 víctimas y 450 muertos.
Pese a eso, un porcentaje significativo de los conductores, el 38%, aboga por elevar los límites de velocidad en carretera. Resulta preocupante que, siendo las cifras que son, haya gente que quiera límites de velocidad prácticamente a la carta. Sin embargo, en España los límites de velocidad están alineados con las naciones europeas, ni muy permisivos, ni muy estrictos.
Así que, mientras la DGT siga rentabilizando los radares, seguirán aumentando su número. Hay países donde hay miles de radares (véase el Reino Unido) y el margen para poner más es muy elevado todavía. Podría ser la pedagogía un poco más efectiva, pero parece no resultar tan rentable.